Recogemos el grito lastimero de Isaías, con el que terminamos el texto
anterior: "...Porque tú eres nuestro Padre..."y lo completamos:
"¡Porque Abraham no nos conoce, Jacob no se acuerda de nosotros! Tú Yahvé
eres nuestro Padre, tu nombre es ... el que nos rescata" (Is 63,16). Esta
es la diferencia Infinita, entre el Dios de Israel y los dioses de los pueblos
vecinos; sus moradores, jamás podrán llamar Padre, a sus dioses, obra de sus
manos. Los dioses " inventados "por el hombre, "tienen boca y no
hablan, ojos y no ven, oídos y no oyen, no hay aliento en sus bocas."(Sl
135,15-17) ...es decir... ¡No pueden hacer nada por ti cuando se resquebrajan
tus cimientos!
La gran y drástica diferencia
existente entre los dioses inventados por nosotros es que, aunque hipotequemos
de mala manera nuestra vida en ellos...jamás podremos decirles: ¡Tú eres mi
Padre! Isaías si lo pudo decir en Nombre de todo Israel, y no sólo eso…movido,
como todos los profetas por el Espíritu Santo, una vez que llamó Padre a Dios,
consciente de su debilidad y la de todo Israel, le gritó suplicante: ¡¡Baja,
desciende hacia nosotros!! (Is 63,19b) ¡Con este ruego, profetizó la
Encarnación del Hijo de Dios!
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles com
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