Estaba pensando en las visiones de algunos Santos y místicos sobre el infierno y ¡Jopé! me puse a llorar como una Magdalena... ¡Pufff!, es súper horroroso... Alguien me dirá y ¿Por qué lo lees?, pues porque de algo mortal me tendré que librar...
¿Y qué es eso mortal? Todo
el mundo callado... pero ¡Tenemos, tenemos que salvarnos!!! Ya, ya, pero ¡de
qué! dirán algunos si no se habla del infierno.
Jesús lo mencionaba,
nosotros no... Y millones de personas ni creen ni saben nada de ese “lugar” tan
eterno como el Paraíso.
Alguien me dijo que hablar de
ello no era católico... ¡Vamos a ver!, si la Muerte de Jesús sirvió para
salvarnos, no es precisamente estar salvados, sino que nos podremos salvar del infierno (palabra no pronunciada) que
es cosa bien distinta.
Y como no hay verdadero conocimiento,
la Misericordia infinita ya “no se usa”,
de hecho, ni confesionarios hay... Y así nos va con tanta complacencia y buenos
augurios.
También ayudaría a cuidarnos
más algún comentario sobre las penas del purgatorio; seguro que los cristianos católicos
utilizarían todas las Indulgencias Plenarias y Parciales.
¡La puerta del cielo es muy
ESTRECHA y AMPLIA la senda de la perdición! Senda
que arrastra al terror de las legiones demoniacas, odio extremo y sufrimiento
por siempre jamás.
Unos irán a la derecha de Dios
y otros a su izquierda (Mt 25:31); si no “mostramos” el peligro de la izquierda
¡Cuántos no irán hacia la muerte!!! Más se salvarían por miedo y conocimiento
que por ignorancia y omisión.
Emma Díez Lobo
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