miércoles, 12 de febrero de 2025

Partiendo la Palabra Buscadores de Dios (XII)

 



Los Buscadores de Dios, terminamos siendo Discípulos de su Hijo. Cargamos como Él con el odio del mundo. Así lo expreso Jesús mismo al decir al Padre: "Les he dado tu Palabra y el mundo les ha odiado " (Jn 17,14).

   Es así porque vivir a la sombra de la Palabra de Dios, es decir, de su Sabiduría, descoloca a quienes asientan su vida en las arenas movedizas de la fluctuante sabiduría del mundo. Este desprecio estaba profetizado sobre Jesús y le alcanzó de lleno (Is 53,2-3...).

  La trayectoria de Jesús desde los inicios de su predicación hasta su muerte infame en la Cruz, fue todo un sin sentido de odio, rechazo, humillaciones. Fue objeto de toda una conspiración diabólica con la aceptación de prácticamente toda Jerusalén y que se coronó al pedir la Vida para un asesino (Barrabás) al tiempo que solicitaban la muerte para del "Cordero Inocente".

  Sin embargo, este pueblo oyó con sus propios oídos el "precio de su culto a la Mentira a la que se habían aferrado con tal de no convertirse. Lo vio y lo oyó cuando uno de los malhechores crucificados con Jesús proclamó -para vergüenza de todos ellos- que Aquel a quien habían despreciado, humillado, odiado y por último condenado a muerte era El Señor.  (Lc 23,42) El Padre hizo justicia a su Hijo frente a los hijos de la Mentira, por medio de un malhechor condenado por sus maldades. Así Dios Padre denunció a los verdaderos agentes del mal. La historia nos revela que Dios siempre hizo justicia a los que vivieron en su carne y en su alma el odio del mundo por ser primero Buscadores de Dios y como resultado de su búsqueda, Discípulos de su Hijo. Los Santos canonizados - que son una superínfima parte de los así considerados por Dios, dan fe de que Dios les hizo justicia ante la soberbia de tantos hombres que intentaron aplastarles. Si...no hay duda. Vale la pena buscar a Dios...porque Dios vela por sus Buscadores. 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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