miércoles, 21 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra (Jn 12,20-32) Si el grano de trigo no muere (XIV)

 




Fijamos nuestros ojos en Jesús Crucificado y vemos que fue en el Calvario donde nos atrajo a todos. Si, fue allí donde Israel y Roma, representantes de los pueblos de la tierra le reconocieron como él Hijo de Dios. El centurión romano que dirigió la ejecución de Jesús proclamó: "Verdaderamente este era Hijo de Dios" (Mc 15,39). También Dimas uno de los ladrones, que representa lo más ínfimo del ser humano al buscar situarse en la vida a costa de hacer el mal a los demás dio testimonio de Jesús. A pesar de su bajeza moral tuvo conciencia de la inocencia de Jesús, y con ella la Sabiduría para proclamar que era Rey de los Cielos. También tuvo la "Santa Audacia" para suplicarle: ¡Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino! (Lc 23,42).

 Por último, los escribas y fariseos que espolearon a la multitud para burlarse con una maldad inhumana de Jesús Crucificado, (Lc 23,35-48) al ser testigos del perdón de Jesús (Lc 23,34)"Se volvieron del Calvario golpeándose el pecho".

Con su actitud prepararon sus corazones a la acogida de la primera predicación de la Iglesia, que les llegó tan al corazón...que dijeron a Pedro... ¿Qué tenemos que hacer? (Hch 2,37...). 

!... ¡Atraeré a todos hacia mí, dijo Jesús! Vimos que los atrajo. Nos sigue atrayendo. Y… ¿Nos dejaremos atraer por Él? O …" vamos a nuestro aire …"

P. Antonio Pavía 

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lunes, 19 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra XIII Si el grano de trigo no muere... (Jn 12,20-32) (XIII)

 



Hemos visto las reticencias de todo hombre ante la Verdad, o lo que es lo mismo ante Jesús: Camino, Verdad y Vida. No hacen falta grandes exámenes de conciencia para saber qué al igual que Israel, tenemos una fuerte querencia hacia la infidelidad con Dios, como dijo él profeta Oseas. (Os 11,7). Entonces... ¿Qué puede hacer Dios cuando tanto sacrificio y holocausto no pueden curar nuestra doblez de corazón? Escuchamos esta "conversación" entre Dios Padre y su Hijo, abordando este problema: " Rechazaste sacrificio y oblación, pero me abriste el oído” y entonces te dije: ¡Padre mío envíame...yo haré tú voluntad! (Sl 40,7-9 ...Y la voluntad de Dios es salvar al hombre. (Jn 3,16-17).

 Así fue: Jesús dio los pasos para nuestra salvación: nació, cargó con nuestras querencias venenosas, y las sometió, al dejarse crucificar con ellas (Jn 10,17-18).

Sus discípulos atamos a nuestro corazón la Infinita Grandeza de su entrega así testificada: "Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Jn 12,32). 

 

P. Antonio Pavía 

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sábado, 17 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra El Resplandor del Alma Dm. (V) Pascua (Jn 13,31-33a- 34-35)

 




 

Jesús nos habla hoy de su Glorificación, y que es su Padre quien le glorifica. Es un texto muy esperanzador; sin embargo, nos extraña que de pronto, aparezca la figura de Judas, dispuesto a consumar su traición a Jesús. Esto certifica que, como dice Isaías, nuestros caminos no son los caminos de Dios y nuestros pensamientos tampoco. (Is 55,8).

 En su misión de abrirnos una puerta de acceso al Padre, Jesús destruye el poder del pecado en el Calvario.  Le vemos Crucificado, sumido en su agonía. El demonio ya canta su victoria. Cuando está a punto de festejar su triunfo, Jesús anuncia su victoria sobre el mal al decir al Padre: ¡En tus manos encomiendo mi Espíritu (Lc 23,46)!

