jueves, 31 de marzo de 2022

El nuevo plan

 


                                                                                   

Es curioso cómo los años te traen nuevos planes: Lo que te preocupaba deja de hacerlo, lo que te gustaba, ya no te interesa y lo único que prevalece es lo que siente el corazón.    

Y guardaba tantas cosas... Ilusiones que el tiempo de mi tiempo se llevó antes del disfrute. Pues ¡Vaya un plan! 

Así es, “todo” va desapareciendo, pero Dios va viniendo. Es un cambio silencioso que la mayoría de la juventud no entiende y dice que son cosas de mayores; sí, tal vez y gracias que en algún momento lo sea. Bendigo a los jóvenes que viven con Dios.   

Es como si lo inmaterial comenzara a tener consistencia, color... Nada se esconde en corazón ajeno ni en propio, ahora se ve a través de la “baraja”.      

Es tiempo de consejos y me hace gracia cuando te dicen: “Esa es tu opinión” y tú sabes que ya no son opiniones sino verdades.  

El “plan” ofrece un Evangelio desde dentro y comienzas a ver personas no practicantes que yo antes “criticaba” pero que viven y actúan con corazones de carne, nada que ver con algunos corazones de piedra que se arrodillan en la Iglesia. Como me dijo un amigo: “Él es bueno y caritativo ¿Verdad?, pues es lo que importa”.  

Los años te hacen más sabio sin querer, intuyes y aciertas lo que antes eras incapaz de advertir ¿Más fácil ahora?, ¡más crudo y real!        

Lo intangible se vuelve material y lo tangible invisible ¡Buen plan, mejor plan!

Emma Díez Lobo

miércoles, 30 de marzo de 2022

El Gran Desconocido

 


Sabemos que en buena parte del primer mundo la creencia en Dios se está desvaneciendo. Nos preguntamos cómo hemos llegado a esta situación y qué debemos de hacer los aún creyentes. Nos duele ver cómo es que Dios, que era el alma de nuestros pueblos y ciudades, pasa casi desapercibido.

 Hemos de reconocer que ha habido más empeño en adoctrinar a la gente a base de devociones, que sí son válidas, que en sembrar en sus corazones el Evangelio de Jesús.

 Hemos ofrecido al pueblo de Dios multitud de promesas, visiones, revelaciones... etc., que, siendo buenas, no están a la altura del Evangelio que engendra la fe, como escribe Pablo (Rm 10,17). Sí, la fe firme sobre la Roca, como dice Jesús (Mt 7,24). El Evangelio contiene la Fuerza y la Gracia de Dios que crea en el hombre la Fidelidad a Jesús... y si embargo es... ¡el Gran Desconocido para muchos bautizados!

 Recordemos cuando Jesús multiplicó los panes para toda una multitud hambrienta. Después, al decirles que Él era el Pan Vivo bajado del Cielo, le abandonaron. Entonces preguntó a los suyos si también querían irse y Pedro le respondió: "Señor, Tú tienes palabras de Vida Eterna" (Jn 6,67...).

  Quizás sea esto lo que ha faltado, dar al hombre Palabras de Vida eterna, las propias del Evangelio de Jesús. Esto nos compete a todos... Ánimo, aún estamos a tiempo.

 P. Antonio Pavía

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martes, 29 de marzo de 2022

Almas en peligro

 

                                                                               

Uffff, hay un montón... ¿Pero es que no piensan que se pueden “ir” en cualquier momento?, pues no y más les valdría, pero ¡Claro!, son eternos... 

Yo ya no sé ni qué decir y tampoco es que el tema les interese. ¿Qué podemos hacer? Pablo en Atenas se subía a una montaña, hablaba y le escuchaban, pero si nosotros lo hacemos, viene la ambulancia psiquiátrica y te lleva sin preguntar; a los protestantes en cambio no se los llevan y anda que no pegan gritos.   

