lunes, 21 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra A los pies de Jesús escuchaba su Palabra (V)

 



  Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas; solo una es necesaria, le dice Jesús al oír su protesta, porque su hermana, absorta en escucharle a Él, no la ayudaba. Los que vamos conociendo a Jesús, empezamos como Marta. Primero "nuestras cosas" que sí son importantes; y después cuando nuestra mente está medio embotada, las de Dios, nuestra relación con Él.

Con el tiempo, como pasó con Marta, el Señor va poniendo orden en nuestro corazón, nos va dando su Sabiduría, para dar primacía a nuestra alma y descubrir gracias a ello, nuestra acuciante hambre de Dios. Empezamos por tener la Sabiduría del salmista al decirnos: " Aunque uno viva setenta o hasta ochenta años, la mayor parte son fatiga inútil...se desvanecen. (Sl 90,10 ...).  Es un aviso para quienes incluso sin percatarse de ello, van relegando a Dios como prioridad de su corazón. Una buena noticia es, que a pesar de ello, Jesús repite dos veces en nombre de esta mujer: ¡Marta, Marta!.

 En Israel llamar a una persona, repitiendo como Jesús su nombre, denota un cariño muy especial. Lo mismo hace con nosotros. De mil maneras repite nuestro nombre con el fin de que algún día reaccionemos y.…"Lleguemos a amarle sobre todas nuestras cosas".

 

Seguimos el miércoles 

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapóstoles.com

sábado, 19 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra Dom. XXIX T. Ord. (Marcos 10, 35-45)

 



Dios se da a conocer a los humildes de Corazón

 Qué razón tuvo San Francisco de Asís al decir que lo que más y mejor define el Amor de Dios, es su paciencia con nosotros.  Lo vemos en sus discípulos, los primeros... y los de siempre.

En este Evangelio, Marcos relata la enésima inclinación de sus discípulos hacia el sórdido mundo de sus vanidades. Santiago y Juan expresan a Jesús, el infame deseo que, ya que han dejado todo por seguirle, merecen ocupar un lugar, junto a Él, en su Reino. El enfrentamiento en el grupo está servido y las voces de protesta volaron como puñales.

Este hecho, nos ilumina a todos. ¿Cómo pudieron Santiago y Juan, presumir de que lo habían dejado todo, si sus corazones, ahí estamos todos, era una caverna de ambiciones por ser los primeros avasallando a los demás?

Nos preguntamos si Jesús, no podía haber escogido para el Discipulado, a personas menos ambiciosas, sin vanidades. Pues no, porque Jesús vino al mundo justamente porque el pecado original, que tanto nos atrae, nos deja a todos así de tarados. No había otra solución que la de encarnarse y morir; dejarse clavar en la Cruz, anulando así, nuestros sueños y taras de grandeza.

Miramos a Jesús y oímos que nos dice: "Aprended de mí, ¡¡que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29) !!Aprender viene del verbo prender!! Dejemos hablar a Jesús: Si, prended, guardad mis palabras en vuestro corazón, reducen a la nada vuestras ambiciones y vanidades.

Llevemos hacia nuestro corazón, con amor y humildad, el Evangelio de Jesús. Ese amor y humildad que no tuvieron ni tienen los fariseos a quienes Jesús dijo y dice: "Mis palabras no prenden en vosotros" (Jn 8,37b).

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 16 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra (IV) A los pies de Jesús... su Palabra

 



 

Dejamos a María de Betania con su cuerpo y los oídos de su alma, inclinados ante las palabras de Jesús. No las escuchaba para aprendérselas de memoria, que también, sino para que Jesús las escribiese en su corazón (Jer 31,33). Bien sabía, que solo así, llegaría a ser totalmente suya. Con el Evangelio en sus entrañas podría resplandecer como Luz de Dios al servicio del mundo (Mt 5,14). Ya podemos, entonces vislumbrar su relación con Jesús y comprender mejor nuestra misión como discípulos suyos, a la luz de su anuncio liberador: "Yo soy luz del mundo, el que me sigue, no caminará en tinieblas" (Jn 8,12).

Jesús es... El Resplandor de la Gloria del Padre entre nosotros, y todo aquel que le busca con corazón sincero, es alcanzado por su Glorioso Resplandor. María de Betania inclinada ante Jesús que le daba Palabras de Vida Eterna (Jn 5,68) fue revestida de la Gloria de Dios. ¿Como iba su hermana pensar que podía dejar de lado el "Tabor donde estaba toda ella ...? ¡Atentos...! ¡El Tabor que vivió María de Betania está a nuestro alcance! Jesús así lo ha dispuesto gracias al Evangelio y a la Eucaristía ¡Son nuestro Tabor!

Ambos Evangelio y Eucaristía se complementan..." Se alían” para que los amigos de Dios- lo son los que le buscan incluso, a veces como Abraham, contra toda esperanza - (Rm 4,18) sean también arropados por el Divino Resplandor. Así divinizados, cruzan gloriosos el abismo de la muerte.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 14 de octubre de 2024

A los pies de Jesús, escuchaba su Palabra (III)

 



 

Lo que el Salmista profetizó acerca de María de Betania - recordemos, (Sl 45,11-12) se cumple también en todos los discípulos de Jesús, de ayer, hoy y siempre, por lo que merece un texto exclusivo ya que quien tiene su oído abierto a Dios alcanza una relación con ÉL de tal esplendor e intimidad que sobrepasa este mundo. Relación que solo es posible desde la Fuerza de Dios que reside en el Evangelio. (Rm 1,16). 

