Cerramos con broche de oro las Catequesis que hemos dado a lo largo de dos semanas sobre el Salmo 45. Recordemos que Dios dijo a la princesa, que representa el alma: "Olvida tu pueblo y la casa paterna". Dios no está demonizando nuestro entorno familiar, sino a quienes ponen impedimentos para el encuentro entre tu alma y Dios. Recordemos, por ejemplo, la ruptura familiar que tuvieron que hacer San Francisco y Santa Clara para seguir la Voz. Su obediencia a Dios, renovó la Iglesia, que, en esa época, estaba asediada por ambiciones, búsquedas de poderes de este mundo…etc.
Continúa Dios hablando a esta princesa: " ...En su lugar tendrás hijos que nombrarás príncipes por toda la tierra. (Sl 45,17). Estos príncipes por toda la tierra son (somos) los que anunciamos el Evangelio de Jesús de mil maneras: Oralmente, por la Red, siendo "Luz de Jesús para el mundo" (Mt 5,14) ...etc.
P. Antonio Pavía
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