¡Jesús!, no tenemos manera de hacer entender. Cada vez somos menos, no sé si es porque nos estamos yendo o porque los de verdad no eran tantos; de todas formas, fieles al Evangelio nunca han sido demasiados; “recuerdo” cuando mal entendían La Palabra”, allá por la edad media y se pasaban 5 pueblos ¡Tampoco es eso!

Dios, efectivamente, nos hace ver los peligros que acechan a las almas; no es una amenaza es que te avisa porque simplemente ocurre y, porque ocurre, te ofrece la posibilidad de salvarte con su Misericordia.  

Pero cómo si hablara en chino... Y después a ¡llorar!!! Y eso que no es nada raro morirse... No entiendo nada, la verdad. Ejemplo: Ayer, junto a mi portal, una chica murió aplastada por su coche cuando quiso pararlo porque se iba hacia atrás... ¿Veis? 

Ni inquisidores ni pasotas, perdón infinito en confesión -antes, entre nosotros-, Comunión y adiós peligro eterno.

Nunca se sabe cuando...

 Emma Díez Lobo

lunes, 28 de marzo de 2022

Maternidad Espiritual

 

Jesús, exhausto sube cargando la Cruz hacia el Calvario. María acompaña sus pasos con la mirada desgarrada. Tres fueron las veces que Jesús fue arrojado al polvo por el peso de la Cruz. Cada uno de sus pasos supuso para ella un auténtico martirio, unos sufrimientos parecidos a las dolorosísimas contracciones que sufre una mujer al dar a luz a su hijo. Llegan a la cima, Jesús es crucificado. El sufrimiento que siente María es indescriptible. Desde lo alto de la Cruz, Jesús, abrazándola con la entrañable ternura de su mirada, señala a Juan y la dice: "Ahí tienes a tu hijo" (Jn 19,25...).

 Fue entonces cuando María entendió todo. En unos segundos que abarcan la eternidad comprendió que las dolorosísimas punzadas, que como puñales herían su alma cada vez que su Hijo caía contra el suelo aplastado por la Cruz, no fueron solo "parecidos" a los provocados por las contracciones de una mujer que está dando a luz... ¡¡Eran sus propios dolores de parto, pues estaba dando a luz a todos los Discípulos Amados de su Hijo a lo largo de la Historia!!

 Por la comunión con los padecimientos de Jesús, recibió de Él la sublime Maternidad Espiritual. Jesús se la otorgó en la mayor Cátedra de la Sabiduría posible: la del Calvario.

 

P. Antonio Pavía

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sábado, 26 de marzo de 2022

Domingo IV Cuaresma

 


 El hijo pródigo y su Padre se abrazaron

 Evangelio del hijo pródigo.


Un padre tiene dos hijos; el menor no está a gusto con él y decide coger sus cosas y marcharse lejos; cree que así podrá sacar más partido de su vida. Pasada "su luna de miel" se topa con la realidad. Su vida está casi a la altura de los animales que cuida.

 Tiene dos opciones:  empecinarse orgullosamente en su malvivir o volver a casa. Decide volver y en su caminar prepara su discurso: "...Padre, no merezco ser hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.". Como todos, de una forma u otra, necesitamos una vuelta sincera a Dios transcribimos este pasaje bíblico: "Jamás se oyó decir a un Dios, fuera de ti que haga tanto por quien espera de Él" (Is 64,3).

 Así es; veamos cómo recibió el Padre a su hijo: "Estando todavía lejos su padre le vio y conmovido echo a correr, se le hecho al cuello y le beso efusivamente...".

 Estas son las sorpresas de Dios; así recibe a todo aquel que despreciando sus mediocridades se vuelve a Él. 

 

P. Antonio Pavía

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viernes, 25 de marzo de 2022

El que escucha a Jesús, aprende a orar

 

Uno de los pasajes más ricos y profundos sobre la oración que nos ofrece el Evangelio es aquél en el que vemos a María la hermana de Lázaro sentada a los pies de Jesús escuchando su Palabra (Lc 10,38...). La escena es bellísima. María a los pies de Jesús escuchándole representa al verdadero buscador de Dios que descubriendo sus huellas en el Evangelio de su Hijo no descansa hasta que su Presencia-Palabra se haga un hueco en su alma. María también representa a las vírgenes sensatas a quienes les urge tener su alcuza llena de aceite (La Palabra Viva) para que las lámparas de sus corazones estén radiantes de luz, tanto los días buenos como los malos.

