lunes, 31 de mayo de 2021

Aquellos y estos jóvenes

 

El Alto Aragón, regado con la sangre inocente de su Pastor, D. Florentino Asensio, de sus sacerdotes (los curetas de Monzón y otros 215 por beatificar), de sus religiosos (51 claretianos, 18 monjes benedictinos, 5 escolapios, 3 clarisas) y de sus fieles seglares (35) entre ellos el Presidente de la A.C. y el gitano Pelé, pasará a la historia como el en el que se escribió una de las actas más bellas del martirologio de la Iglesia. Desde que llegué a esta bendita tierra regada por la sangre de tantos mártires he visto peregrinar a cientos de jóvenes. Todos se marchan tocados ante el testimonio de esos otros jóvenes que murieron hace 85 años.

Inquebrantables por dentro y por fuera, parecieran de acero inoxidable. ¿Qué movió a estos jóvenes a dar la vida por el Señor? ¿Qué ha ocurrido para que la sensibilidad de los jóvenes españoles haya cambiado tanto? ¿Cómo llegar hoy a los que no frecuentan nuestros ambientes eclesiales? ¿Qué tenemos que ofrecerles? Al joven hoy no le basta tener un conocimiento teórico de Jesús, ni siquiera amarle idealmente, quiere encontrarse personalmente con Él y experimentar que su vida es el mejor regalo para los demás, que cuando se regalan incondicionalmente su vida se torna fecunda, libre, coherente y plena de sentido.

Tengo el presentimiento de que los padres de mi generación que se jactaban de ser ateorros o agnósticos para presumir de progres y modernos, han privado a sus hijos de una de las dimensiones constitutiva de toda persona: la de la trascendencia. La fe no te quita la enfermedad ni las contrariedades que la vida te depara pero te ayuda a mirarlas con las «gafas» de Dios.

La supuesta sociedad del bienestar de la que tanto se han ufanado los gobernantes no ha conseguido que nuestros jóvenes lleguen a ser más autónomos, libres, felices, fecundos y responsables sino que, en la mayoría de los casos, los ha hecho más frágiles, vulnerables y dependientes. Y eso que han sido las generaciones que más oportunidades y medios han tenido. También las mejor preparadas aunque paradójicamente sean carne de cañón del paro o de la emigración.

Estos jóvenes, que lo han tenido todo, te confiesan que muchas veces se sienten solos, incomprendidos, abandonados a su propia suerte, controlados y súper protegidos pero no queridos, escuchados, respetados y valorados. Sienten que son para sus padres, separados en la mayoría de los casos, un estorbo o cuando menos los perciben que andan en «otra guerra». La verdad es que no tengo otras claves que las que ya os he compartido estas semanas: recuperar la contraseña para que nuestros jóvenes puedan volver a conectarse personalmente con Jesucristo. La que nunca me ha fallado, ya os dije, era: angelperezpueyo@setumismo.siempre. Probad a poner vosotros vuestro nombre y me contáis.

Con mi afecto y bendición,

+ Ángel Pérez Pueyo

Obispo de Barbastro-Monzón

domingo, 30 de mayo de 2021

El Espíritu Santo hace todo

 

       

Sin la tercera PERSONA de Dios, ni puedes saber quién es Dios, ni entiendes a su Hijo, ni nada de nada ¡Vamos!, cómo si no tuvieras cerebro.

Él es el Trabajador por excelencia, te hace saber la razón del Hijo. Es como una “Masa-Nube” que se te pega para que entiendas todo.

Sin Él no hay coherencia con respecto al Dios de David personificado en Jesús, que por cierto, los judíos al no creer en la Santísima Trinidad, demuestran que el Espíritu  Santo no les funciona. A ver, sin Él, te quedas “parado” en la antigüedad, por eso les pasa lo que les pasa...

Podrás hacer “edificios o llegar a Saturno” pero sin el Espíritu Santo, de ahí no pasas; podrás aclamar a Dios, a la Virgen, a Jesús, pero sin el Espíritu Santo, no apreciarás ni un párrafo del Evangelio... Todo aquél que desee “ver” a Dios y sentirse junto a Él, quien primero ha de estar contigo es su Espíritu.

Todos nacemos sin esa “Masa-Nube” Santa, solo el Bautismo te La incrusta, pero ¡Ojo! si después no Le invocas, el libro de la Sabiduría para tu alma, se cierra.

Él, no Dios, es quien te borra (TODOS) los pecados, de ahí las manos Consagradas de sus sacerdotes, sin ellos es imposible. Una vez me dijo un sacerdote que con los dedos de la mano pronunciara con frecuencia 5 palabras: “Señor dame tu Espíritu Santo”.   

Él te vuelve la cara al Norte si estás perdido mirando al Sur.   

 Emma Díez Lobo

 

sábado, 29 de mayo de 2021

Fiesta de la Santísima Trinidad

 

 El Evangelio y la Ternura de Dios

 En el Evangelio de hoy  Jesús define la Misión esencial de la Iglesia: Anunciar el Evangelio por todo el mundo. Esta es la razón de ser del  Discipulado.

 Jesús puntualiza que quienes crean en el Evangelio que se les predica, sean bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, proclamando así que son una nueva creación en Dios. Pedro dice que somos reengendrados por el germen incorruptible que es en sí el Evangelio de Jesús (1 Pe 1,23-25).