 El Humillado y Despreciado por excelencia fue glorificado por su Padre, resucitándole. Respecto a nosotros, Jesús nos dice: "El que se humille será ensalzado" (Mt 23,12). La Escritura utiliza el mismo verbo para referirse a glorificar o ensalzar a alguien. Ojalá seamos sabios y dejemos actuar a Dios para alcanzar... "el Resplandor de nuestra Alma".

 

P. Antonio Pavía 

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miércoles, 14 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra XII Si el grano de trigo no muere (Jn12,20 32)(XII)

 



Vimos que la fe, se apoya en las obras que Dios hace en ti En realidad tendríamos que decir que se fundamenta en las obras que dejamos que Dios haga en nosotros. Dirigimos nuestra mirada hacia María de Nazaret a la que Jesús nombró Madre de sus discípulos. (Jn 19,26-27).

 Recordemos que, en el anuncio del Ángel Gabriel, este invitó a María a poner sus planes y razonamientos en las manos de Dios, que la había escogido para encarnar a su Hijo en el mundo. El programa de vida que José y María habían trazado con tanto esmero y rectitud, quedó de lado, y ella dijo al ángel:  renuncio a mis planes para que Dios pueda hacer su Palabra en mí.

Sabemos que Israel fue escogido, protegido y conducido por Dios al ritmo de sus obras maravillosas. Aun así, Israel se resistió a fiarse completamente en Dios; María y también José, sí. Vemos a María alabando, también en nombre de José, y proclamando en el Magníficat las maravillas hechas por Dios que como he dicho son el núcleo de la fe seria, adulta. (Lc 1,46-55)

 Esta es también la fe de los hijos de María; no vayamos tras cantos de sirena...

 

P. Antonio Pavía 

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lunes, 12 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano te trigo no muere (Jn 12,20-32)(XI)

 

 



 Recordemos la Voz del Padre: "Le he glorificado y le glorificare" ...y la puntualización de Jesús:

"Está Voz no ha venido por mí, sino por vosotros".

Jesús está iluminando a sus discípulos, de todos los tiempos, acerca de la cerrazón de Israel ante la Voz de Dios que no deja de insistir en que aparque su terquedad y acoja su Voluntad. Oigamos por ejemplo la exhortación que le hace por medio del salmista: "Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón...como hicieron vuestros padres en el desierto... (Sl 95,8-9).

 Dios hizo maravillas en su pueblo, sacándoles de Egipto, en el desierto, en la conquista de la Tierra Prometida.... etc. El hecho es que con frecuencia también nosotros vamos tras nuestras palabras, en detrimento de las de Dios. El hecho es que dejamos de lado el cuidado de Dios a cambio de los caprichos del corazón. Fijémonos que Jesús hacía milagros: curaba leprosos, ciegos, sordos...etc.

Eran milagros que profetas como por ejemplo Isaías, señalaban la autenticidad del Mesías. Aun así, no creyeron en Jesús. La cuestión es que para creer verdaderamente en Jesús hemos de caminar juntos con Él, como discípulos suyos. Es entonces cuando El hace en ti su Obra Maestra: El Discipulado. Obra que hace con sus propias manos.

Me explico: nosotros somos barro. Jesús con un cariño entrañable toma el barro en sus manos, que son su Evangelio, y poco a poco; Catequesis tras Catequesis va perfilando en nosotros a sus Discípulos Amados". Y atención; nos va moldeando por medio del Evangelio como dice San Pablo (Rm 10,14-17)

 

P. Antonio Pavía 

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sábado, 10 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra Dm. IV de Pascua. Mis ovejas escuchan mi Voz (Jn10, 27-30)

 



Hoy hablamos de Jesús nuestro Buen Pastor.

 Siempre necesitamos de nuestro Buen Pastor, pero quizás, más aún ahora porque estamos, como quien dice, expuestos al mayor de los saqueos. Sí porque los "sabios de este mundo" (Mt 11, 25...) están empeñados en despojar nuestra alma de su Trascendencia. Vivimos, como decía Benedicto XVI en una pseudocultura marcada por el relativismo, lo que nos deja vendidos ante la fantasía. Sin embargo, algo está cambiando; se percibe una rebelión lenta pero imparable contra los dictados nihilistas.