 María de Betania nos enseña la actitud que hemos de tener ante la Palabra; no se lee de corrido, casi por obligación, sino lentamente, paladeando el Espíritu y Vida que fluyen de ella (Jn 6,63b). Es un escuchar con el alma rendida, enamorada de Jesús, Palabra del Padre, que te mueve a dar crédito a sus palabras, aunque al principio no las entiendas del todo... y cuando das crédito a Jesús en lo que te dice en su Evangelio, ya eres una persona orante; lo eres porque Dios, ya ha abierto en tus entrañas la Fuente de la Vida, que es Él mismo viviendo en ti (Jn 14,23). Entonces... ya no necesitarás ningún maestro que te enseñe a Adorar a Dios en espíritu y verdad (Jn 4,23-24).

 No necesitarás ni maestro ni cursos ni libros, tan solo la Palabra, el Evangelio porque El Maestro ya vive en ti.

 P. Antonio Pavía

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jueves, 24 de marzo de 2022

Nada permanece

 


                                

                             

... Ahora Ucrania... Nada permanece, pero “al final” tampoco lo hará Rusia. A los corazones inocentes de bien, les queda la Fe, la esperanza y saberse unido a Dios en la adversidad.    

La Escritura está llena de dolor que el hombre infringe; es un perfecto retrato de la vida pasada, de hoy y de mañana.

El espejo de toda maldad se vive en la Cuaresma, maldad condenada pero no evitada por causa de la libertad inalienable. Vimos la peor injusticia con Jesús a la vez que la mayor Misericordia desde la Cruz -en manos Consagradas para el mundo, según Su Palabra-.        

Somos tan libres como para destruir el mundo o amarlo; tan libres como querer ganar el cielo o rechazarlo. Dios no se mete en nuestra libertad, no lo hizo con los asesinos de su Hijo... Aunque a veces conceda milagros.

¡Qué fácil es hablar de paz desde un escritorio sin guerra!, pero pienso en María y en cómo llevó su desdicha. Ojalá lo siga recordando si la desolación llegara a mi país.          

La rutina ya no es el modo de vida por excelencia, ahora es el sobresalto y el miedo. Es “una tras otra”, un no descansar de males que hieren, pero con la Gracia de Dios, se ganan batallas en el alma y en la “calle”.      

Si la guerra por maldad es provocada, la defensa de los que luchan por su libertad, es bendecida.

Que nadie ose tener paz sin protegerla y que Dios nos acompañe.    

Madrid, marzo 2022

 

Emma Díez Lobo

miércoles, 23 de marzo de 2022

El Amor de Pedro a Jesús

 


En la noche de su Pasión, Jesús anuncia a sus discípulos que se van a escandalizar de Él; inmediatamente saltó Pedro: "Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré" (Mt 26,33). Sabemos la respuesta de Jesús: Esta noche me negarás tres veces. Así fue. Analicemos este hecho.  Pedro sí ama, y mucho, a Jesús, pero aún no ha recibido la Gracia de dar su vida por Él, por eso flaqueó a la hora de la prueba. Veamos la debilidad de Pedro a la luz de este texto de Juan: " Amemos a Dios porque Él nos amó primero " (1 Jn 4,19). Extrapolamos este pasaje. Pedro aún no puede dar su vida por Jesús porque éste aún no la ha dado por él; es decir que Él tiene que adelantarse dándola primero.  Una vez que la entrego por él, y por todos, revistió todo su ser de su Espíritu de Fuerza y de Gracia. Resucitado va a su encuentro y posando su mirada en él, que la tenía huidiza, le pregunta tres veces: "Pedro, ¿me amas? (Jn 21,15...). Le estás anunciando que sí, que no necesita sus promesas, que el tiempo desgasta; ¡que ya puede dar su vida por Él! Pedro queda sobrecogido... ¡¡Se da cuenta de que Jesús ha tomado sobre sus espaldas sus incoherencias y ha sembrado en su alma!! Su Fuerza, ¡¡la de Dios!!