 Los Apóstoles salieron a predicar el Evangelio de Jesús conscientes de que estaban ofreciendo a los que les escuchaban la vida eterna, como vemos en este texto de Pablo (Hech 13,44-47).

 Bellísima la profecía de este salmista que se cumple en quienes se abrazan a la Palabra que se les predica: "Dios perdona todas tus culpas… rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura" (Sl 103,3-4). Profecía de la que da fe Jesús al decirnos que cuando el hijo pródigo volvió hacia su padre éste..."Corrió, se le echó al cuello y le cubrió de besos". Esta es la línea de salida de todos los discípulos de Jesús.

 P. Antonio Pavía - https://comunidadmariama.blogspot.com/ -

 

 

viernes, 28 de mayo de 2021

Cerca de Dios y del dolor del mundo

 

En la solemnidad de la Santísima Trinidad la Iglesia nos invita a dirigir nuestra mirada y nuestra oración por la vida contemplativa en la Jornada Pro orantibus. Esta iniciativa nos llega en una situación excepcional. Llevamos ya más de un año en que sufrimos los efectos de la pandemia que también se han hecho presentes en nuestras comunidades contemplativas y, en algunas, de manera dramática. Toda esta situación nos ha de hacer descubrir el origen de nuestra vocación, el sentido de la vida contemplativa y la misión que el Señor nos ha confiado.

Continuamente los medios de comunicación han puesto el acento en los cuidados sanitarios y en los medios para afrontar la pandemia. Sin embargo, también llama la atención que se haya ocultado intencionadamente la necesidad de los servicios religiosos para que las personas afectadas pudieran recibir los auxilios divinos. De manera clara se ha querido ocultar la muerte y son muchos los familiares que en los momentos más difíciles ni siquiera pudieron despedirse de los suyos ni garantizarles una asistencia espiritual.

Vivimos verdaderamente en un mundo cada vez más extraño y tan alejado de Dios que acaba por banalizar el hecho de la muerte y el destino eterno de cada persona. Esta nueva situación reclama de manera urgente el visibilizar la vida contemplativa y el contenido de su misión. La vida en el silencio de los claustros, la celebración diaria de la Eucaristía, el rezo de la Liturgia de las Horas, el trabajo oculto y la intercesión constante por todos, ponen de manifiesto en medio de nuestro mundo la primacía de Dios, nos recuerdan cual es el fundamento de nuestra existencia y nos invitan a mirar, más allá de la muerte, hacia un horizonte de esperanza. La muerte, grita la vida contemplativa, ha sido vencida. Somos ciudadanos del cielo y es allí, junto a Dios tres veces santo, donde está nuestra meta y hacia donde hemos de dirigir nuestro deseo. Así nos lo enseña San Pablo: “Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter así todas las cosas” (Flp 3,20-21).

Sin lugar a dudas, un mundo sin Dios es un mundo inhumano que deja sin respuesta los interrogantes más profundos del hombre. En el lema de este año se nos pide estar “cerca de Dios y del dolor del mundo”. Este dolor no se arregla solo proporcionando los medios humanos de todo tipo. Estos son imprescindibles y reclaman la caridad de los cristianos. Sin embargo, la mayor limosna que necesitamos todos es el alivio de Dios y saber que en este exilio no estamos solos. Por eso es necesaria la vida contemplativa que nos recuerda que hemos sido abrazados por el Amor de Dios Padre en su Hijo Jesucristo clavado en la cruz. Jesucristo no se ha reservado nada y es el Amigo que ha dado su vida por nosotros. (Jn 15, 12).

Es el Espíritu Santo quien nos hace decir “Jesús es el Señor” (1Cor 12,3), el vencedor del pecado y de la muerte. Este mismo Espíritu es quien despierta la contemplación en nuestros monasterios y llena de la vida divina a nuestra diócesis de Alcalá de Henares. Por eso, unidos a las comunidades contemplativas de nuestra diócesis, queremos estar cerca de Dios, dejarnos abrazar por el fuego del Espíritu Santo y crecer en Santidad.

Si no fuera así, nuestra Iglesia acabaría siendo una organización humana como otras, sin nada original que aportar a nuestro mundo. En cambio, la cercanía de Dios, la santificación que promueve el Espíritu en nosotros y vuestra esponsalidad virginal, nos hacen heraldos de la Buena Noticia, del evangelio de Jesucristo en quien está depositada toda nuestra esperanza. El es la respuesta para todos los pobres y para el dolor de nuestro mundo. Por eso cada persona tiene el derecho original -y también el deber- de conocerlo como el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6). El es el verdadero samaritano que nos mira con cariño, nos saca de la cuneta, nos pone en su cabalgadura y nos lleva a la posada (la Iglesia) donde seremos curados de las heridas con el aceite y el vino (los sacramentos) y pagará por nosotros con los denarios que representan su donación total en la cruz (Lc 10,25-37).

