Uno de los aspectos
más conmovedor de nuestra relación con Dios es que siempre serás
muy importante y especial para El. Así como una persona por muy valiosa
que sea en su empresa ve como con el paso de los años la van relegando por
múltiples causas, no es el caso de los discípulos de Jesús; al contrario
abordamos el correr del tiempo desde una mayor cercanía, proximidad e intimidad
con Aquél que un día nos dijo: "Ven a trabajar a mi viña" (Mt 20,1).
Sí, los Discípulos de
Jesús siempre seremos, perdonad mi atrevimiento, una chispa del Fuego de Amor
que arde en su Corazón. Al decir esto no me refiero a que nos dé un título
honorífico como se hace con algunos que lo han sido todo en una fábrica pero...
hay que jubilarle. Jesús no hace esto con sus discípulos. Lo sabemos por la
profecía de este salmista que dice que incluso en la ancianidad estarán lozanos
y frondosos, seguirán dando fruto y es este fruto ininterrumpido en sus vidas
los que testifican que El Señor ha sido y sigue siendo Fiel con ellos…. que no
les ha mentido… (Sl 92,13-16).
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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