 Ahora sí... ya puede declarar su amor incondicional al Hijo de Dios, ya puede decirle, y así lo hace: ¡Señor, tú lo sabes todo, sabes que te amo! Has infundido en mi tu Espíritu, ya puedo dar mi vida por ti y recuperarla, como tú. (Jn 10,18).

 A ti que lees esto; si ya eres consciente de que Jesús ha dado su vida por ti, ya estás en condiciones de que te pregunte cómo a Pedro: ¿Me amas...?

 P. Antonio Pavía

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sábado, 19 de marzo de 2022

Domingo III de Cuaresma

 

¡Señor quiero serte fiel!

 Israel es la viña de Dios, la higuera simboliza su Palabra; esto nos ayuda a entender mejor el Evangelio de hoy. El dueño de la viña no encontró fruto en la higuera. Israel que se enorgullece de ser el depositario de la Palabra de Dios no ha dado fruto. El dueño insta al encargado: si no ha dado fruto en tres años, arráncala. El encargado, que es Jesús, le responde: Es cierto, llevo tres años predicando el Evangelio y ni siquiera mis discípulos han dado fruto, discuten sin parar sobre quién es el mayor, pero añade; espera que falta lo más importante: voy a dar mi vida por todos los hombres para que puedan dar fruto. Al morir, Jesús grito al Padre: ¡Todo está cumplido! (Jn 19,34). Su Palabra está cumplida. Con su muerte, Jesús, el "Lleno de gracia y de verdad" (Jn 1,14b), nos dejó en el Evangelio "su plenitud de gracia y de verdad".

 Ya podemos dar fruto porque el Evangelio es el que crea en el hombre la fidelidad a Dios.

 

P. Antonio Pavía

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viernes, 18 de marzo de 2022

Padres

 


                                                                                        

 Padre es ese hombre que tiene una cara con la que no puedes jugar, pero te sientes seguro; es la imagen del que siempre lleva razón y si no la lleva, te callas y “la lleva”; es ese hombre que ves y no ves porque casi nunca está; el que resuelve problemas y no descansa hasta dormir; el que relaja su espalda “cargada” y no habla demasiado; el que se fue de la vida dejando linaje ¡Nuestro pilar!  

El mundo está lleno de padres de verdad -los hay de mentira-, son ellos, los de verdad a quienes dedico este día de S. José porque son y fueron “Josés”; que por su amor, esfuerzo y trabajo pido a Dios perdone sus errores.

Nunca tuvieron demasiado tiempo para ellos, pero sí para enseñar con su ejemplo de qué va la vida; nos procuraron infancias en paz, formación, estudios y experiencia. Unos, trabajando de sol a sol; bajo tierra o sobre mares; levantando el País de mil maneras, pero siempre con la mente en sus hogares.      

Fueron, son y serán los que están al “quite” de cualquier arbitrariedad. Ninguno ceja en tender su mano y consejo hasta que no puede más, y es entonces cuando llega el turno agradecido de nuestra dedicación a ellos.          

Mi homenaje por excelencia a esos padres que, más allá de la razón y con ella, son llamados a filas en defensa de las libertades de “todos” los hijos. Qué Dios les guarde y salve.   

Emma Diez Lobo

   

jueves, 17 de marzo de 2022

«Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino»


 «Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino» es el lema que centrará este año el Día del Seminario. La Iglesia celebra esta jornada el 19 de marzo, solemnidad de San José. En las comunidades autónomas en las que no es festivo, se celebra el domingo más cercano. En este caso, el 20 de marzo. 

La Subcomisión Episcopal para los Seminarios ha elaborado los materiales para apoyar la celebración de esta Jornada, que cada año se presenta como una ocasión para pedir, dar gracias y mostrar nuestra cercanía con los seminaristas, sus formadores y las vocaciones sacerdotales.   

«Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino», lema de este año

El lema del Día del Seminario 2022 se inspira en el proceso sinodal en el que está inmersa la Iglesia. Así se explica en la reflexión teológica que se incluye entre los materiales. Y matiza, «el Sínodo universal en el que nos encontramos nos hace a todos ponernos en camino juntos».

Junto al Sínodo, dos palabras: sacerdotes y servicio. Sacerdotes, en plural, «recordándonos el sentido del seminario y llamándonos a acrecentar nuestra fraternidad. Los sacerdotes no hemos sido llamados para estar solos. El seminario nos enseña la importancia de la comunidad y la necesidad de vivir una sana fraternidad».

Además, se presenta la vocación sacerdotal como servicio. En el seminario, «los seminaristas aprenden a vivir el servicio y a servir a los hermanos, como parte integrante y fundamental de la vocación. Los intereses egoístas y el provecho propio han de desterrarse y deben dejar lugar al desarrollo de una vocación recibida para ser entregada. Solo desde la entrega la vocación recibe todo su sentido».

Y resume, «si decíamos que el ejemplo de la fraternidad sacerdotal constituye un impulso para los jóvenes que se plantean la vocación sacerdotal, también podemos afirmar que el testimonio de una vida entregada en el servicio infunde ánimos en el corazón de los jóvenes, deseosos de entregarse por completo a una tarea apasionante».  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



miércoles, 16 de marzo de 2022

Mi amigo, mi otro yo

 


San Pablo dice que Jesús es la Sabiduría de Dios (1 Co 1,24).

 Los primeros cristianos sabían que Jesús era "La Palabra del Padre" por lo que podemos afirmar que Jesús es la Sabiduría del Padre que viene a nuestro encuentro cada vez que leemos y escuchamos hambrientos su Evangelio. Esto reviste vital importancia a la luz del siguiente pasaje bíblico: "Esta -la Sabiduría- entrando en las almas santas forma en ellas amigos de Dios" (Sb 7,27…). Almas santas son aquellas que buscan incansablemente a Dios como la Fuente de su vida.

 Respecto a que la Sabiduría convierte a estos buscadores en amigos de Dios oigamos esto que dice Jesús a sus discípulos: "A vosotros os llamo amigos porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer" (Jn 15,15b). Jesús abre su corazón a los suyos y confidencialmente les hace saber que todo lo que su Padre le ha hablado al oído se lo ha anunciado a ellos: El Santo Evangelio que brotó como Manantial de Aguas Vivas del corazón del Padre hacia el suyo, y del suyo hacia su boca de donde brotó con su predicación (Jn 12,49-50). Es por eso que les llamo y nos llama también a nosotros sus amigos. Tengamos en cuenta que, en la Espiritualidad Bíblica, la palabra amigo significa "mi otro yo" por lo que podemos afirmar que todo aquel que vive abrazado al Evangelio, es considerado por Jesús como "Su otro yo…".

 P. Antonio Pavía

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martes, 15 de marzo de 2022

15 minutos

 


                                                                                        

 Aunque parezca baladí lo que voy a escribir, en verdad no lo es. Me puse a meditar muy seriamente sobre la Hostia que iban a poner en mi lengua y...  

Me preparé para recibirLa después de confesar ¡Madre mía! Tenía a mi Dios real conmigo, físicamente y por un tiempo corto, pero conmigo... Ya no estaba en mi mente ni en mi creencia, Le podía tocar...   

¡Por 15 minutos! Increíble, Le dije que no se marchara que se quedara un poco más, pero según S. Felipe Neri, es el tiempo que permanece dentro del alma. Con razón a la media hora ya estaba criticando...  ¡Irremediable!

Pena tener la Iglesia tan apartada -me cuesta respirar cuando camino- pero quiero volver. Si pudiera estaría Comulgando cada 15 minutos para no tener que confesar continuamente. Cuando el cura me ve debe decir ¡Otra vez la misma!... Y me da apuro, siempre soy la que llama a la Sacristía, los confesionarios ya no están y no veo a nadie más que a mí.