De ese Amor, como de un manantial, nace la vida consagrada y contemplativa. De ese Amor se alimenta y a El dedica toda su existencia, sabiendo que se ha escogido la mejor parte (Lc 10,42). Toda nuestra diócesis de Alcalá de Henares en esta Jornada Pro orantibus queremos mostrar nuestra gratitud por el tesoro que supone para todos la vida monástica. En este curso, además de los monasterios femeninos, la Providencia de Dios nos ha regalado la presencia de la comunidad contemplativa de las Siervas del Señor y de la Virgen de Matará en el convento de la Purísima Concepción de Torrelaguna y el germen de una comunidad monástica masculina del Instituto del Verbo Encarnado presente en la antigua casa Vedruna también en Torrelaguna, la patria de Cisneros.

Como obispo quiero manifestar una vez más mi cariño, mi gratitud y respeto por todos los monasterios de la diócesis que como María, la Virgen del silencio y de la ocultación, encendéis una luz en las tinieblas de nuestro mundo y sostenéis con vuestra oración la obra evangelizadora de nuestras parroquias y de nuestros movimientos y comunidades cristianas.

Cuando nos disponemos a iniciar los 500 años de la conversión de san Ignacio de Loyola, que estuvo en Alcalá de Henares en los años 1526-1527, le suplicamos que nos regale su espíritu de santidad, su ánimo decidido para el combate cristiano y su voluntad de servicio a Dios: Ad maiorem Dei gloriam.

Con mi bendición

+ Juan Antonio Reig,

Obispo
Complutense

 

jueves, 27 de mayo de 2021

Jesús el Gran Intercesor

 

Un salmista conocedor de la Compasión de Dios le dice: "Pusiste nuestras culpas ante ti… Ten piedad de nosotros…" (Sl 90, 8-13).

Sin duda, recuerda como Moisés se puso entre Dios y el pueblo cuando esté, en el colmo de su necedad, "olvidando" lo que Él había hecho en su favor liberándolos de la esclavitud de Egipto... etc. se hicieron un becerro de oro en el desierto gritando ¡Tú nos libraste del Faraón! (Ex 32, 1).

 Según nosotros Dios tendría que dejar que este pueblo tan necio se pudriera en el desierto. Pero Dios… ¡¡¡no es como nosotros… y suscitó la Intercesión de Moisés que se levantó entre Él y su pueblo alcanzando el perdón!!! La escena no puede ser más bella... Moisés es figura profética de Jesús que levantado en la Cruz -El Calvario fue testigo del pecado más abominable de Humanidad- intercedió por todos los hombres de todos los tiempos: ¡¡Padre perdónales -son tan necios que- no saben lo que hacen!!

 La historia confirma que  Israel  fue una profecía de la degradante necedad de todos ante Dios. Bien, pues vemos a Jesús levantado en la Cruz elevando al Padre la Gran y Definitiva Intercesión acerca de la cual dice Pablo: "- Jesús -. Canceló la nota de cargo que había contra nosotros y la suprimió clavándola en la Cruz" (Col 2, 14).


P. Antonio Pavía-comunidadmariamadreapostoles.com

 

 

miércoles, 26 de mayo de 2021

La UCI y Dios

 

Dios se pasea con túnica blanca entre las camas de UCI y habitaciones de llanto; en sus bolsillos, las oraciones de tantos y en sus ojos, las lágrimas de la tierra... Tiene que decidir qué esperanza se lleva, si la de los seres queridos “evitando” el desenlace o la del hijo postrado que desea un “mundo” sin dolor.   

Mientras Dios se acerca a la cabecera de nuestro amado ofreciéndole sus brazos, nosotros tiramos de los pies con todas nuestras fuerzas... ¡No, no Te lo lleves, espera, dale más tiempo!... Pero lo que Él le ofrece es mucho más.     

Nuestro enfermo quiere que todo acabe, que no suframos, que nuestra Fe sea certera; no habla con palabras sino con ojos cerrados:    

-¡Dejadme libre!, no me despido sino que os espero en mi nueva morada ¿Sabéis?, todo allí es genial, pleno de  concordia, amor, “familia”...  

Y sí, Dios tenía más fuerza y nuestras manos soltaron los pies del amado. El hilo con la tierra se rompe y su Ángel de la Guarda lo recoge para que no tropiece camino al cielo.

El premio le espera entre cortinas de oro, salud, juventud y sentidos. Allí estaba Él otra vez con sus brazos abiertos, mientras nuestros pañuelos plenos de ausencia no veían su inmensa alegría.     

Siempre una pregunta: “Señor, si tanto nos amas ¿Por qué no nos dejaste a éste buen hombre entre nosotros?”.

Siempre la misma respuesta: ¡Porque los milagros que hago salvan almas y él, él es justo y salvo!

In memoriam, hermano

Emma Díez Lobo

martes, 25 de mayo de 2021

Como viento huracanado

 

Parecía un viento huracanado con el que no contaba ninguno de ellos y se les coló por todas las rendijas del miedo que les encerraba a cal y canto. No terminaban de asimilar la ausencia del Maestro. Aquellos discípulos vieron marchar a Jesús, y quedaron así descompuestos y sin el amigo. Trataban de recordar tantas palabras que escucharon al vivo, y no olvidar un sinfín de gestos con los que el Señor había salido al paso de heridas, hambres, abusos, muertes y desencuentros. Pero aquellas palabras ya no salían de los labios de Cristo, sino de la mala memoria de sus vulnerables recuerdos. Y aquellos gestos no eran ya tampoco los que podían ver como un milagro en directo. Por eso, cuando Jesús se despidió de ellos, quedaron de esa manera huérfana, con sus nostalgias a la intemperie y la incertidumbre en los adentros. Así se entiende que estuvieran con las puertas y ventanas cerradas, acorralados por su miedo.

