sábado, 28 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra Fiesta Sagrada Familia (Lc 2,41-52) Quienes son los Pobres de Espíritu?

 


 José, María y Jesús peregrinan a Jerusalén. A la vuelta, ven que Jesús, no está con ellos ni entre los peregrinos. Con la angustia en sus almas vuelven a Jerusalén y le encuentran en el Templo disertando con los Doctores de la Ley. María, llena de angustia le dice: Hijo, ¿Porque nos has hecho esto?, la respuesta de Jesús, nos alcanza a todos: ¿No sabíais que debo de ocuparme de las cosas de mi Padre? Si, nos alcanza a todos los que deseamos alcanzar el Discipulado.

Es una catequesis bellísima que nos mueve a amar "las cosas de Dios, más que nuestras cosas". Es el amor que nos libera de nosotros mismos con nuestros castillos de paja y nos permite llegar a ser: "Pobres de espíritu" (Mt 5,3).

María y José acogen la respuesta de Jesús con humildad y sabiduría. Lo sabemos por lo que nos dice Lucas de María, que es extensible a José: "María guardaba cuidadosamente estas cosas en su corazón" (Lc 2,51b).

A estos "Pobres de espíritu" como María y José, se refirió Jesús al decir estremecido de alegría al Padre: "Te bendigo Padre...porque has ocultado estás cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños" Y recordemos que en el Nuevo Testamento, pequeño es sinónimo de discípulo...de Jesús.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 21 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra IV Dom. Adviento (Lc 1,39-45) La Alegría de sentir a Dios.

 



Este Evangelio ayuda muchísimo a quienes queremos ser Discípulos de Jesús, ya que conforme vamos acogiendo sus palabras, tomamos libremente decisiones como: "devolver bien por mal” , nuestra relación con el dinero (Mt 6,24), el pedir perdón (Mt 5,24 ,)…etc,  que los sabios según el mundo no entienden.

La Buena Noticia es que no tenemos que explicar nada...Dios es quien se explica por nosotros y lo vemos hoy en María. Ha dicho sí a Dios; a una propuesta suya que rompe todos los esquemas de la normalidad y también   de la cómoda religiosidad. La vemos entrando en casa de su prima Isabel, cuando, contra todo pronóstico, el Espíritu Santo provoca saltos de alegría en Juan Bautista, en el seno de su madre, que nada sabía del embarazo de María.   Si, Juan Bautista se alegró ante la Presencia de Jesús, en el seno de María. Isabel, movida por el Espíritu Santo, proclamó gozosa estas santas y benditas palabras: ¿De dónde que venga a mí la Madre de mi Señor? (Lc 1,43 ).

 Si, este Evangelio nos mueve a confiar en Dios ya que es Él mismo quien sale garante de nuestra adhesión al Evangelio que tanto escandaliza a "los buenos según la sabiduría del mundo, pero no a la de Dios".

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (XII)

 



 A lo largo de esta serie, hemos preguntado a distintas personas como Gedeón, María de Nazaret, Pablo...etc. donde estaba el Dios en quien creían.

Cerramos el ciclo preguntando a la multitud de Discípulos de Jesús dispersos por el mundo: ¿Dónde está vuestro Dios, que ha hecho por vosotros? Nos responderían que viven en un mundo que les desprecia (Jn 17,14 )  sostenidos por la Fuerza de Dios de la que Pablo nos habló: "Llevamos este tesoro- El Discipulado-  en vasos de barro para que se vea que una Fuerza tan extraordinaria, viene de Dios, no de nosotros...llevamos en nuestros cuerpos el morir de Jesús a fin de que la vida de Jesús resplandezca en nuestro cuerpo (2 Co 4,7-12 ).

 Los Discípulos de Jesús, no somos héroes ni altruistas gigantes, dotados de una prodigiosa generosidad. Somos hombres y mujeres que no nos consideramos mejores que los demás en nuestra forma de servir y actuar y amar. Anunciamos con nuestra vida a Jesús como Aquel que moldea nuestro Discipulado. Somos lo que somos, gracias a la Fuerza de la que nos reviste Jesús, que nos eligió para ser suyos. Dice Pablo: "Por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mi (1 Co 15,10)

 O sea que, si preguntamos a la multitud de los Discípulos anónimos diseminados por el mundo: ¿Dónde está vuestro Dios? Nos darían la misma respuesta que Pablo: ¡Está dentro de mí! Así fue como nos lo dijo:  "Ya no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mi " (Gal 2,20) .

