Visto el tema del amor al prójimo... Pues
no sé. Quita a tu madre, a tu hijo, a tu amigo y a cuatro más y dime si amas a
éste otro prójimo: El que te ha
encañonado con una pistola, el que mató a los periodistas en Burkina Faso, el que
violó a un niño... Infinitos prójimos indeseables.
Sí, estamos lejos de cumplir su gran
Mandamiento porque millones no lo cumplen. Él si podía amarles ¡era su Padre!, pero
para nosotros sería un acto anti natura y Él lo sabe.
Y entonces ¿Cómo cumplir con lo que nos
exige?
Sí se puede, REZANDO por ellos para
remover sus conciencias, para que las atrocidades no sucedan, para que los
Ángeles encadenen brazos ejecutores y, sobre todo, para que Dios no tenga que
llorar sus condenas porque también son sus hijos.
Jesús no te pide que les “invites a
comer”, te pide oración por ellos para garantizar la paz de los inocentes. ¡Pues
mira por donde que eso no lo hacemos!, creemos que no merecen nuestra oración y
es todo lo contrario, es por el bien de todos.
¡Si es que Dios siempre tiene razón!
Venga, toca rezar por los malísimos y que Dios nos vea, si no, no entramos en
su círculo de amigos cumplidores y eso, eso sí que NO.
- Señor, yo lo hago pero fatal ¿Te
vale?
- No
mucho... ¡Anda y reza más de la cuenta porque si no, no te “ajunto”! ¿No
te das cuenta de que es por ti si lo haces por ellos?
Emma
Díez Lobo
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