María quiso hacer de esa coyuntura un pretexto. Y les dijo que orasen para dar sentido a su encierro. Pero sobre todo les enseñaría a esperar, poniendo el nombre verdadero a la confianza. La espera era la actitud ante una cita incierta con aquello que dijo el Maestro: que enviaría el Espíritu Santo con su luz y fortaleza, con su sabiduría y consuelo, con la templanza audaz que abre de par en par el escondite de su agujero, sacándolos a la plaza pública donde a plena luz dar testimonio de aquello que durante tres años les entregó de mil modos como un Evangelio. Esto es lo que celebramos los cristianos en Pentecostés, como colofón del tiempo de Pascua con la llegada del Espíritu Santo que se nos prometió. Hoy pueden ser otros nuestros miedos, otras las formas de nuestros escondrijos, y distintos también los temores, las inseguridades, las cobardías y desconsuelos. Pero será siempre el mismo don de aquel Espíritu Santo con el que Jesús vuelve a cumplir su promesa viniendo a nuestro encuentro en el hoy de nuestros días y en el contexto de nuestras circunstancias.

Siguiendo una larga tradición, en el día de Pentecostés procedemos a la ordenación ministerial de unos hermanos a los que hemos acompañado en su formación para este momento. Serán dos sacerdotes y seis diáconos. No deja de ser una inmensa alegría que llena de esperanza las velas de la barca en nuestra travesía con el viento que insufla creadoramente el Buen Dios. Dos sacerdotes que comenzarán su labor de curas ante unas comunidades cristianas tan necesitadas de labios que pronuncien palabras de vida que Dios pone en ellos, y de manos que repartan generosamente las gracias que el Señor quiere regalar a sus hijos a través del ministerio de estos hermanos. Y digo lo mismo de los seis diáconos, tres de los cuales son transitorios, que se prepararán para recibir el año que viene el presbiterado, y otros tres que son diáconos permanentes respondiendo a la llamada recibida sin dejar sus familias y trabajos. Todos ellos, cada cual con el matiz vocacional de su llamada, se ponen al servicio de los demás como ministros de la Buena Noticia que anunciarán de muchas formas como sacerdotes o diáconos. De nuevo hay hambrientos y heridos, que sufren soledad y abandono, manipulación y abuso a los que acudir con esa Palabra que Dios pone en nuestra boca y con esa Gracia que Él distribuye con nuestras pequeñas manos.

Hay una luz que se corresponde con nuestros ojos, una ternura que nuestro desvalimiento sigue aguardando, un bálsamo que alivia y cura nuestras fracturas y desamparos. Es la gracia del Espíritu Santo que a través de estos nuevos sacerdotes y diáconos Dios quiere regalar en este momento de la historia cotidiana. Un Pentecostés alargado que llena nuestra ciudad y nuestro corazón de la verdadera alegría, como ventana abierta a la esperanza.

 + Fr. Jesús Sanz Montes, ofm

Arzobispo de Oviedo

 

lunes, 24 de mayo de 2021

Adoremos a Dios en Espíritu y Verdad

 

 Jesús dice a la Samaritana que Dios quiere ser adorado en espíritu y verdad (Jn 4, 23-24). Él mismo nos enseñará a adorarle así.

 Tengamos en cuenta que en el Antiguo Testamento vemos que Israel adora a Dios postrado en tierra (Sl 95, 6). Fijémonos ahora en Jesús; finalizada la Última Cena se encamina hacia el Huerto de los Olivos para dar el sí definitivo a la voluntad del Padre. Al llegar, cae postrado en tierra como el grano de trigo que echado en tierra muere y da su fruto (Jn 12, 24). Postrado pues en el suelo eleva su mirada al Padre y oró así: ¡Padre mío, si es posible, que pase de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya! (Mt 26, 39).

 Al ofrecer renunciar a su propia voluntad para acoger la voluntad del Padre está diseñando las líneas maestras de la Adoración a Dios en Espíritu y Verdad;  Adoración que en general no va acompañada de desmayos, levitaciones, etc. -eso no es importante en si- sino que al ofrecer nuestra voluntad a Dios se cumplen las palabras de Jesús que nos identifican como Discípulos suyos: "El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará" (Mc 8, 35). He ahí el Manantial que nos permite adorar a Dios en Espíritu y Verdad.