 Asistimos a una oleada creciente de nuevos Buscadores de Dios, que están de vuelta ante tanto sucedáneo. Son buscadores de la verdad, y Jesús habla de ellos en este Evangelio, en estos términos: "Mis ovejas escuchan mi Voz son sabios porque cambian palabras que se las lleva el viento, por Palabras de Vida Eterna" (Jn 6, 68). En la misma línea dice Jesús que sus ovejas reconocen su Voz y por eso huyen de la voz de pastores extraños impotentes para rehacer el corazón cansado de tanto querer cambiar y no poder (Jn 10, 1-5).

Respecto a los Buscadores de Jesús que llegan a ser sus ovejas, El "las-nos" dice: "Yo soy vuestro Pastor; nada os faltará" (Sl 23). 

 

P. Antonio Pavía 

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miércoles, 7 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere (Jn 12,20-32) (X)

 



Al gritar Jesús al Padre: ¡Glorifica tu Nombre, le estaba diciendo! Por el Honor de tu Nombre, no permitas que el sepulcro sea mi morada eterna. Respuesta del Padre: "Lo he glorificado - mi Nombre - y lo volveré a glorificar. Dios glorificó su nombre al crear el universo y escoger a Israel con la misión de..." dar al mundo la Luz incorruptible de la Ley, la Palabra (Sb 18,4). Muchas fueron las idolatrías, rebeldías, doble vida...etc. con las que Israel ofendió y se burló de Dios; las suficientes como para romper las promesas que le había hecho, pero no las rompió.

Nosotros podemos olvidarnos de tantas promesas, cambios de vida, pecados, que hemos hecho...Dios no. Prometió que de su pueblo brotaría la " Luz del mundo " y lo hizo en la Encarnación de su Hijo. (Jn 8,12) Dios es quien, como nos dijo Ezequiel, dice y hace (Ez 37,12-14). De ahí el grito de Jesús al Padre:

¡Glorifica tu Nombre! ¡El   Padre le respondió! ¡Lo volveré a Glorificar! Si, te resucitaré, ¡¡saldrás vencedor de la muerte!! Un día me dijiste: ¡Aquí estoy! (Sl 40,8-9) ...y yo te digo hoy: Estoy contigo, junto a ti en tus humillaciones, injurias, desprecios...en tu pasión y muerte, y te resucitaré. 

 Más aún: Tú serás el Creador del Discipulado en millones de hombres y mujeres a lo largo de la Historia. Hombres y mujeres que, como tú, cargarán - con tu Fuerza y tu Amor con el odio, el mal del mundo (Jn 17,14) y a cambio seréis para vuestros enemigos mi Luz (Mt 5,14) para que tengan la oportunidad de volverse a mí. Yo os glorificaré: venceréis vuestra muerte como yo la vencí.

 

P Antonio Pavía 

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lunes, 5 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere (Jn 12,20-32) (IX)

 



 Dijo Jesús: "He venido a esta hora para esto..." Si, bien sabe Jesús, que le espera una muerte ignominiosa, a cambio de darnos su Vida, y por eso añade: ¡Padre, glorifica tu Nombre! ¡Está apelando al Honor del Nombre de su Padre! El Honor que recorre todas las Escrituras.

Por el Honor del Nombre de Dios, Él nos protege en nuestro caminar en la fe, incluso cuando vamos por valles de tinieblas como escribe el Salmista inspirado por Dios. (Sl 23).

Recordemos que las tinieblas acamparon en el Calvario  (Lc ,23,44) Digamos que el Mal, con sus demonios al frente, se dieron cita en el Calvario; y que Jesús sobreponiéndose a ellos..." Inclinando la cabeza entregó su espíritu" (Jn 19,30) Si, entregó su espíritu al Padre a quien estaba unido porque una sola era la voluntad del Padre y la suya.

