Aquel día Jesús anunciaba
que después de su marcha, cuatro hombres escribirían por inspiración Divina, su
Evangelio: “Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad plena...
Y os comunicará lo que está por venir”. Y sucedió.
Era el Nuevo
Testamento; era Pedro por mandato de Dios a la cabeza de su Iglesia; era la resurrección
del hombre y un futuro para la tierra descrito en el Apocalipsis de Juan.
Muchos tenemos en
casa esa Verdad, pero no todos la Leen... ¡Por favor!, si cada página es una
recomendación, un aviso de precaución o peligro, un aliento, un “no te preocupes si haces las cosas mal”,
un cómo rezar y sobrellevar las desgracias, un cómo puedes entrar por la puerta estrecha del
cielo.
Pues que no, que es
más interesante el “último libro de Vargas llosa”, que no digo que no se lea,
pero no me digáis que la Biblia no es GENIAL. Hay partes que parecen sacadas de
La NASA cuando habla del otro “planeta” al que iremos; de los “Breaking News”
que vendrán a poner orden; un sinfín de hechos increíbles y unas parábolas de sabiduría
extraordinaria ¡Madre mía, es fantástico!
¡Cuidado, que no
todas las biblias vienen del Espíritu Santo! Son sucedáneos ideados por algunos
que desean imitar a Dios: Alterando, quitando o aumentando la Palabra
infusa. ¡Claro! cómo Dios se “equivoca”, ellos lo hacen mejor...
Solo hay una Biblia Verdadera Universal (mirad que ponga Nihil obstat al principio) y las
demás están condenadas en el N.T.
Emma Díez Lobo
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