 P. Antonio Pavía

https://comunidadmariama.blogspot.com/

domingo, 23 de mayo de 2021

Jóvenes genuinos (III)

 

Sigo repasando alguno de los contenidos de Christus Vivit y sus postulados para con los jóvenes:

 UN REGALO DE DIOS. Eso es cada joven. La juventud, más que un orgullo, es un regalo de Dios. El papa Francisco confía en que los jóvenes de nuestra Diócesis se valoren tanto a sí mismos, se tomen tan en serio, que busquen su crecimiento espiritual. Como obispo, lo creo, espero y confío. Nuestra PJV tiene clara la espiritualidad (la santidad) de la cual bebe y propone. Es la que toca la vida, tejida de sueños, experiencias, relaciones, proyectos y elecciones. Aun así, nuestra propuesta de espiritualidad debe: Soñar y elegir una sana inquietud, evitar vivir en una continuidad de lamentos, perseguir los sueños. Vivir y experimentar, nunca debilitar esas ganas de nuestros jóvenes, pues es la Palabra de Dios la que les invita a vivir el presente, y no solo a preparar el futuro. Vivir y experimentar los momentos dichosos, también los duros. Amar al Señor, que además de ser un mandamiento, es la consecuencia de toda amistad seria, fiel, firme, estable, que madura con el tiempo y solicita un pacto inquebrantable. La oración, los sacramentos, el contacto con la Palabra de Dios y la comunidad se convierten en desafío y aventura que hace crecer y madurar esta amistad. Vivir la fraternidad; esto es, salir de sí mismo y abrirse a los demás, buscar el bien de los otros, no caer en la tentación del aislamiento de mi fe y de mi persona. Comprometerse, más allá del grupo de amigos, buscando una amistad social amplia e implicativa frente a la nefasta enemistad social, capaz de destruir nuestro mundo, nuestros pueblos, comunidades y hasta la propia familia. En misión valiente, porque los jóvenes son «el ahora de Dios». Se prepara el futuro si se vive bien, con entrega y generosidad, el presente (ChV 178). Jesús no solo envía a algunos (Mc 6,7-13), sino a todos (Lc 10,1-12).

CON Y PARA VOSOTROS. En mis anteriores escritos hice referencia y agradecimiento a las estructuras diocesanas que llevan a cabo la acción evangelizadora con niños, adolescentes y jóvenes. La delegación de Pastoral Juvenil es el brazo que el Obispo tiene para coordinar, proponer, favorecer y crear acciones de evangelización para niños, adolescentes y jóvenes. Nuestra PJ es, necesariamente, un espacio de encuentro, reflexión y comunión gracias a los agentes, las personas que lo hacen posible prestando su tiempo, esfuerzo, proponiendo modelos y formas de trabajo evangelizador entre los jóvenes. Ellos son la vía por la que Dios sigue buscando hacerse presente entre nuestros ingenuos niños, geniales adolescentes y genuinos jóvenes. Pero a veces, estas mediaciones presentan problemas. Quien evangeliza es toda la comunidad diocesana, constituida por personas concretas con distintos carismas, servicios, vocaciones. Estar con los jóvenes nos resulta fundamental, y no queremos quedarnos fuera ni de su tiempo ni de su historia.

Con mi afecto y bendición,

+ Ángel Pérez Pueyo

Obispo de Barbastro-Monzón

 

sábado, 22 de mayo de 2021

Domingo de Pentecostés

 

 Un escriba que sin duda es testigo de la coherencia de Jesús, se acerca a Él y le dice que desea seguirle. Jesús aprovecha la coyuntura para decirle y decirnos a todos que las zorras tienen madrigueras, pero que Él no tiene donde reposar su cabeza (Mt 8,18-20). La cabeza en la antigüedad, simboliza la dignidad  y el honor de una persona. Jesús no tuvo donde reclinar su cabeza ni al nacer ni en su muerte. Con esta respuesta al escriba abre una catequesis fortísima a todos los que desean - deseamos-  ser sus discípulos.

 Él mismo dice enfáticamente que estamos en el mundo pero que no somos del  mundo (Jn 17, 14). Amamos al mundo, de hecho somos su Sal y su Luz (Mt 5, 13-14), pero no nos asentamos en sus  criterios de éxito o realización personal.

 El honor y la dignidad de estar con Jesús, en cuanto a discípulos suyos, son infinitamente más sublimes que lo pasajero que puede darnos el mundo en el que todo pasa.

 Esto es Pentecostés, celebramos que uno llega a ser verdaderamente Discípulo de Jesús solo con su Fuerza y Sabiduría… dicho de otra forma: El Discipulado es una creación del Espíritu Santo.

 P. Antonio Pavía

https://comunidadmariama.blogspot.com/

 

 

 

viernes, 21 de mayo de 2021

Mi corazón en el tuyo Señor

 

 Nos deleitamos con el Fuego de Amor que brota del alma de este salmista. Se dirige en peregrinación a Jerusalén hacia el Templo Santo en el que habita su Dios y Señor. Tal y como dice Jesús que "de la abundancia del corazón rebosan los labios" (Mt 12,34b) nuestro fiel israelita comparte con nosotros algo de las inescrutables riquezas que Dios ha depositado en el cofre de su corazón como por ejemplo esta gloriosa exultación ante su ya cercana llegada al Templo

  "Qué deseables son tus moradas Señor, Dios mío, mi alma se consume y te anhela… mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo..." (Sl 84,2-3).

 Este hombre sabe muy bien lo que quiere cuando sus pasos se encaminan al Templo; es consciente de que va al encuentro del Dios vivo! Sí, el Dios que por estar vivo tiene ojos para ver amorosamente sus aflicciones, tan vivo que tiene un corazón inmensamente compasivo ante sus debilidades, tan tierno que alarga sus manos para acariciar tiernamente sus heridas, tan entrañable que derrama sus consolaciones cuando se abraza a Él desoyendo al voz del dios infame - Satanás - que le dice que no vale la pena... que si ha tenido mala suerte en su vida, que se arregle como pueda.