Veamos a este respecto y con cierto reparo, la semejanza entre María de Betania y Jesús. Hemos visto a María de Betania con "su oído abierto" a las palabras de Jesús. Por su parte Jesús, tiene su oído permanentemente abierto a la Voz del Padre como fue profetizado: "El Señor me ha dado lengua de discípulo para hacer llegar al cansado una Palabra alentadora. Mañana tras mañana, me abre el oído" (Is 50,4-5...). 

Jesús nos dice que recibe el Evangelio que predica del Padre que le hablaba (Jn 8,28). Esta semejanza, más divina que humana de Jesús con María de Betania es extensible a todos sus discípulos. (Jn 1,9-12). 

Oigamos esto que dice Jesús: "Mi Madre y mis hermanos, son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen" (Mt 12,49-50). Cumplir la Palabra significa llenar el corazón del Evangelio; paso a paso nos llenamos de su Gracia y su Fuerza hasta que lo vamos cumpliendo. (Rm 1,16). 

Recordemos que el Ángel llamo a María de Nazaret: "Llena de Gracia y a continuación la dijo: "El Señor está contigo" con esta Riqueza interior le salió natural decirle "Si a la propuesta de Dios " Por eso es nuestra Madre, que nos enseña el secreto para poder decir ... Si a Dios: ¡Guardando su Palabra!

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 12 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra Mi corazón en tus manos, Señor. Dom XXVIII (Mc 10 17-30)

 



Del Manantial de este Evangelio, se eleva un grito de alerta de Jesús: ¡No podéis servir a Dios y al Dinero! (Mt 6,24). Es una alerta que te invita a escoger, entre una vida, que a pesar de mil y una vueltas, queda bien engarzada, o bien otra en la que el paso del tiempo, hace que se desprendan piezas que la sostenían, incluso erguidamente.

El que sirve-adora a Dios termina siendo por obra y gracia suya, señor de sí mismo y de sus cosas. El que sirve-adora al Dinero llega poco a poco a ser esclavo de sus bienes e incluso anímicamente devorado por ellos.

El joven del Evangelio de hoy, deseaba vivir al lado de Jesús, sin dejar su dependencia del Dinero. Jesús le dio a elegir y toda su buena intención y generosidad se le vino abajo, porque tenía sus bienes atados con grandes nudos a su corazón.

Que Dios nos dé su Sabiduría para valorar nuestra vida, según el concepto que Él tiene del valor, no el nuestro. Jesús nos llama a ser, más que a tener y nuestro acierto es saber que siempre le tendremos a Él.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra A los pies de Jesús, escuchaba su Palabra (II)

 




Hoy vemos la relación existente entre María de Betania que escucha la Palabra y Jesús que cumple su misión, sostenido por la Palabra que escucha de su Padre (Jn 8,28-29). La actitud amorosa de María escuchando a Jesús, está profetizada en este Salmo: "Escucha hija, mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna y el rey (Dios) se prendará de tu belleza" (Sl 45,11,12).

Sabemos que por la escucha de la Palabra, Jesús prende su Fuego en los corazones. (Lc 24,32). La relación profunda con el Evangelio, provoca una experiencia de infinitud, ante la Belleza Inmortal de las Palabras de Vida y Espíritu que Jesús le parte para su crecimiento como discípulo suyo (Jn 6,63b).

Ahora entendemos porque María ni se enteró de los quehaceres y afanes de Marta, su hermana; y es que tenía todo su ser:  alma y cuerpo absortos en Jesús, la Palabra del Padre. Oímos antes al salmista que decía: "Inclina el oído ..." y María estaba toda ella inclinada ante Jesús, no por devoción, sino que como virgen (el alma) llena de Sabiduría, no quería en absoluto perderse ninguna de las Palabras de Vida que Jesús le daba.  A esto se le llama el saber escuchar, cuyo fruto es saber rezar, es decir, saber estar con Dios.

 

P Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 


lunes, 7 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra A los pies de Jesús, escuchaba su Palabra (Lc 10, 38-42)

 


Escuchar la Palabra en la Espiritualidad bíblica implica la actitud y el deseo de obedecer a Dios.

 Los primeros cristianos no escuchaban la Palabra solo para aprenderla, sino sobre todo para llegar a ser hijos de Dios (Jn 1,11-12). Jesús no da a María de Betania que está a sus pies escuchándole, unas recomendaciones o un código de conducta; le está dando "Palabras de Vida Eterna". Esta mujer al escuchar a Jesús, con los oídos del corazón, anticipa, y esto vale para todos los que escuchan la Palabra como ella, la contemplación de la Gloria de Dios, su estancia a en el Cielo.

 En su conversación-catequesis con Nicodemo, Jesús le dice, que nadie ha subido al Cielo, sino el que bajó del Cielo. (Jn 3,1...) Está hablando de sí mismo pues "Está en el Padre y el Padre está en Él” (Jn 14,11) Jesús que viene del Padre, vuelve al Padre en su Ascensión.

 Volviendo a María de Betania, vemos desbordantes de alegría, que Jesús está diciéndonos que la oración contemplativa está al alcance de todos. No es un discurrir sobre etapas, moradas, conquistas...etc. ¡¡No!! María de Betania alcanzó con su amorosa e incondicional escucha, lo que Pablo llamó: "El Evangelio de la Gracia" (Hch 20,24). Por su forma de escuchar, Jesús creó en su alma la Gracia insondable de... ¡La Oración Contemplativa! .

                                     Seguimos el jueves .. 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com