miércoles, 31 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Mc 1,16-17)

 


Así narra Marcos la elección que hace Jesús de sus primeros discípulos: "Bordeando el mar de Galilea vio a Simón y Andrés.... Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré llegar a ser pescadores de hombres”. Digamos que toma en sus manos el barro que son Simón y Andrés y crea en ellos el Discipulado. El " os haré llegar a ser..."  dicho por Jesús tiene una relación directa, en la Escritura, con el verbo crear y es que todo discípulo de Jesús es un hombre nuevo creado por el poder de su Palabra.

 El problema sobreviene cuando el hacer creador de Dios choca contra nuestro corazón caprichoso. No nos gusta el "criterio de Jesús" y   como escribe Isaías decimos que nuestro Alfarero no lo está haciendo bien: ¿Es el Alfarero como la arcilla para que diga la obra a su hacedor...no entiende el oficio? (Is 29,16).

  El Salmo 92 nos dice que los necios no entienden las obras de Dios en ellos, mientras que los sabios saltan de alegría y le dicen:  Señor me regocijo ante las obras de tus manos "

(Sl 92,5-6) ¿Le dejaras a Jesús que haga en ti su obra por excelencia...? ¿hacer de ti su discípulo/a?

 P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

martes, 30 de agosto de 2022

¿Dónde Dios?

 



¿Quieres saber dónde está Dios? Comulga y Le tendrás contigo físicamente tan real como tu propia vida; pero si te tomas la Comunión como un rito más de la misa, mejor no Lo hagas. Ni es bueno para ti ni para Dios. El Comulgar por si acaso o porque es lo que toca ya que vas... No vale sino para tener que penar por ello.

No soy agorera, simplemente Leo lo que Jesús nos dijo y bien claro lo expuso (Mt 7:23; Lc 13:27). Tampoco Le sirve si Comulgas y no tienes caridad, si Comulgas y no sabes perdonar, si Comulgas y el Espíritu Santo no te ha borrado el pecado en confesión.  

¿Somos católicos y practicamos el Evangelio? ¡Alma de cántaro si lo hacemos fatal!... tan fatal como entrar en duda espiritual cuando las cosas se nos tuercen de verdad, y mirad que a Jesús -Hijo de Dios nada menos- se las torcieron más que a nadie acabando en una Cruz CLAVADO.  

¡Pobre mío! Después de lo que hicimos no entendemos nuestras desgracias ¡Ni con la Cruz delante, nos enteramos!

El “dónde estaba Dios cuando...” -frase que he oído muchas veces- ¡Pues dónde va a estar sino con NOSOTROS!, como cuando estuvo con su Hijo antes de Morir.   

Dios no abandona a nadie y recordar a Jesús y a María en su terrible dolor, debería bastarnos en días de angustia. Ellos nunca se hicieron preguntas, nosotros sí.  

Precisamente la FE, precisamente ella es la clave para saber dónde está Dios. 

       

Emma Díez Lobo

lunes, 29 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Mt 10,37)

 


Dice Jesús: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mi" Parece que está apremiando a romper con la familia a quienes desean seguirle. No tiene por qué ser así, pero es cierto que en no pocos casos los padres tienen unas perspectivas que poco dejan que ver con el Evangelio de Jesús. Dios manifiesta las perspectivas que Él tiene sobre nuestra alma, por ejemplo, en este salmo:

"Escucha hija mira, abre tu oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre." (Sl 45,11).

  Es una profecía bellísima sobre los futuros discípulos del Hijo de Dios. Serán hombres y mujeres que sabrán escuchar a Dios, su Palabra, con el corazón; así a través del Evangelio podrán contemplar el resplandor del Rostro de Dios. Un discípulo de Jesús no desprecia a sus padres incluso cuando los pospone respecto a Jesús. 

  Hecha esta opción de fe, Dios habla así a su alma, seguimos con el Salmo: "Dios se cautivará con tu belleza…"  Se cautivará con nuestra belleza porque pondrá sus ojos en nuestra alma y verá en ella reproducida la imagen de su Hijo (Rm 8,29) Entonces proclamará:” Tú eres mi hijo/a amado/a, en ti me complazco (Mt 3,17)  y en un arrebato glorioso tu dirás: ¡Dios mío, Tu eres mi Padre!

  

P. Antonio Pavía

Comunidad Mariana María Madre de los Apóstoles

 

sábado, 27 de agosto de 2022

Domingo XXII T. Ord

 

Partiendo la Palabra

 Jesús es invitado a un banquete y observa como los asistentes se apresuran a coger los primeros puestos.

 Aprovecha este hecho para decirnos que Dios permite que el mundo con su sabiduría nos arrincona despectivamente con su mordaz indiferencia. Cuando nos suceda esto fijémonos que nuestro Maestro y Señor ocupó el último lugar en Israel, debajo incluso de Barrabas. Sin embargo, Dios, su Padre tenía reservado para Él el lugar más excelso.