 Nuestro amigo, es como un enviado de Dios que nos instruye en la oración con verdadera Maestría Espiritual. Nos dice que no vayas a la iglesia para cumplir con Dios pues no necesita nada de ti, menos aún tus cumplimientos a veces tan lánguidos y rutinarios… que vayas a la iglesia porque eres tú el que le necesitas a Él… ¡¡sí, al Dios vivo que está pendiente de ti y te da la vida..!! ¡¡Porque es el Dios Vivo!! 

 

P. Antonio Pavía

https://comunidadmariama.blogspot.com/

 

 

 

jueves, 20 de mayo de 2021

La Paz de aquél día

                                                              

¡Madre mía! He tardado 40 años en entender la Paz que Jesús nos dio aquél día famoso cuando dijo: “Mi paz no es como el hombre la da...” y tanto, y yo venga a pedir. “Quiero paz, quiero paz”, y que no, que nada...  

Porque esa Paz no tenía que ver con una vida sin problemas y dormir como las marmotas, pues no, era una Paz de alma. Si algo te sucedía o te “ibas” antes de tiempo, esa Paz bloqueaba el miedo dándote la seguridad del “éxito”; incluso podrías “marchar” con una sonrisa de confianza. 

Creo que es de las mejores cosas que nos dejó, porque menudo “yuyu” hay con el tema de la muerte; si lo piensas, te paralizas, pero su Paz te dirá: “No tengas miedo,  aquí estoy cómo estuve Yo en los brazos de mi Padre, tu vida continúa”; y  si se trata de un serio conflicto, su Paz te dirá: “Calma, reza y déjalo en mis manos, confía en Mí”.   

Ésta frase: “El siervo no es más que el amo”, también viene al pelo. ¿Qué quiere decir? Muy simple, que si Jesús sufrió lo indecible no vas a ser tú más que Él y llevar una vida súper guay, pues ¡No!, te toca pasarlo canutas (blanco y en botella).    

“Nadie va al paraíso con los ojos secos” (Thomas Adams) pero “El cielo enjuagará tus lágrimas de la tierra” (Emma Díez). No olvides que la Paz de Cristo más que envolver, abriga al alma.   

 Emma Díez Lobo

 

miércoles, 19 de mayo de 2021

Fuente de esperanza

 

 Los antiguos miraban al cielo alto para ver cómo les iría en la tierra abajo, porque dependían sus vidas de que lloviera en sus campos, de que saliera el sol sin abrasarlos, de que las semillas sembradas con sudor pudieran luego crecer hasta hacerse grandes gavillas. Este era el vaivén de una esperanza cotidiana que tenía sus altibajos, mirando al cielo al tiempo que la tierra se labraba. Hoy la esperanza pasa también por otros observatorios. Se puede consultar un programa meteorológico en el propio teléfono móvil, pero también se asoma uno a cómo van los termómetros que miden la bolsa, los índices de paro, las cifras de contagio por una pandemia intrusa. Y así podríamos ir desgranando tantos y tantos puntos en los que se focaliza nuestra mirada.

Pero la esperanza verdadera, no los augurios de nuestras holganzas y deseos serenos, tantas veces no pasa por nuestros controles, nuestras demoscopias electorales, sino por algo diverso que no depende de nosotros. Como cristianos hemos aprendido a crecer en nuestra fe que llena de confianza nuestra vida cuando sabemos que está en las manos bondadosas de un Dios providente; hemos aprendido también a crecer en nuestro amor, cuando éste no es sinónimo de capricho frivolón, ni abuso pactado o no de lo que no debe tener cabida en el corazón; y hemos aprendido a crecer en la esperanza, cuando ponemos nuestra paz no en las circunstancias favorables, sino en el modo distinto de mirarlas y abrazarlas desde la gracia que nunca nos niega Dios.

La comunidad cristiana siempre nos acompaña en estos avatares, nos educa con auténtica pedagogía, para ir construyendo, entre todos, una sociedad distinta en la que se pueda respirar el aire de la libertad, de la paz y la esperanza verdaderas. Sin alharacas ni extrañas pretensiones, queremos acercarnos a cada tramo del camino en este mundo plural y variopinto, para poner nuestra nota distintiva de color que tomamos de la misma paleta cromática de Dios. La Iglesia, que cada día da gracias a Dios por tantas cosas, y cada día sabe pedir perdón también por sus pecados, desde un primer momento ha querido estar cerca de los que peor lo están pasando, de quienes son las víctimas de un sistema herido y de unos inmorales sin remedio. Lo hacemos calladamente, abriendo nuestros centros de acogida para dar techo, para dar alimento, para distribuir ropa y facilitar medicamentos. Es ingente la labor que realizan Cáritas, Manos Unidas, las Conferencias de San Vicente de Paúl, tantas asociaciones católicas, incontables parroquias y las organizaciones que sin ser confesionales tienen en el cristianismo su inspiración y comienzo.