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

lunes, 16 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (XI)

 




 Recordemos; Pablo escuchó Palabras de Vida de la boca del mismo Jesús, que abrieron las puertas de su corazón de hielo, poniendo al descubierto los dioses, a quienes servía y que le esclavizaban. Ante la Luz que tanto le iluminó, preguntó a Jesús: ¿Que tengo que hacer? (Hch 22,10) El soberbio e insolente, como él mismo dijo de sí mismo (1 Tm 1,13) acertó con la tecla adecuada que pone a todo hombre en la verdad ante Dios: Pasar del "voy a hacer" al ¿Qué quieres que haga? Esto implica una relación con Dios honesta, porque está poniendo en sus manos, las riendas de su vida. El Pablo que hacía y deshacía según su corazón, enfermo de soberbias y fanatismos, dio un vuelco transcendental. Acaba de decir a Jesús que ya no tiene planes ni proyectos personales; está abierto al proyecto de Dios. Es como si dijese a Jesús: Nací para ser eterno contigo, solo a ti, quiero amar y servir. Tú has vencido a la muerte y deseas compartir conmigo tu victoria (2 Co 2,14).

 Proclama entonces con el Salmista: "Anunciaré tu misericordia y tu lealtad por todas las edades" (Sl 89,2). En realidad, está diciendo a Jesús...Si no me fío de ti, ¿De quién me voy a fiar? 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 14 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra III Dom. de Adviento (Lc 3,10-18) Señor, Tu eres mi Fuerza

 


Hoy vemos a Juan Bautista llamando a la conversión del corazón a la gente que había ido a escucharle. Es tan grande el impacto que provocan sus palabras, que la multitud piensa que él es el Mesías que esperaban. Juan Bautista les saca de dudas, diciéndoles que él es solo su mensajero; no tiene pues, la Fuerza Divina para cambiar sus corazones de piedra en unos de carne, como había sido profetizado(Ez 36,26-27).

 Jesús, es el Enviado del Padre, para la conversión de nuestro corazón. De sus Palabras emana la Fuerza de Salvación (Rm1,16). Pablo llama a las Palabras de Jesús, el Evangelio de la Gracia (Hch. 20,24).

 Juan Bautista está pues diciéndoles: ¡Yo no tengo Fuerza para cambiaros, Jesús sí!  Él es la Palabra del Padre, que os da la Vida (Jn 1,4)  El mismo Pablo, llama a Jesús: "Fuerza y  Sabiduría de Dios" (1 Co 1,24) Jesús es Fuerza Divina capaz de someter nuestra  muerte y  transfigurarnos: "...Esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará nuestro cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo”  (Fil 3,20b-21).

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (X)

 



Vemos a San Pablo, camino de Damasco. Se considera un hombre fiel a Dios y servidor suyo, pero... ¿Quién es ese dios a quien sirve? Evidentemente no es el Dios Misericordioso y Compasivo que lee en los Salmos, de hecho, se dirige a Damasco para encarcelar a gente cuyo delito es creer que Jesús es el Mesías. Al aproximarse a la ciudad Jesús le derriba del caballo y le pregunta: ¿Por qué me persigues?

 Desde entonces hasta hoy Jesús sigue preguntando a muchos Pablos: ¿Por qué me persigues? ¿Por qué te burlas de mí, me desprecias…etc. en la persona de mis discípulos?  ¿Por qué alimentas con hielo tu alma, si yo soy su Fuego natural? No vengo a ti para castigarte; no es ese mi estilo. Me hago el encontradizo contigo, para recuperarte, para que encuentres tu dignidad perdida. Te has elevado sobre tus cosas; te apoyas en arena. Eres como la estatua de Nabucodonosor: radiante a la vista, pero con pies de barro, que te desplomaran en tierra (Dn 2, 27-35...) Sobre la tierra cayó Pablo, quien, en unos segundos, se jugó su eternidad al ver a lo lejos, el Amor Inmortal, en la llamada de Jesús. Comprendió que se proyectaba sobre él la Luz de la que tanto hablaba, pero que no conocía...

 

(Seguimos...)

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 9 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (IX)

 




 Como vimos, el centurión que dirigió la Crucifixión de Jesús, abrió el camino de conversión de los fanáticos que habían ido al Calvario para insultarle. Avergonzados de su proceder, se alejaron golpeándose el pecho (Lc 23,48). Conversión que se consumó en la predicación de Pedro, el día de Pentecostés. Hacemos memoria de la reacción de estos hombres: "Al oír esto dijeron con el corazón traspasado a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Que hemos de hacer hermanos? Pedro les respondió: ¡Convertíos! … !  (Hch 2,37-38).

Fijémonos bien: Los que se habían burlado de Jesús en el Calvario gritándole: ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Padre?, se dirigen ahora a unos simples pescadores, que también habían sido despreciados, por todos, por ser Discípulos de Jesús.

Fueron los pasos de conversión profetizados por el rey David: "Un corazón contrito y humillado, tú no lo desprecias" (Sl 51,19b) Que nadie os engañe respecto a los pecados de la vida pasada: Cuando Dios perdona, por eso nos regaló el Sacramento de la Confesión nos perdona por completo. (Jn 20,22-23).

