miércoles, 24 de abril de 2024

Partiendo la Palabra Mi corazón te alaba Señor (II) (Is 12,1-6)

 


Vimos que el Señor, por su inmenso amor, abrió en las entrañas de Isaías, la riqueza infinita de sus "Aguas Vivas “portadoras de su Salvación.

El profeta estremecido por el don recibido, canta agradecido su alabanza a Dios, por llevar dentro de sí, los manantiales de la Vida. Le oímos: "Sacaréis agua con gozo de las fuentes de la salvación... ". Bien sabe Isaías que este inestimable don, está abierto a todos; a los Buscadores de Dios (Sl 62).

  Atención: Los buscadores de Dios no somos mejores que nadie, pero en nuestra búsqueda de la Verdad, hemos dejado el paso libre a Dios para que "propicie este Encuentro” y se haga cargo de nuestro corazón enfermo. (Jr 17,9).

  Dios lo acoge y le hace digno de su Sabiduría, que es la Diadema regia, propia de su Palabra.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 22 de abril de 2024

Partiendo la Palabra Mi corazón te alaba Señor (I) (Is 12,1-6)

 


 Partimos este pasaje de Isaías, sabiendo que de sus entrañas mana el Espíritu de Dios. El profeta entona este himno de alabanza a Dios, agradeciendo la inminente liberación de Israel, de la opresión de Babilonia, en términos parecidos a la proclamación gloriosa del pueblo elegido, al cruzar ileso el Mar Rojo (Ex 15, 1...).

  Isaías inicia así su canto de alabanza a Yahvé: "Te alabo Señor mío... porque me has compadecido..."El profeta bendice a Dios en Nombre de todo el pueblo, por su compasión con ellos, y reedita la misma alabanza que sus antepasados entonaron a orillas del Mar Rojo: " Tu eres mi fuerza, mi poder y mi salvación..."

  No puedes alabar sin más a Dios, sólo porque esté escrito en un libro de cantos, sino por lo que Él ha hecho y hace por ti. El que hace un camino serio hacia Dios partiendo de su Palabra, con el tiempo será testigo interior de las maravillas, como María, (Lc 1,49) que Dios está haciendo por él y en él, empezando por el cambio de su corazón.

   Sí, porque quién guarda la Palabra, el Evangelio en su corazón; sus entrañas ya no albergan fuentes de aguas amargas, sino de Aguas Vivas que brotan de la Presencia de Dios dentro de él.  (Jn 14, 23-24).

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles com

 

sábado, 20 de abril de 2024

Partiendo la Palabra Dom .IV Pas. (Jn 10, 11-18) Tú le importas a Jesús, y mucho.

 


 Jesús nos dice hoy que es el Buen Pastor, el que da su vida por nosotros, porque le importamos. Con esto, marca la distancia abismal existente entre Él y los pastores de Israel, que más bien viven de sus ovejas, como dijo Ezequiel (Ez 34,1-3...) Visto esto, ojalá que nuestra alma se acerque a nuestro Buen Pastor, a quien tanto importamos, sea cual sea nuestro pasado...y nuestro presente, porque nunca es tarde para recibir de Él "la vida en abundancia" (Jn 10,10).

  Le importamos tanto que no dudó en rescatarnos del "padre de la mentira" (Jn 8,44 ) el que envenenó nuestra existencia con cantos de sirena.

 Le importamos tanto que nos rescató, como dice Pedro, al precio de su Sangre (1 P.1,18-19) ¡Como temblaría Pedro al escribir estas palabras!.  Seguro que, a la luz de sus tres negaciones, recordaría aquella mañana en la que, sentado junto a Jesús, oyó que le decía tres veces: ¿Me amas? ¡Apacienta mis ovejas!

 Podría añadir: Las he rescatado en el Calvario...te las confío para que "me" las apacientes. Pedro, al límite de sus fuerzas, pues le parecía inconcebible que Jesús confiase en él, que fuese tan importante para El, ¡¡apenas pudo balbucir !!Señor, ¡¡tú sabes que te amo!! Pedro se rindió por completo ante el Amor de Jesús. Os doy una Buena Noticia. Todos hemos de pasar por esta experiencia de Pedro, para poder alcanzar el discipulado con su consiguiente evangelización.

 ¿Nos atreveremos a dejarnos amar así por el Hijo de Dios, como se dejó amar Pedro?

 

P.  Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 17 de abril de 2024

Partiendo la Palabra "A los pies de Jesús" (IV) (Lc 10,38-42)

 


Dejamos a María a los pies de Jesús y a su hermana Marta atareada con las cosas de la casa.   María ha optado por la Palabra de Dios.

  Unos 100 años más tarde, San Ignacio de Antioquia, con la audacia propia de los amigos de Dios, rendido ante Él, nos regala esta sublime confesión: "Ya he llegado a ser Palabra de Dios "Está testificando, analógicamente, como San Pablo: "Ya no vivo de mis palabras, sino de las la Palabra de Dios que vive en mi" Por eso, Ignacio, a punto de ser martirizado, escribió que oye una Voz en sus entrañas que le dice: " ¡Ven al Padre! ". 

  Volvemos a Marta. No entiende la elección de su hermana; Jesús la dice cariñosamente: "María ha escogido la mejor parte". Años más tarde, también ella supo escoger.

 Hablemos de nosotros. Ojalá un día podamos testificar como el Salmista: "Señor, tú eres mi bien, los dioses y señores de este mundo, no me satisfacen. ...El Señor es el lote de mi herencia...mi suerte (mi vida) está en sus manos…" (Sl 16).