No solo en el terreno social directo, sino también en el preventivo a través de la educación en una visión cristiana de la vida, donde a niños, jóvenes, adultos y ancianos les proponemos un modo de ver las cosas, de abrazarlas, de evaluarlas y discernirlas. El Evangelio nos acerca esa sabiduría de Dios que se hizo historia, gesto y palabra en Jesucristo. Aunque a veces no estamos a la altura de semejante regalo, son el Señor y su Evangelio, la Iglesia en sus dos mil años, quienes representan el referente y la más preciosa compañía. La comunidad cristiana está en medio de este mundo plural y diverso. Con discreción tratamos de mejorar el mundo, esta historia inacabada como una incompleta sinfonía. Lo hacemos desde el testimonio creyente celebrando que Dios está entre nosotros y nos acompaña. Lo hacemos desde la cultura que ha generado tantas obras de arte y literatura, tantas escuelas de pensamiento. Lo hacemos también desde una caridad hecha verdad, abrazo solidario que sale al encuentro de los heridos, de los engañados, de los usados y tirados en la cuneta de la vida. Esta es la fuente de esperanza que nos atrevemos a compartir con nuestros contemporáneos en un domingo dedicado a la Iglesia diocesana, como una Iglesia viva, como una comunidad cristiana.

 

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm

Arzobispo de Oviedo

 

martes, 18 de mayo de 2021

Pedro verdadero hijo de María

 

Hoy vemos a Jesús confirmando la llamada hecha a Pedro a orilla del mar (Jn 21, 1...). El apóstol está marcado por su impotencia de no haber expuesto su vida por Jesús. Imaginamos su profundo estupor cuando Jesús le pregunta: ¿Me amas? El rudo pescador avezado a capear tormentas se estremece por completo y apenas acierta a balbucear: ¡Señor, tú lo sabes todo, sabes que quise amarte y seguirte en tu pasión y no pude! Jesús sin inmutarse le dice: ¡Apacienta mis ovejas! El apóstol queda descolocado por completo… y pensaría: No he podido dar la vida por Él… ¡¡Menos aún por sus ovejas!!

 Jesús sabe lo que se cuece en la mente de Pedro y aun así le propone  tres veces: ¡Apacienta mis ovejas! Ante tanto, tantísimo amor y deferencia de Jesús hacia él Pedro prescinde de sus  criterios humanos y como verdadero hijo de María, le responde: ¡¡Aquí estoy Señor!! Hágase en mí el Pastoreo, según tu Palabra- Propuesta. Con tu Fuerza y tú Gracia podré dar mi vida por tus ovejas (Jn 10, 11). 

 P. Antonio Pavía

https://comunidadmariama.blogspot.com/

 

lunes, 17 de mayo de 2021

Cuando Me haya ido

Aquel día Jesús anunciaba que después de su marcha, cuatro hombres escribirían por inspiración Divina, su Evangelio: “Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad plena... Y os comunicará lo que está por venir”. Y sucedió.

Era el Nuevo Testamento; era Pedro por mandato de Dios a la cabeza de su Iglesia; era la resurrección del hombre y un futuro para la tierra descrito en el Apocalipsis de Juan.

Muchos tenemos en casa esa Verdad, pero no todos la Leen... ¡Por favor!, si cada página es una recomendación, un aviso de precaución o peligro, un aliento, un “no te preocupes si haces las cosas mal”, un cómo rezar y sobrellevar las desgracias, un  cómo puedes entrar por la puerta estrecha del cielo.  

Pues que no, que es más interesante el “último libro de Vargas llosa”, que no digo que no se lea, pero no me digáis que la Biblia no es GENIAL. Hay partes que parecen sacadas de La NASA cuando habla del otro “planeta” al que iremos; de los “Breaking News” que vendrán a poner orden; un sinfín de hechos increíbles y unas parábolas de sabiduría extraordinaria ¡Madre mía, es fantástico!

¡Cuidado, que no todas las biblias vienen del Espíritu Santo! Son sucedáneos ideados por algunos que desean imitar a Dios: Alterando, quitando o aumentando la Palabra infusa. ¡Claro! cómo Dios se “equivoca”, ellos lo hacen mejor...

Solo hay una Biblia Verdadera Universal (mirad que ponga Nihil obstat al principio) y las demás están condenadas en el N.T.   

Emma Díez Lobo


domingo, 16 de mayo de 2021

¿Somos amigos de Jesús?

 

                                                                 

Visto el tema del amor al prójimo... Pues no sé. Quita a tu madre, a tu hijo, a tu amigo y a cuatro más y dime si amas a éste otro prójimo: El que te ha encañonado con una pistola, el que mató a los periodistas en Burkina Faso, el que violó a un niño... Infinitos prójimos indeseables.   

Sí, estamos lejos de cumplir su gran Mandamiento porque millones no lo cumplen. Él si podía amarles ¡era su Padre!, pero para nosotros sería un acto anti natura y Él lo sabe.   

Y entonces ¿Cómo cumplir con lo que nos exige?   

Sí se puede, REZANDO por ellos para remover sus conciencias, para que las atrocidades no sucedan, para que los Ángeles encadenen brazos ejecutores y, sobre todo, para que Dios no tenga que llorar sus condenas porque también son sus hijos.  