 Oímos a Pablo: “... Jesús se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo... se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz "Su Padre le sostuvo con su Amor en la Cruz y.…seguimos leyendo a Pablo: "... Dios le exaltó y le concedió el Nombre sobre todo nombre ... para que toda lengua confiese que Jesús el Señor..." (Fil 2,7-11).

 Podemos pensar: de acuerdo; el Padre elevó a su Hijo a lo más alto y sublime de la Gloria, pero... ¿también nos elevará a nosotros sus discípulos? La respuesta nos la da el mismo Jesús en esta súplica que hace al Padre la víspera de su crucifixión: "Padre, quiero que los que me has dado - sus discípulos de todos los tiempos- estén conmigo contemplando mi gloria (Jn 17,24).

 Atención en este contexto, contemplar significa participar. 

 

Antonio Pavia

Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 24 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Sl 62,6)

 

 Escuchamos a este fiel israelita: "Solo en DIOS descansa mi alma, ÉL es mi esperanza" (Sl 62,6). 

 Bellísima profecía sobre Jesús. Recordemos lo que dijo al escriba que quería seguirle: “las aves tienen nidos y las zorras. madrigueras mientras que yo no tengo donde reposar la cabeza" (Mt 8,19-20). Le está anunciando que, en un mundo esclavo de la mentira, incluido Israel, Él descansaba en su Padre: estando en El y haciendo su voluntad.

 Recordemos que al gritar antes de morir: "Todo está cumplido" es decir, Misión cumplida, escribe Juan que “inclinando la cabeza entrego el espíritu" (Jn 19,30) El verbo inclinar en realidad significa dejar caer - en este caso la cabeza- como cuando echamos una cabezada en un sillón.

 Nos preguntamos: ¿Cómo podemos nosotros vivir este descanso que reconforta el alma? Tenemos la respuesta en Juan que en la Última Cena recostó su cabeza sobre el pecho de Jesús que, en el interior de su pecho, en su corazón, guardaba las palabras de su Padre (Jn 8,55) He ahí el secreto:  saber descansar en las palabras del Padre guardadas por Jesús es decir en el Evangelio. Si, Jesús escogió a Juan para enseñarnos que el descanso de nuestra alma es el Evangelio.

 

P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles.

lunes, 22 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Sl 23)

 

Partimos el Salmo 23 conocido como el del Buen Pastor. Empieza así: "El Señor es mi Pastor nada me falta.! ¡Qué fuerte tuvo que ser la experiencia de Dios de David para decirnos que estando con Él no echaba nada en falta! Se asemeja a lo que nos dice el autor del libro de la Sabiduría: "Con ella - la Sabiduría - me vinieron todos los bienes. (Sb 7,11)

 Volviendo al Salmo vemos cómo David nos va diciendo porque estando junto a Dios no le falta nada: "Por prados de fresca hierba me apacienta "Comenta San Agustín que esta fresca hierba son los prados de las Escrituras.  Respecto a la " fresca hierba" David se refiere a hierba recién brotada; no es pues un alimento almacenado y recalentado sino del día.

 Esta es nuestra experiencia cuando en la oración con la Escritura vemos asombrados como Jesús nos va partiendo las palabras que guardamos en el corazón...palabras de Vida y Espíritu (Jn 6,63) totalmente nuevas. 

 Dicen los Padres de la Iglesia que cada pasaje del Evangelio contiene miles de pozos de Agua Viva. Palabras que son Jesús mismo confortando nuestra alma, a veces tan cansada, alentándonos cuando caminamos por valles de tinieblas, preparándonos un banquete frente a los que nos odian…por ser sus discípulos...etc.

 

P. Antonio Pavía

Comunidad María Madre de los Apóstoles

domingo, 21 de agosto de 2022

Madero y Cruz

 


Para mí el Madero de la Crucifixión de Jesús es el mundo; el letreo con su Nombre, el cielo; la Corona de espinas, el mal de la humanidad; los clavos, los indignos de Dios; la lanza, la incredulidad; la Sangre y el Agua que fluyen del corazón, su Misericordia que limpia y perdona; la ropa de lino, el amor de su Madre, y Él en el madero, el terrible dolor humano.  

Y por ser también Dios, resucita y nos hace resucitar a los muertos.  

La Cruz, símbolo del cristiano no es un símbolo de Dios porque Dios no muere, es la angustia del Hijo y María, es la incomprensión y es la madera Santa que te abre el paraíso si lo quieres ganar.    

Cruces, clavos, espinas, dolor de sangre... Es la vida del hombre, por eso cada uno de nosotros nos parecemos por algún lado a Jesús. Hay quien no se parece, es verdad, pero suele acabar fatal.    

Me encanta ver una Cruz colgada al cuello, es como una llamada silenciosa, aunque no por llevarla dejaran de suceder tristezas, todas recogidas en las Bienaventuranzas. Él fue la Persona sin pecado más dañada de la tierra...     

Las “cruces” son parte de la vida y necesitamos apoyo de Dios, si no, jamás seremos capaces de seguir adelante. ¡Qué importante es la Fe!, y Dios nos pide rezar para aumentarla. Sin Fe, la existencia no tiene sentido ni respuesta.

