miércoles, 9 de abril de 2025

Partiendo la Palabra Si el grano de trigo no muere... (IV)

 




 Dice Jesús: "El que ama su vida, la perderá...".  Claro que los discípulos de Jesús amamos nuestra vida. La cuestión es qué entendemos por "vida". Si la limitamos solo a lo que abarcan nuestros sentidos y a nuestras proyecciones nos quedamos bien escasos. Nos limitamos y naufragamos en mínimos al bloquear nuestras expectativas eternas; cercenamos la posibilidad de alcanzar la Infinita grandeza de la que nuestra alma es portadora.

Recordemos la Catequesis que Jesús nos dio a este respecto. (Lc 16-21).  Un hombre tuvo una gran cosecha en sus campos. Probablemente ni en sus mejores sueños concibió una cosecha tan abundante. El problema es que ..., le pareció insuficiente y proyectó hacerse graneros mayores para el futuro. Fue tan necio que en vez de agradecer a Dios y cultivar su alma, solo pensó en tener más y más...

Jesús le llamó: Necio. Si, necio por su vivir en la tierra, despreciando su "vivir para Dios" Despreció a Dios, porque no dio importancia a lo más valioso que Él le había dado: El Alma. 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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