jueves, 19 de septiembre de 2013

Una huella del paso de Dios



Hoy, también, he disfrutado de la compañía de Dios, personificada en mis hermanos y amigos José Luis y Manolo y de nuestras respectivas damas. Realmente en este momento, cuando, algunos solo ven hilos deshilachados yo veo como las semillas  que muchas personas  van sembrando con generosidad  a lo largo de su vida  dan tan fecundos frutos.

Dentro de esta ambientación de relación y hermandad, hay otras ajustadas reflexiones, que también me abren paso a la búsqueda de Dios, que es el que mejor mueve los hilos de la vida y los sentimientos que ella produce. He acogido con alegría  el mensaje que mi amiga Milagros me dedica y titula “Un hombre de Dios” , le agradezco su generosidad en esa difícil tarea  de vivir y servir como un hombre de Dios.

Señor intento construir espacios para la fraternidad y dejar testimonio, en Ti tengo puesta mi esperaza y Tú eres mi confianza, yo Señor  debo ofrecer razones para esperar, vigor para vivir, manos para socorrer y el proceso permanente moral de inteligencia y compromiso.

Y más allá aún, rezo  para los que están lejos del don de la fe, también, para mi que estoy bien dotado de Tú confianza y cultivo Tú amistad.

Ahora contemplo y medito porque mis ojos están cerca y mi alma llena de serenidad. Aquí en mi pueblo natal he encontrado, también, la cercanía de Dios. Tanta abundancia de bienes y tantas ganas de hablar con Dios en busca de claridad arrojando pétalos, caricias de aroma y brotes de ternura, me llevan a recordar a mis hermanos que también están ,como yo, en la Cruz con Cristo y son un privilegio y un compromiso que viene de la fe y de ser testigos, y esto hay que comunicarlo con entusiasmo.

Hoy, que  he extendido y desbordado mis sentimientos, me siento muy reconfortado al saber que en este momento puedo hacer lo mejor de mi vida: Amar.
 
¡Cuidaré bien este día!

 Miguel Iborra

1 comentario:

  1. Muchas gracias,Miguel, por la mención, pero es la mejor forma de definirte.
    Yo si he encontrado esa huella de Dios en tu amistad que me llegó gracias a Arcendo.

    Un beso

    ResponderEliminar