A su alrededor estaba toda Jerusalén, con sus doctores de la Ley al frente, injuriándole por decir que era el Hijo de Dios. Lo visible que refleja el Calvario es más que monstruoso, pero Jesús se nos muestra como la plenitud de Moisés, que cumplió la misión que Yahvé le confió..." Como si viera al Invisible - en el caso de Jesús, a su Padre- (Hb 11,27).

 Los discípulos de Jesús mueren - morimos - con el Sello Glorioso del Discipulado, grabado en el alma. Sello que nos permite conocer cada vez más al Invisible. Acreedores de nuestra victoria sobre el mundo y su "padre de la mentira" morimos con sus s mismas palabras: "Padre, en tus manos, encomiendo mi espíritu" (Lc 23,46).

Una cosa importantísima antes de terminar: El Dios Invisible, se hace visible al alma porque su Espíritu discurre como Manantial de Vida en el interior de las "palabras visibles de las Escrituras" Orad "muy pausadamente" con los Salmos y nuestro Buen Pastor, os enseñará a descubrirlo.

 

P. Antonio Pavía 

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Partiendo la Palabra "Si el grano de trigo no muere..."(Jn 12, 20 -32) (VIII)

 


Vimos a Jesús en un combate entre su fidelidad a la misión de salvar al hombre y la carne que como bien sabemos rechaza instintivamente todo sufrimiento. En este combate, a un cierto punto, gritó al Padre: ¡No Padre, no me libres de esta situación agónica, me has enviado   al mundo para vencerlo de sus mentiras, que asfixian a los hombres!

Volvemos a lo que Jesús dijo y hemos visto al principio de este ciclo de Catequesis: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no da fruto...".

Jesús es el grano de trigo que muere...No actúa como un autómata; bien sabe que ha sido enviado al mundo para que el hombre viva a causa de Él y para ello tiene que dejarse llevar a una muerte ignominiosa. Es la suya la fidelidad que a todos nos salva; fidelidad profetizada por David: ...La fidelidad brota de la tierra, la justicia mira desde el cielo. (Sl 84,12).

Jesús es el grano de trigo enterrado en tierra(el sepulcro) y el Padre, le hace justicia desde el Cielo resucitándole. Lo mismo sucede con sus discípulos. Somos llamados a ser granos de trigo; granos que llevamos en nuestro interior el Germen de la Fidelidad que atrae la mirada resucitadora de Dios, nuestro Padre.

 

P. Antonio Pavía 

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martes, 29 de abril de 2025

Partiendo la Palabra "Si el grano de trigo no muere .." (VII)

 


 Las profecías que anuncian toda clase de vejaciones, desprecios, injuria...etc.  sobre Jesús,  culminaron con su ignominiosa crucifixión. Jesús que, recordemos, se encarnó como Hijo de Dios y también como hombre, vive en su Pasión unos sufrimientos físicos y morales inimaginables.   Sabe perfectamente lo que le espera, de ahí su gemido doloroso en el pasaje de hoy: " Ahora mi alma está turbada..." (Jn 12,27a) No es que rechace su Pasión ya próxima, pero en cuanto hombre, tiembla.

 Sabemos que, en el Huerto de los Olivos, sintió tal tristeza y angustia que llegó a decir: " Padre, si es posible, que pase de mi este cáliz..." (Mt 26,39).

 Nuestro Señor, está librando un combate entre el dolor, la infamia que le abate y su Espíritu que le impulsa a hacer la voluntad del Padre: a cumplir la Misión que le ha encomendado y que vamos a recordar: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo para que todo el que crea en El...tenga Vida Eterna " (Jn 3,16). Jesús libra el combate, y apoyado en su Padre, sale vencedor. Nosotros, apoyados en El, nuestro Buen Pastor, salimos vencedores, eso sí, hemos de tener siempre en nuestra alma su exhortación: " Velad y orad, para que no caigáis en tentación porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil " (Mt 26,41)

 

P. Antonio Pavía

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sábado, 26 de abril de 2025

Partiendo la Palabra (II) Dom. Pascua (Jn 20,19-31)

 


Las heridas de Jesús, curan las nuestras

 

Hoy partimos de una inspiración catequética, que ilumina profundamente nuestro caminar como Discípulos de Jesús.

