Uffff, hay un montón... ¿Pero
es que no piensan que se pueden “ir” en cualquier momento?, pues no y más les valdría,
pero ¡Claro!, son eternos...
Yo ya no sé ni qué decir y
tampoco es que el tema les interese. ¿Qué podemos hacer? Pablo en Atenas se
subía a una montaña, hablaba y le escuchaban, pero si nosotros lo hacemos, viene
la ambulancia psiquiátrica y te lleva sin preguntar; a los protestantes en
cambio no se los llevan y anda que no pegan gritos.
¡Jesús!, no tenemos manera
de hacer entender. Cada vez somos menos, no sé si es porque nos estamos yendo o
porque los de verdad no eran tantos; de todas formas, fieles al Evangelio nunca han sido demasiados; “recuerdo” cuando
mal entendían La Palabra”, allá por la edad media y se pasaban 5 pueblos ¡Tampoco
es eso!
Dios, efectivamente, nos hace
ver los peligros que acechan a las almas; no es una amenaza es que te avisa
porque simplemente ocurre y, porque ocurre, te ofrece la posibilidad de salvarte
con su Misericordia.
Pero cómo si hablara en chino...
Y después a ¡llorar!!! Y eso que no es nada raro morirse... No entiendo nada,
la verdad. Ejemplo: Ayer, junto a mi portal, una chica murió aplastada por su
coche cuando quiso pararlo porque se iba hacia atrás... ¿Veis?
Ni inquisidores ni pasotas, perdón
infinito en confesión -antes, entre nosotros-, Comunión y adiós peligro eterno.
Nunca se sabe cuando...
Emma
Díez Lobo
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