El hijo pródigo y
su Padre se abrazaron
Evangelio del
hijo pródigo.
Un padre tiene
dos hijos; el menor no está a gusto con él y decide coger sus cosas y marcharse
lejos; cree que así podrá sacar más partido de su vida. Pasada "su luna de
miel" se topa con la realidad. Su vida está casi a la altura de los
animales que cuida.
Tiene dos
opciones: empecinarse orgullosamente en su malvivir o volver a casa.
Decide volver y en su caminar prepara su discurso: "...Padre, no merezco
ser hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.". Como todos, de una
forma u otra, necesitamos una vuelta sincera a Dios transcribimos este pasaje
bíblico: "Jamás se oyó decir a un Dios, fuera de ti que haga tanto por
quien espera de Él" (Is 64,3).
Así es; veamos
cómo recibió el Padre a su hijo: "Estando todavía lejos su padre le vio y
conmovido echo a correr, se le hecho al cuello y le beso efusivamente...".
Estas son las
sorpresas de Dios; así recibe a todo aquel que despreciando sus mediocridades
se vuelve a Él.
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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