 Esto es lo que deseaba y buscaba María a los pies de Jesús escuchando su Palabra. Está mujer es un icono de todos los Buscadores de Dios. No pide ni busca milagros...sino:  !!El Milagro permanente!! La vida de Dios en ella por tener su oído abierto a su Palabra. (Is 50, 4...)

 

(P. Antonio Pavía) 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 15 de abril de 2024

Partiendo la Palabra A los pies de Jesús (III) (Lc 10,38-42)

 


Seguimos a los pies de Jesús con María de Betania. Hacemos una breve síntesis. Jesús llega a Betania; Marta y su hermana María le reciben en su casa. Como es normal, hay mil cosas que hacer y Marta, con la mejor de las intenciones, se afana por hacerlas; María sin embargo escoge lo que necesita y pide su alma. No siempre tienen al Hijo de Dios como huésped, así que decide que...todo lo de la casa puede esperar, que no pasa nada si almuerzan un par de horas más tarde. Así pues, como nos dice Lucas: "Sentada a los pies de Jesús, escuchaba su Palabra". Bien sabe esta mujer que está tiene ante sí, la respuesta al vacío que siente su alma, por lo que escoge sin, dudar su prioridad: recibir la Vida de su alma, que mana como Manantial de la boca de Jesús, a quien los primeros cristianos llamaban: La Palabra del Padre. A los pies de Jesús, sentada, quizás en un cojín, bebía extasiada "la Vida y el Espíritu" que son sus palabras (Jn 6,63). Las escuchaba y sus entrañas se llenaban del mismo Hijo de Dios, de forma que pudo decir años antes que San Pablo: "Ya no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mi” (Gal 2,20).

 En una maravillosa y celestial alquimia, esta mujer, igual que todo Discípulo/a de Jesús que hace del Evangelio el principio y plenitud de su Discipulado, es revestida de la divinidad del Hijo de Dios. De Él, como Palabra del Padre, recibe la Fuerza para llegar a ser hijo de Dios. (Jn 1,12).

 

Seguimos el jueves.  

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 13 de abril de 2024

Partiendo la Palabra Dom. III de Pascua Cambia Señor mi corazón (Lc 24,35-48

 


Iniciamos el comentario catequético del Evangelio de este Domingo con la constatación del salmista: " Dice el necio en su corazón: Dios no existe" (Sl 14,1). Nos preguntamos en quienes está pensando este hombre al afirmar algo tan lamentable. Creo que está aludiendo al mismo Israel, de quién Jesús, siglos más tarde, con el alma dolorida dijo: "Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mi " (Mt 15,8).

 Le sorprende tristemente a Jesús esta piedad externa, y la verdad es que " una simulación así "nos puede alcanzar a todos. Recordemos a sus dos discípulos de Emaús. Habían salido desanimados de Jerusalén hacia su aldea. Jesús, como Buen Pastor, se junta a ellos.   Los dos se muestran escépticos ante la noticia de que, según unas mujeres, Jesús habría resucitado. Él, a quien no habían reconocido, les llamó necios de corazón por no haber creído en los textos de los profetas que habían anunciado la muerte y resurrección del Mesías (Lc 24,13...) Los dos se sabían estos textos de la Palabra, de memoria, pero Ella " estaba muy lejos de sus corazones".

  Ante esto nos preguntamos: Si esta es la realidad del hombre, ¿qué esperanza podemos tener? En el Evangelio de hoy tenemos la respuesta. A un cierto momento..." Jesús abrió los entendimientos de sus discípulos - en realidad sus corazones - para que comprendiesen las Escrituras. Si, para que las comprendiesen, al hacerlas, "Entrañas de Dios en sus propias entrañas".

  Si cambiamos el Evangelio, artífice de nuestra relación de intimidad con Dios, por otras cosas, por muy pías que nos parezcan, vetamos el paso a Jesús, a nuestros corazones, y Él es el único que tiene poder para cambiar nuestras entrañas necias en una hoguera alimentada por la Presencia de Dios...y es que hay total identidad entre la Palabra y la Presencia   de Dios.

 

(P. Antonio Pavía) 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 10 de abril de 2024

Partiendo la Palabra A los pies de Jesús (II) (Lc 10,38-42)

 


Vimos el significado, a la luz del Evangelio, del hecho de "creer en Jesús". Es un creer que implica confiar en El, en su Santo Evangelio. Sabemos que Jesús, significa Salvador, nombre que se abre a títulos mesiánicos de los que dio fe la Iglesia Primitiva. Los primeros cristianos llamaron a Jesús: La Palabra del Padre, y San Pablo dijo que era la Sabiduría y la Fuerza de Dios (1 Co 1,24).  Sabiduría y Fuerza de Dios que salen al encuentro de todos los que le buscan, y les sintonizan con su Misterio.

 Veamos a este respecto, algún pasaje del Antiguo Testamento, acerca de la Sabiduría.

Leemos este: "Fácilmente la encuentran - la Sabiduría - los que la buscan”. Se anticipa a darse a conocer a los que la anhelan…pues ella misma va por todas partes, buscando a los que son dignos de ella" (Sb 6,12-16).

Veamos este otro:  "...  Dios ama a quien vive con la Sabiduría “(Sb 28)...es decir a los que guardan sus palabras  en su corazón (Jn 14,23-24).   Sepamos que Dios considera "almas santas" a los que le buscan con corazón sincero. Personalmente, creo que sí te tomas tiempo para leer esto que Dios me inspira es porque le estás buscando con corazón sincero. 

                              Seguimos el próximo lunes…  

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com