El que odia su vida en este mundo, tendrá Vida Eterna. Aclaramos estas palabras de Jesús para no equivocarnos. Cuando Jesús dice "odiar su vida" no se refiere a odiar el mundo que Él ha creado, máxime sabiendo que Dios decía de cada obra creada por: "...Y vio Dios que era“(Gen 1,31). Jesús se está refiriendo a la cizaña sembrada por Satanás junto al buen trigo sembrado por Dios (Mt 13,36...) Es la cizaña que nos induce a dedicar nuestros esfuerzos a servir al Dios Dinero (Mt 6,) exponiendo así nuestra alma a la soledad insoportable, sobrevenida por un desierto yermo y estéril, sin fruto alguno.
En definitiva, almas seducidas por
el príncipe de la Mentira, por el que llamamos padre a nuestros dioses y no a
Dios que es Padre ...el único que, por ser Padre, puede darnos la Vida. Satanás
el seductor, mueve conciencias que influyen en el mundo para doblegar a los
hombres a la peor de las tiranías; si porque no hay mayores tiranos que quienes
sirviéndose de sus influencias mediáticas arrancan centímetro a centímetro lo
más valioso que tenemos: La Trascendencia.
De todas formas, no tengamos miedo. Dios abre los ojos y los oídos de todos
aquellos que le buscan, aunque sea desde la fosa profunda de sus pecados, para
que ningún poder de este mundo arranque de sus almas, con sus garras, su
Trascendencia, el ADN divino con el que todos nacemos.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com