¿Dónde está tu Dios? Respondemos: En el Perdón, Misericordia y Amor que colman nuestro corazón.

 

P. Antonio Pavía 

Comunidadmariamadreapostoles. com

sábado, 7 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra Fiesta de María Inmaculada (Lc1,26-38).

 



Una espada atravesó el alma de María 

 

Vemos esta Fiesta desde la relación de María con Dios a la luz de las primeras palabras del Ángel "Alégrate María, llena de Gracia, el Señor está contigo".

Sabemos que en la Espiritualidad Bíblica, Gracia y Palabra son sinónimas, o sea que el Ángel, nos hizo saber, que María llevaba en sus entrañas la Palabra de Dios que escuchaba en la sinagoga o en el Templo, no sólo para   sabérsela sino para: "ser-pertenecer a Dios". Nos la imaginamos pues escuchando la Palabra con el hambre y sed de su alma, apretándola así contra Dios como dice el Salmista (Sl 63,9). Llena de la Palabra y la Gracia escucha la profecía de Simeón sobre ella: "una espada te atravesará el alma " (Lc 2,35). Así, con el alma dolida, atravesada, por el odio de los "hijos de la mentira" (Jn 8,44) llegó al Calvario. Allí María nos hizo ver el principio y la coronación del Discipulado.

Empieza como empezó ella: "El Señor está contigo" y culmina con lo que diría Ella al pie de la Cruz... ¡Y YO CON ÉL! Por eso El Hijo de Dios nos la entregó como Madre...Madre de aquellos que, al pie de la Cruz, reciben el título de: "Discípulos Amados   de Jesús" (Jn 19,25-27). 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (VIII)

 



Dejamos a Jesús escarnecido hasta lo indecible por una turba de " enfermos del alma " que le gritaban fuera de sí: ¿Dónde está tu Dios?

  Dicen que Jesús, no respondió a sus desprecios, pero no es cierto, con un esfuerzo supremo, clavado en la Cruz, alzó sus ojos a lo alto y dijo al Padre: Perdónales...Si Padre, perdónales...  ¡No saben lo que hacen! (Lc 23,34).

  Al pronunciar estas palabras, se abrieron las puertas de nuestro Perdón y también de nuestra Redención. Está fue su respuesta a tantos insultos y blasfemias. A continuación, el mundo, vio brillar su victoria y también la nuestra, al oír al Crucificado decir al Padre: ¡En tus manos encomiendo mi Espíritu! O sea: Abre tus brazos que voy hacia ti (Lc 23,46).

  Los primeros signos de la Victoria de Jesús sobre la Mentira que pisotea nuestras mentes y corazones nos los dio el Centurión al proclamar conmovido: ¡Verdaderamente éste, era el Hijo de Dios! (Mc 15,39).

 !Increíble! El testimonio público de "un pagano” "golpeó de tal modo la conciencia de esos cumplidores blasfemos, que…oigamos lo que escribe Lucas: "Al ver lo sucedido, se volvieron golpeándose el pecho (Lc 23,48), como el publicano (Lc 18,13).


 P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 2 de diciembre de 2024

Partiendo la Palabra ¿Dónde está tu Dios? (VII)

 




Nos quedamos perplejos, con el alma dolorida, ¡al asomarnos al Calvario...! ¡El día de nuestro Perdón y Redención!

Vemos una caterva, asidua a la sinagoga, gritando con saña a Jesús Crucificado: ¿Dónde está tu Dios? Barbaridades parecidas a esta, se las dijeron hasta machacar sus oídos, a lo largo de su Ministerio Mesiánico.

Pero en el Calvario mostraron hasta qué punto puede Satanás, inducir al hombre, que se bebe sus mentiras, a vomitar de sus corazones - vacíos de Dios- semejante manojo de insultos, que pisotearon hasta la saciedad la dignidad de Jesús. Estos hombres, ni siquiera trataban así a sus propios animales. Blasfemias inauditas como: ¡Sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios y baja de la Cruz... ¡A   otros salvó y no puede salvarse a sí mismo...! Que le salve Dios, si es verdad que es Hijo suyo... (Mt 27,40-43).

Nadie ha recibido tantas burlas y desprecios como Jesús, el Hijo de Dios en la Cruz. Nos preguntamos: ¿Que le dolieron más? ¿Los clavos que perforaron sus manos y pies ... o los desprecios sin nombre del pueblo elegido?

De todas formas... El que de una forma u otra no haya despreciado a Jesús Crucificado...que tire la primera piedra. Y... ¡Es tan asombroso, hasta que punto nos ha alcanzado el Perdón de Dios, que...yo estoy escribiendo esto y vosotros leyéndolo... ¡como Discípulos suyos!

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com