Mi amiga sigue en sus trece...
- (Ella)
Creo en Jesús que está por encima de todo,
pero no en su Iglesia.
-
¿?, no entiendo... Yo conocí a Jesús por su Iglesia, y tú ¿por ciencia infusa?
- A mi me tendieron una trampa como a todos
los creyentes.
-
Aaaaaah, o sea, que te hablaron de Jesús solo para saber su Nombre...y ¿de qué
te vale?
- Tú con tus ideas y yo con las mías...
- ¡Las
mías son del Evangelio, no mías!, las tuyas, no sé porque si tu Jesús no habla...
- Dios es naturaleza, armonía, nada que ver con
Cristo; además ya estoy salvada porque están luchando “ángeles” por mí y ganarán
la batalla.
- Aaaaaah,
Dios es montaña, hierba, sol, y Jesús un ser estupendo... ¡Ya! qué pena ¿no? y
¿para qué te sirve tanto césped o ese Señor? Pero tú tan contenta que “otros” trabajan por
ti ¡Alucinante! Yo batallo solo con la ayuda del Evangelio, no es fácil, pero
es su Palabra.
- Pues pásate a mis creencias, me reúno con gente
así...
- ¡Eso!,
y acabar como tú, hecha un lío absorbiendo ideas de mil mentes... La Fe no es
una parada de metro que dejas para cambiar de tren; prefiero reunirme con Dios,
María y los Santos que tú no tienes, porque en realidad ¿sabes?, no tienes nada.
Y
se marchó con su aborigen mental para seguir buscando sin fin... No tendrá jamás
roca a la que agarrarse, pero es mi amiga...
Emma
Díez Lobo
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