Jesús no te pide que les “invites a comer”, te pide oración por ellos para garantizar la paz de los inocentes. ¡Pues mira por donde que eso no lo hacemos!, creemos que no merecen nuestra oración y es todo lo contrario, es por el bien de todos.   

¡Si es que Dios siempre tiene razón! Venga, toca rezar por los malísimos y que Dios nos vea, si no, no entramos en su círculo de amigos cumplidores y eso, eso sí que NO.

- Señor, yo lo hago pero fatal ¿Te vale?

- No  mucho... ¡Anda y reza más de la cuenta porque si no, no te “ajunto”! ¿No te das cuenta de que es por ti si lo haces por ellos?  

Emma Díez Lobo  

 

sábado, 15 de mayo de 2021

La Ascensión del Señor

 

 La Ascensión de Jesús al Padre delante de sus discípulos tiene un bellísimo significado que nos llena de alegría. El Señor culmina su misión en el mundo. Recordemos que antes de su Pasión había dicho  al Padre: "Te he glorificado llevando a cabo la misión que me encomendaste" ( Jn 17,4…).

 En su subida al Padre sus discípulos les confía - y no es que hayan dado la talla - la continuación de su misión: "iluminar a este mundo que yace en tinieblas y sombras de muerte" (Lc 1,79). Sabe que son débiles pero Él les dará su Fuerza y su Sabiduría que engendren en ellos la fidelidad que no tienen,  al tiempo que les promete que jamás les dejara solos, que estará con ellos todos los días (Mt 28, 19-20).

 Dicho esto ya puede subir al Padre pues sus discípulos supieron - ojalá nosotros también - que su subida al Él es preludio de nuestra subida y que su victoria  sobre la muerte es también nuestra victoria.

P. Antonio Pavía

https://comunidadmariama.blogspot.com/

 

Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

 

 En la Solemnidad de la festividad de la Ascensión, este domingo 16 de mayo, la Iglesia celebra con el lema «Ven y lo verás (Jn 1,16). Comunicar encontrando a las personas donde están y como son» la 55 Jornada Mundial de las Comunicaciones. En su mensaje para conmemorar este día el papa Francisco recuerda la importancia de ponerse en marcha con pasión y curiosidad, de salir «de la cómoda presunción de lo ‘ya conocido'».

También el Papa aprovecha la jornada para en su mensaje agradecer el valor de tantos trabajadores de la comunicación.  «Si hoy -dice- conocemos, por ejemplo, la difícil condición de las minorías perseguidas en diversas partes del mundo; si se han denunciado muchos abusos e injusticias contra los pobres y contra la creación; si se han denunciado muchas guerras olvidadas», es gracias a la profesionalidad de periodistas y reporteros, cámaras y comunicadores que nos presentan a personas y hechos que podrían terminar por olvidarse y desaparecer de nuestra percepción de la realidad.

Mensaje de los obispos para las Comunicaciones Sociales

Por su parte, los obispos que forman parte de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales (CECS) también han redactado un mensaje para esta jornada. En su texto «El esfuerzo por encontrar y contar la verdad», los obispos apuntan como en el servicio de la comunicación por ayudar a conocer la realidad y el entorno en que vivimos «está acechado por múltiples peligros», como el caos que ocasionan las noticias falsas, «que se difunden sobre todo en las redes sociales», a la vez que advierten como «limitar el ejercicio del periodismo o señalarlo es limitar y señalar el ejercicio de la libertad».

Los obispos animan a los comunicadores al ejercicio de una labor imprescindible, recordando la responsabilidad que tienen con la verdad y con la sociedad.

 

 

viernes, 14 de mayo de 2021

Si no comes mi Pan...

 

Pues si no comes su Pan no tienes su amistad y, si no te “comes” su Evangelio que es la palabra de su Padre, no hay Pan que te valga.  

Está Escrito (primero la Palabra): “Quien come mi pan... Tendrá vida eterna, haced esto...”. Son dos comidas importantes a engullir como los pavos y si no lo hacemos nos la estamos jugando, por saber, creer y... No hacer caso. Que conste que es por nuestro bien porque a Dios no Le hacemos ninguna falta.

¡Ah!, y lo que está de moda: Comulgar sin confesar (como no hacemos nada raro),  pues estamos cometiendo una grave ofensa. Somos su templo y no podemos hacer lo que nos dé la gana; lo dice el Evangelio, no se lo inventó la Iglesia.

El Pan te hace ver la vida al modo de Dios, ya sé que esta visión nos dura un par de horas, somos así, pero ahí tenemos a su Consagrado para el siguiente perdón y esto se llama Misericordia infinita; que por cierto, en el cuarto de tu casa por mucho que mires al techo con una cruz en la mano esperando la absolución, la Misericordia ni baja ni funciona como muchos creen. No, no  estás perdonado.   

Si deseas darte cuenta de esto, visita al Santísimo; simplemente con mirar un buen rato esa Vela encendida, te acabarás enterando ¡Haz la prueba!!!         

Adoración, Remisión, Pan y “después” Vida eterna. ¿Es difícil?, ¡qué va!, lo difícil es mantenerte sin criticar ni juzgar... ¡Ufff, con los tiempos que corren!   

Emma Diez Lobo