Nos dice Isaías que cuando Dios formo la tierra, no la creo inanimada, vacía sino para ser habitada (Is 45,18).
http://comunidadmariama.blogspot.com/
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Nos dice Isaías que cuando Dios formo la tierra, no la creo inanimada, vacía sino para ser habitada (Is 45,18).
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Cómo duele la historia de Jesús para que hoy gente -como mi vecino- que conoce su existencia, no depare en lo que hizo por él. Hay más ojos para la tierra que corazones para el cielo, porque “Ojos que no ven...”, y como no Le han visto...
Tuvo que ser muy difícil
para Él sufrir tanta soledad y angustia: Desierto y demonio, asesinato de Juan,
Palabra más Palabra, milagro más milagro y acabar Crucificado porque a los
sumos sacerdotes les molestaba su Sabiduría y bondad ¡Hay que ser...!!!
No conozco el semblante de
Jesús y se me ocurre ponerLe una cara, tal vez la de mi hijo y es que ¡No
puedo!!! Una angustia brutal me invade como a su Madre ¡Terrorífico!, y aunque es
difícil amar a quien no conoces, algo fuerte y desgarrador me dice que Los
quiero y Les siento con el alma.
Las espinas de la Corona ya no
están clavadas, pero hay otras que Le siguen haciendo daño. Él esperaba mover todos los corazones donde
llegara su Ministerio y mira por dónde que no es así; debe producirLe más pena
que su propia Muerte ¡Pobre Jesús!
Aquel día les perdonó diciendo:
“No
saben lo que hacen”, pero es que ahora tampoco lo saben y ver que por decisión
propia muchos se condenan, es tristísimo para Quien ofreció su Muerte por
evitarlo.
Dolido hasta el final de los
tiempos, me hace escribir sobre este mundo tan poco agradecido.
Emma
Díez Lobo
El Evangelio: El abrazo de Dios
P. Antonio Pavía
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Jesús miro a la multitud y sintió
compasión de la gente porque estaban como ovejas sin pastor (Mt 9,36…).
Confesión de fe de un salmista: "Aunque camine por valle de tinieblas no temeré porque tú Señor vas conmigo" (Sl 23).
No es agradable vivir, a veces, la fe acosados por densas tinieblas; sin embargo, es caminando a través de ellas, guiados por Jesús, nuestro Buen Pastor de quién nos fiamos, como las vencemos. Sólo Él nos puede conducir al Padre pues es el Camino, la Verdad, y la Vida (Jn 14,6). Se nos presentan otros caminos en la vida, en los que aparentemente no hay tinieblas, tienen luces atrayentes y esplendorosas, pero, y bien lo sabemos, son luces con fecha de caducidad que al apagarse nos dejan vendidos a la angustia de nuestras oscuridades.
A pesar de ello Jesús, el Buen Pastor a quien un día “dejamos de lado" se presta a ser nuestra Luz... que jamás se apaga y no son pocos los que, venciendo sus resistencias, buscándole le encuentran. Empiezan, entonces, podemos decir, una nueva forma de vivir, tan gloriosa, que podrán, como este otro salmista proclamar exultantes: "Me enseñaste el camino de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua junto a ti" (Sl 16,11).
P. Antonio Pavia
Queridos hermanos:
Esta semana comenzamos el verano, y con él
llegan las vacaciones para muchos de nosotros. Seguramente tendremos más tiempo
libre, más posibilidades de viajar, de compartir con la familia... Después de
dos veranos encerrados por la pandemia, las ganas de salir de casa son mayores
ahora que las normas sanitarias se relajan –aunque el coronavirus sigue ahí y
no conviene olvidarlo–.
Todos tenemos derecho a “disfrutar de
descanso y tiempo libre, que nos permita cuidar la vida familiar, cultural,
social y religiosa” (Concilio Vaticano II. GS 67), y recuperar fuerzas tanto
física como espiritualmente. Salir de nuestro ambiente cotidiano nos da la
oportunidad de descubrir otras formas de pensar y ver la vida, de acercarnos a
la naturaleza y respirar aire puro. El tiempo libre es más propicio para
escuchar y contemplar, para serenar el alma, para el diálogo y la armonía, para
el encuentro con personas amigas y queridas, para orar en la naturaleza o en
las iglesias.
En verano, los pueblos de nuestra extensa
geografía extremeña incrementan notablemente su población. Los niños y jóvenes
vuelven a llenar sus calles. Aparte de los preciosos parajes naturales, de los
ríos y las montañas, el patrimonio histórico-cultural es en gran parte de
carácter religioso. Las Iglesias son los monumentos más representativos en
muchas poblaciones. Son obras que han nacido del sentimiento religioso a lo
largo de la historia, y que también hoy siguen siendo «auténticos caminos hacia
Dios… una ayuda para crecer en la relación con él, en la oración» (Benedicto
XVI).
Para los que prefieran viajar, las
parroquias, los colegios y la misma diócesis ofrece algunas posibilidades para
desconectar en este periodo estival. Diversas instituciones, asociaciones y
movimiento con presencia en la diócesis (Cáritas, Scouts, Junior, JEC, Milicia
de Santa María, Formacionistas…) organizan campamentos para jóvenes y niños en
los próximos meses. La Hospitalidad de Lourdes retoma la peregrinación anual
con voluntarios y enfermos desde el día 30 de junio al 7 de julio. También
habrá en el Seminario un encuentro de seminaristas de toda España, en el que
algunos darán el paso al Seminario mayor.
Nuestros centros de estudios teológicos, el
Instituto de Teología “San Pedro de Alcántara” y el Instituto de Ciencias
religiosas “Nuestra Señora de Guadalupe” están acabando el año académico. Tras
dos años de interrupción, el XII Congreso teológico-pastoral “Raíces y
sinodalidad” ha puesto el broche de oro. La Iglesia en sínodo necesita la
comunión y la participación de todos en la misión, especialmente de los laicos.
En este sentido, la formación adquiere una importancia decisiva: para realizar
ministerios (diácono, catequista, lector, acólito, ministro de la comunión…),
para asumir responsabilidades en la evangelización (en las parroquias, en los
movimientos, en las cofradías, en Cáritas…), o para formar parte de los órganos
de decisión y consulta de la diócesis y de las parroquias.
Y tenemos la suerte de contar con un plantel
de profesores especialistas en teología que es una gran riqueza para toda la
diócesis. El Sínodo diocesano XIV encomendó a estos centros la coordinación de
la formación de los laicos (Orientaciones y disposiciones, n. 176). Invito a
todos los que puedan a aprovechar esta oportunidad. Además, ahora se abre la
posibilidad de hacer el grado en teología también en horario de mañana.
Por último, les recuerdo que el día 29 de
junio es la fiesta de San Pedro y San Pablo, el día del Papa. En esta jornada
damos gracias a Dios por nuestro Santo Padre Francisco, pedimos, de manera
especial, por su ministerio al servicio de la Iglesia universal, y contribuimos
con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad. En
estos tiempos difíciles, de secularización y de crisis, este donativo, conocido
como óbolo de San Pedro, es un signo concreto de pertenencia a la iglesia y de
adhesión al Papa como símbolo de su unidad. Los animo a contribuir
generosamente en la colecta que se hace en las parroquias dedicadas a este fin.
Como esta será la última comunicación del
boletín diocesano por este curso, quiero desearles felices vacaciones a todos.
Con mi bendición,
+ Jesús Pulido Arriero
Obispo de Coria-Cáceres