Pienso que “la gente” es cuasi perfecta o no se da cuenta de Quien se apropia de su alma. Tal vez me pase, tal vez no llegue, pero siempre me siento “rellena de pecados”; no hay un solo día que me asemeje a Pablo ¡Qué va!, más bien me parezco a los ajos que se repiten y repiten...

Soy un ajo con alma menos al Comulgar ¡Jesús, no tengo solución!, pero Dios quiere mi alma, aunque huela a ajo después de 15 minutos.

 Emma Díez Lobo

lunes, 14 de marzo de 2022

En tu Luz vemos la luz

 

 Hasta el más escéptico de los hombres que se empecina en negar la existencia de Dios percibe, a pesar suyo, ráfagas de transcendencia que golpean la fortaleza en la que protege su increencia. Ráfagas como, por ejemplo: ¿realmente solo hay la nada después de la muerte? A esta pregunta le sucede un deseo tantas veces arrinconado: ¿si Dios existe, ¿Cómo encontrarle?

 Una respuesta a esta pregunta que llevamos escrita en nuestra alma nos la ofrece este salmista: "En ti está la fuente de agua viva y en tu Luz vemos la luz" (Sl 36,10). No es que la intuición de este salmista convenza a los escépticos, pero sí empieza a minar sus convicciones; de hecho, algunos se asoman a sus interioridades y se abren a una vida Transcendente.

Juan, en el Prólogo de su Evangelio, nos ofrece el pleno sentido de la intuición del salmista: "La Palabra es la Luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (Jn 1,9). La Luz verdadera, es decir, la que ilumina nuestras tinieblas, la que abre los ojos de nuestra alma, como diría San Agustín, y nos pone en comunión con "el Dios vivo" (Sl 42,3). Es en definitiva la Luz que guía nuestros pasos hacia la Vida que todos buscamos consciente o inconscientemente.

 P. Antonio Pavía

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domingo, 13 de marzo de 2022

Mucho lavarse...

 

Lo de siempre, mucho lavarse por fuera, pero por “dentro” ... ¡Válgame Dios! Esto lo dijo Jesús cuando es invitado a comer a casa de un fariseo y le pasan el cacerolo para lavarse las manos -costumbre judía-. No tengo la menor duda de que aquellas palabras de reprobación, debieron sentar fatal.       

¿De qué te vale relucir por fuera si estás lleno de pecados (lejos de Dios)? Pues de nada, las costumbres ancestrales que salen de los hombres, por santos que sean, son de los hombres... Lavarse las manos no purifica el alma, te quita bacterias y ya.     

Es lo que tiene ser hipócrita, la mentira revestida de “buena apariencia”. Dios les señaló entonces y a veces es a nosotros a quien señala. Seamos francos en todas las ocasiones y si cae mal, pues cae... La Verdad y el cielo, están unidos.

Veo fariseos todos los días, pongo por caso, esos que se sientan en Parlamentos creando pobreza; son los eternos y falsos prometedores de acabar con ella y por eso la engendran. La constante hipocresía les mantiene en el Poder.                

Aléjate de los mentirosos, de los que derriban cruces y odian tu fe; de los que van en “Bugatti” a tu costa y huelen a jabón. Escuchar al demonio, vivir con él y llevarle de copiloto, les priva.   

Límpiate de toda maldad confesando tus pecados ante Dios y después te “lavas las manos” … No antes.    

Emma Díez Lobo

sábado, 12 de marzo de 2022

Domingo II de Cuaresma

 

¿Cómo Resucitamos?

 El Evangelio de hoy, narra la Transfiguración de Jesús; junto a Él están Moisés y Elías, también transfigurados, piedras angulares de Israel. Con esta visión en el monte Tabor, Jesús quiere mostrarnos a todos, representados por Pedro, Santiago y Juan, como resucitan "los que mueren en Él Señor" (Ap 14,13).