Hablaremos de Tomas que aparece en este pasaje como alguien bien testarudo. Sin embargo, su confesión de fe: ¡Señor mío y Dios mío! revela una cercanía a Jesús que nos ilumina interiormente. Al llamar a Jesús, Señor mío y Dios mío, ante sus heridas, se sabe libre de la suyas, porque las ha asumido Él, como había profetizado Isaías (Is 53,5). Si, Jesús asumió nuestras heridas y las canceló en la Cruz, es decir, por medio de las suyas. (Col 2,14).

Nos servimos del método alegórico, muy utilizado por los Santos Padres de la Iglesia Primitiva, para decir que, a los dos Discípulos de Emaús, se les abrieron los ojos de la FE, cuando Jesús les "partió" el Pan de la Palabra...Recordaron que se había partido por ellos en la Cruz.

 

P. Antonio Pavía 

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Abrahán. Nuestro Padre en la fe

 



Dios dijo a Abraham: Sal de tu tierra hacia el país que te mostraré. Abraham fiándose de Dios, se puso en camino con la única garantía que la de su Palabra, De esta fe trata este libro.

Abraham es figura fidelísima del Señor Jesús que dice a sus discípulos: Yo os mostraré al Padre” (Jn 14,8-9), Juan testificó que Jesús cumplió su promesa: "A Dios nadie le ha visto jamás...su Hijo nos lo ha mostrado" (Jn 1,18).

 

El libro se puede adquirir en Editorial San Pablo 

Tfº. 91 742 5113

 

https://libreria.sanpablo.es/libro/abrahan_290960

miércoles, 23 de abril de 2025

Partiendo la Palabra "Si el grano de trigo no muere..." (VI) (Jn 12,32...)

 



A continuación, Jesús anuncia: "Si alguno me lo sirve, mi Padre le honrará" Si le colmará de honor y gloria. Anuncio-proclamación, que se extiende como promesa a lo largo de los siglos. Jesús, nuestro Salvador, ofreció su vida en el Calvario, y al resucitar los Apóstoles entendieron - por fin - que las palabras que su Padre le había susurrado al oído para sus Discípulos (Jn 12,49-50) no eran consejos morales, ni recomendaciones éticas que están bien en sí, pero que son incapaces para cambiar nuestros corazones y por eso, con el tiempo, se cumple el famoso refrán: "La cabra tira siempre al monte".

 Esa es la razón de la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús es la Palabra del Padre; su Evangelio es "Espíritu y Vida" Tiene poder para cambiar los corazones.  (Jn 6,63b). La Gran Sorpresa es que Jesús confía su Evangelio a nosotros, débiles y pecadores... ¡¡algo inconcebible!!

 Quizás ahora entendamos lo que quiso decirnos Jesús con eso de: "Si alguno me sirve ..."Se refiere a los que hacen del Evangelio la columna de su Espiritualidad, la que colma su corazón de tanta riqueza Divina que siente la urgencia de anunciarlo, cada cual según sus circunstancias.

 

P. Antonio Pavía 

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lunes, 21 de abril de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere... (Jn 11,32...) (V)

 



El que odia su vida en este mundo, tendrá Vida Eterna. Aclaramos estas palabras de Jesús para no equivocarnos. Cuando Jesús dice "odiar su vida" no se refiere a odiar el mundo que Él ha creado, máxime sabiendo que Dios decía de cada obra creada por: "...Y vio Dios que era“(Gen 1,31). Jesús se está refiriendo a la cizaña sembrada por Satanás junto al buen trigo sembrado por Dios (Mt 13,36...) Es la cizaña que nos induce a dedicar nuestros esfuerzos a servir al Dios Dinero (Mt 6,) exponiendo así nuestra alma a la soledad insoportable, sobrevenida por un desierto yermo y estéril, sin fruto alguno.

