Me gustaría gritar a todos aquellos que no creéis en Jesucristo si nunca habéis pensado como podría estar hoy tan vivo este amor entre Dios y la humanidad, si no fuera VERDAD.
Cómo habría sido posible que durante miles de años, millones
de personas hayan confiado sus tesoros mas preciosos a Dios: su salud, sus
anhelos, su futuro, la vida de sus hijos, sus angustias, sus desvelos, sus
miedos, sus frustraciones…..
¿Cómo?, pregunto, ¿Cómo sería posible que hoy, después de 20
siglos de historia, todavía haya personas que confiadamente entregamos a Jesús
nuestras vidas?
¿de dónde nos vendría esta confianza si todo fuera un
fraude?.
Mirarnos a nosotros, sujetos a una esperanza que nos
alimenta día a día, nos conforta y nos llena de vida.
Mirad a esos millones de personas que desde que Cristo vino
a la tierra han sentido la misma pasión, y………… venid con nosotros.
Animaros a acompañarnos en este maravilloso camino en el
que, cada día, nuestras pobres personas abandonan su pequeñez y se transforman
en seres increíbles, creados de nuevo por la mano de Dios.
Venid, cantemos con gozo al Señor,
aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Vengamos ante su presencia con acción de
gracias
Salmo 95, 1-2
Volviéndose a sus discípulos, les
dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis Os digo que muchos profetas y reyes quisieron
ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron; y oír lo que vosotros ois, pero no
lo oyeron
Lc 10, 23-24
Olga Alonso
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