sábado, 1 de noviembre de 2025

Partiendo la Palabra Celebración de los fieles difuntos. (Jn 14,1-6)

 


JUNTO A TÍ, SEÑOR

 Oímos el grito jubiloso que nos brinda San Juan en el Apocalipsis; grito que anuncia la victoria de los que escogieron la Vida, y esta le salió al encuentro al dejar este mundo:" Bienaventurados los que mueren en el Señor... porque sus obras los acompañan" (Ap 14,13).

 Si, las obras que, guiados por su Buen Pastor, hicieron, en favor de los hombres, en su paso por el mundo, los acompañan; forman un cortejo triunfal hacia "su lugar junto a Dios " De esto habla la celebración de hoy.

Nos acercamos a Moisés. Es tan bella y fuerte su experiencia de Dios, por lo que hizo en su favor y el de Israel, que, en un arrebato de intimidad, y conmocionado por el Fuego prendido en su alma por Él, le súplica: ¡Déjame ver tu Gloria, tú Rostro Radiante! Dios le responde que no puede ver su Rostro, pero si sus espaldas (Ex 33,18-23).

 Nos preguntamos el porqué de esta respuesta, y vamos a aclararla. La primera experiencia que tiene un buscador de Dios, es que ha sido Misericordioso con él. Poco a poco, sobrecogido, percibe que Jesús echó sobre sus espaldas todos sus pecados, por grandes que fueran. Estaban escritos en la Cruz que cargó hacia el Calvario, cancelando así las deudas de nuestras culpas, como dice San Pablo, (Col 2,14...).

 Veamos ahora, esto que dijo Jesús a sus Discípulos - de todos los tiempos - en la Última Cena. "Voy a prepararnos un lugar junto a mí, pues quiero que donde esté yo - voy hacia mi Padre - estéis también vosotros".  (Jn 14,2-4). Quiero que estéis conmigo, "junto a mi " esto es lo primero que dice Jesús al llamarnos para ser sus Discípulos, lo hizo con los primeros:

 "Escogió doce para que estuvieran con Él" (Mc 3,14). Si, junto a Él mientras vivimos en el mundo, y junto a Él, cuando lo dejamos, como San Esteban, que proclamó al morir: "Señor Jesús, recibe mi espíritu" (Hch 7,59-60). 

 

P. Antonio Pavía 

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