 En definitiva, almas seducidas por el príncipe de la Mentira, por el que llamamos padre a nuestros dioses y no a Dios que es Padre ...el único que, por ser Padre, puede darnos la Vida. Satanás el seductor, mueve conciencias que influyen en el mundo para doblegar a los hombres a la peor de las tiranías; si porque no hay mayores tiranos que quienes sirviéndose de sus influencias mediáticas arrancan centímetro a centímetro lo más valioso que tenemos: La Trascendencia.

De todas formas, no tengamos miedo. Dios abre los ojos y los oídos de todos aquellos que le buscan, aunque sea desde la fosa profunda de sus pecados, para que ningún poder de este mundo arranque de sus almas, con sus garras, su Trascendencia, el ADN divino con el que todos nacemos.

P. Antonio Pavía 

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sábado, 19 de abril de 2025

Partiendo la Palabra Amor con Amor se paga (Jn 20,1-9)

 



Prestamos atención a lo que vieron Pedro y Juan al llegar al sepulcro, con María Magdalena. Encontraron las vendas en el suelo y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, doblado cuidadosamente, en un lugar aparte, quizás en una repisa. Este dato nos estremece. No fueron manos humanas las que doblaron amorosamente el sudario, sino manos celestes. Nos atrevemos a decir que fueron las de Dios Padre a quien se le rompió el corazón al ver cómo la cabeza de su Hijo- que representa la dignidad de la persona-, era groseramente ultrajada, maltratada, escupida y por si fuese poco, sometida a la infamia burlesca de ser coronada de espinas. ¿Como vería su Padre esta denigrante escena? Me atrevo a decir que, si en el cielo se llorase, lo vería hecho un mar de lágrimas. Por eso en un acto de Amor Infinito, El o sus ángeles, lo mismo da, tomaron el sudario en sus manos, con una Ternura Indescriptible y la doblaron haciéndonos ver qué la cabeza ultrajada de Jesús, sería coronada, porque Él es “El Rey de reyes y Señor de señores" (Ap. 19,16) El sudario tan amorosamente doblado, da paso al cumplimiento de esta profecía del salmista acerca de Jesús ...y sus Discípulos de todos los tiempos: " ...Tú Señor, eres mi gloria, tú realzas mi cabeza " (Sl 3,4).

 

P. Antonio Pavía 

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sábado, 12 de abril de 2025

Partiendo la Palabra DOMINGO DE RAMOS ¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?

 



Los discípulos de Jesús, como Él, cargamos con El odio del mundo: desprecios, persecuciones e incluso la condena a muerte ignominiosa. (Jn 15,18...) Sucede así porque como dijo el mismo Jesús, los hombres aman más las tinieblas que la Luz (Jn 3,19b).

En este contexto, oímos el grito desgarrador de Jesús: ¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? Con este "Gemido Santo" en el Calvario, Jesús quiso identificarse con todos los hombres del mundo, que de una forma u otra nos vemos agobiados por la desesperación, sean cuales sean causas.  Desesperación que se adhiere a nuestra alma como una lapa, seamos o no creyentes en Dios.

 La diferencia abismal entre unos y otros es que la desesperación del no creyente se cierra sobre él, que no tiene más apoyo, que el abismo de la increencia, mientras que la del creyente, se asienta sobre Jesús, su Roca (Mt 7,24...).

Por eso puede gritar con El y como Él:  Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu al final de sus días...y también antes de este final, puede clamar así a Dios: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu; mi alma herida. (Lc 23,46).