 Ya en otro pasaje Jesús había anunciado que... "los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre" (Mt 13,43). Fijémonos que no dice en el Reino del Padre, ni de mi Padre… sino de "su Padre", toda una declaración de intenciones. Los primeros cristianos no fantaseaban acerca del paso de su cuerpo corruptible a uno incorruptible; bien sabían que a su muerte participarían de la Gloria de su Señor Resucitado. Leamos este testimonio de Pablo: "... El cual -Jesús- transfigurará nuestro cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo" (Fil 3,21) ... y también este: "Cuando aparezca Cristo, Vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con Él" (Col 3,4). En la transfiguración de Jesús se oyó la Voz del Padre, dándonos su único Mandamiento a lo largo de todo el Evangelio: "Este es mi Hijo amado ¡Escuchadle!". Sí, escuchemos a Jesús pues fue su Padre el que susurró al oído El Evangelio de la Vida Eterna que nos predicó. 

 P. Antonio Pavía

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viernes, 11 de marzo de 2022

TV

 


                                                                                              

 Hay canales endemoniados en la TV que convierten lo malo e inmoral en “progreso”, bueno y saludable. La falta de principios y valores son los protagonistas con un ranking del 30%.

La moralidad va desapareciendo para que sutilmente lo extraordinario ocupe las pantallas: ¿Más erotismo que decencia?, ¿más eutanasia y aborto que velar por la vida?, ¿más tatuados que sin tatuar?, ¿más mentira y odio que perdón y bondad?, ¿más chismorreo y crítica que bien decir?, ¿más ignorancia que sabiduría? No escucho hablar de honor, esperanza, consuelo, de perdón ni de AMOR.  

Es lo que toca en “Prime time” … Sí, es lo que hay y toca porque la maldad se extiende camuflada. ¡Pobre gente que no se resiste a los “manjares” infernales! La falta de conciencia de lo que ven y viven, les va uniendo al espectáculo de protagonistas que por dinero vitorean actos destructivos, pero ¡Cómo entretiene!

No saben lo que hablan cuando dicen que desde el cielo son acompañados por los seres que se van “del teatro” al que pertenecían; no tienen la menor idea de lo que el cielo significa ni de que las llamas son la compañía del alma. Auguro que ni una misa...

 - Perdón ¿Misas?, Eso no se lleva...               

Pobreza de espíritu que el mundo procura y mucha TV expande... Pero no, aún no es el final, llegarán tiempos peores con mayor maldad para que los Escritos de Juan se cumplan.   

Aunque no seamos demasiados, hagamos boicot a esta TV infame... Dios nos ve cambiar de canal...    

 

      Emma Díez Lobo

 

jueves, 10 de marzo de 2022

Por el honor de su Nombre

 

  Frecuentemente vemos en la Escritura esta rúbrica que acompaña las promesas hechas por Dios a su pueblo o a alguien en particular: "Por el honor de mi Nombre". Está rúbrica asegura que Dios cumplirá su promesa pues de no ser así, su honor quedaría en entredicho. Nos asomamos al Salmo del Buen Pastor y vemos que su autor, inspirado por Dios, adelanta proféticamente el bellísimo pastoreo que el Mesías hará con sus discípulos. El salmista declara que El Señor es su Pastor y por eso nada le faltará: le llevará por verdes praderas -los verdes prados de la Palabra, comenta San Agustín-, le conducirá a fuentes reparadoras, confortará su alma…, e incluso cuando vaya por valles de tinieblas no temerá porque Él le acompaña... y lo hará por el honor de su nombre... etc. (Sl 22).

  Sabemos que el Antiguo Testamento es, en general, una macro profecía sobre el Mesías, Jesús y por eso podemos afirmar que sus promesas están certificadas por la rúbrica señalada: "Por el honor de mi Nombre" aunque no esté explicitada. Por ejemplo, al llamar a sus primeros discípulos, hombres que no distinguían la mano derecha de la izquierda, les prometió: "Os haré llegar a ser pescadores de hombres" (Mc 1,16-17). Lo prometió y lo cumplió con todos. Con todos incluso con Pedro, más no con Judas pues prefirió la muerte antes que ser perdonado y abrazado por Él, por Jesús.

  

P. Antonio Pavía 

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