 

P. Antonio Pavía 

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miércoles, 9 de abril de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere... (IV)

 




 Dice Jesús: "El que ama su vida, la perderá...".  Claro que los discípulos de Jesús amamos nuestra vida. La cuestión es qué entendemos por "vida". Si la limitamos solo a lo que abarcan nuestros sentidos y a nuestras proyecciones nos quedamos bien escasos. Nos limitamos y naufragamos en mínimos al bloquear nuestras expectativas eternas; cercenamos la posibilidad de alcanzar la Infinita grandeza de la que nuestra alma es portadora.

Recordemos la Catequesis que Jesús nos dio a este respecto. (Lc 16-21).  Un hombre tuvo una gran cosecha en sus campos. Probablemente ni en sus mejores sueños concibió una cosecha tan abundante. El problema es que ..., le pareció insuficiente y proyectó hacerse graneros mayores para el futuro. Fue tan necio que en vez de agradecer a Dios y cultivar su alma, solo pensó en tener más y más...

Jesús le llamó: Necio. Si, necio por su vivir en la tierra, despreciando su "vivir para Dios" Despreció a Dios, porque no dio importancia a lo más valioso que Él le había dado: El Alma. 

 

P. Antonio Pavía 

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lunes, 7 de abril de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere (III)

 



 Si el grano de trigo no muere, su vitalidad queda amputada, su existir, esterilizado; la soledad que escogió es el clamor de su fracaso.

  Es la soledad de no dar a Dios un espacio en su corazón. Por el contrario, el grano de trigo que acepta ser arrojado en tierra y en ella morir, jamás conocerá la soledad. Sólo y desvalido dejaron a Jesús en el Calvario. Junto a Él, apenas cuatro personas: su Madre, Juan, María Magdalena y María de Cleofás y a una cierta distancia, como dictaba la ley romana. Aun así, el poder del Mal, no consiguió, que Jesús alzase sus ojos para hablar con su Padre. Así atestiguó lo que había dicho a sus Discípulos: "Yo estoy con el Padre y el Padre está conmigo" (Jn 14,11 ).

 Es así como los Discípulos de Jesús dejamos este mundo, porque el Discipulado es, sobre todo, vivir con Dios. Aunque nos condenaran a vivir en una isla despierta, como aconteció a algún Discípulo de Jesús de la Iglesia Primitiva- como por ejemplo San Juan que fue desterrado a la isla de Patmos - no nos alcanzará el estigma de la soledad, espectro que sí alcanza a otros que dejan este mundo con personas junto él, pero no Dios, por las razones que sean.

 Los Discípulos de Jesús, no somos mejores que ellos pero ya vencimos nuestra soledad, el día que igual que San Pablo dijimos: "Ya no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mi" (Gal 2,20 ).

 Atentos, no hace falta ser perfectos para experimentar esto de San Pablo; el hecho, de desearlo, es ya señal de que Jesús ya vive en ti.

 

P. Antonio Pavía 

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sábado, 5 de abril de 2025

Partiendo la Palabra V Dom. Cuaresma (Jn 8,1,11)

 




Cambia Señor, mi corazón 

 

Jesús está partiendo la Palabra en el Templo, cuando unos fariseos le traen a una mujer sorprendida en adulterio. Según la ley ha de ser lapidada y así se lo dicen a Jesús, para ver cómo reacciona. Estos hombres también saben que Dios dijo por medio de Ezequiel, que no quiere la muerte del pecador, sino que cambie de conducta y que viva (Ez 18,23).  Ante esto, Jesús se agacha y escribe en el suelo. Quizás estuviera escribiendo que había sido enviado por el Padre para dar Vida en abundancia (Jn 10,10b) y por eso dice a los acusadores que el que esté sin pecado, que tire la primera piedra.

 Se fueron todos. Jesús se acerca a la mujer y le dice: ¡No peques más! No es una orden, es la Buena Noticia de que sí acoge la Vida que Él le ofrece con su Palabra (Jn 1,1-5) no tendrá que buscar migajas en el mundo, que socaven su dignidad. 

 P. Antonio Pavía 

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