Madero para sostenerte y Cruz para salvarte...

  Emma Díez Lobo  

sábado, 20 de agosto de 2022

Domingo XXI T. Ord.

 

Un hombre pregunta a Jesús si son pocos los que se salvan. Parece más interesado por la estadística que en buscar verdaderamente a Dios. Este israelita representa a los fariseos que hacen muchas preguntas a Jesús y no le hacen caso y por eso les dijo: ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo? (Lc 6,44).

 Lo de salvarse o no, no es como presentarse a unas oposiciones. El que busca salvarse es porque tiene una prioridad escrita en su alma:  Vivir siempre con Dios, movido por la iluminación que encuentra en las Escrituras, como, por ejemplo: “Bienaventurado el que tú eliges y acercas para vivir contigo en tus atrios" (Sl 65,5).

 Para este salmista encontrase con Dios en el Templo lo es todo. Alguien puede decir: ¿Cómo puedo saber si Dios me ha elegido para estar con Él? Jesús nos saca a todos de dudas. Recordemos que " llamó a sus discípulos para que estuvieran con él " (Mc 3, 14). Un estar con Él abierto a la Vida Eterna.

 Buscar a Dios nos lleva a encontrar el Camino, la Verdad y la Vida que son Jesús mismo (Jn 14,6). Los que así buscan a Jesús preguntan cada vez menos porque reciben el don de la Adoración...y el que así adora a Dios le contempla con los ojos del corazón.(Ef,1,17-18), por eso no necesitan preguntarle nada.

 

P. Antonio Pavia

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

miércoles, 17 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Jn 8,35b

 

Dice Jesús a los que quieren seguirle: "... El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará ..." (Jn 8,35b).

 Pretender dar la vida por Jesús movidos por sentimentalismos o heroísmos ascéticos tiene poco recorrido. Solo desde la progresiva experiencia de que perdiendo la vida por Jesús y su Evangelio, no los separemos, está abriéndose a una Plenitud insospechada nos lleva a buen puerto, sin naufragios.

 El autor del salmo 16 nos hace partícipes de la Plenitud recibida de Dios: " El Señor es el lote de mi heredad y mi copa. Mi suerte está en sus manos. Este fiel israelita ha puesto su vida- esto es lo que significa " mi suerte" en la Escritura- en las manos de Dios, y no le ha defraudado. De ahí su grito de júbilo:  El, Dios es mi herencia, mi copa, es decir mi Fiesta permanente.  Aunque sea visitado por el sufrimiento e incluso por crisis de fe, a su momento vuelve a asomar la Fiesta; si, la Fiesta de junto a Dios.

 Bienaventurado todo aquel que considera el Evangelio de Jesús como la carta ganadora por la que apuesta su vida y sus proyectos a cambio de la Vida y los proyectos de Dios sobre El. Sin duda que ganará...como el salmista que es figura profética de los futuros discípulos de Jesús.


P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

lunes, 15 de agosto de 2022

Pasajero VIP

 


 Estaba en la cola de pasajeros cuando vi que un joven me adelantaba sin justificación aparente...

- Oiga, se está colando, grité

- Lo siento, me llaman y debo ir al mostrador de embarque.  

- No es justo, estoy yo antes y llevo esperando mucho tiempo...

Pero no dejo de escuchar por alta voz: Pasajeros VIP, por favor acudan a la puerta de embarque, ¡el vuelo es inminente”!  

Parece que tienen prisa por despegar... Solo lleva una mochila y yo aquí, espera que te espera con un montón de maletas que vete a saber...

Es la cola del viaje a la Vida, vas avanzando hasta que te toca, eso sí, con unos dolores, unas angustias y unas “alas” pochas... Ellos, los adelantados, relucen como águilas con plumas perfectas.

¡Claro!, son pasajeros VIP (Very important person) y meten sus nombres en “Valija Diplomática” -no todos los nombres van en Valija custodiada-, son los recibidos con honores y licencia de Dios.         

Si pudiera les preguntaría si los “ojos” son capaces de soportar esa luz inmensa del Paraíso. Una mística decía que era espectacular, inenarrable, deseada... Ojalá todos viéramos lo mismo.   

Enviad sosiego a vuestras familias y pedid presentaros dentro de sus sueños, pues por mucho que les hablemos de una felicidad que no pueden ver ni imaginar, os necesitan, aunque vuestra casa sea la de Dios.

Si viéramos las almas sin rostro cuando les recordamos... Pero es lo que tiene ser humano y por eso lloramos.

Emma Díez Lobo

 

        

domingo, 14 de agosto de 2022

¡Mi alma engrandece al Señor!

 


Asunción de la Santísima Virgen María

El pasaje del Evangelio nos presenta a María que, tras el anuncio de la Encarnación recibido por el ángel, a quien responde: "He aquí la sierva del Señor: hágase en mí según tu palabra" (cf. Lc. 1, 38), acude sin demora a su prima Isabel: la anima el deseo de estar cerca de una mujer estéril pero embarazada por obra de la misericordia de Dios, para quien nada es imposible (cf. Lc 1, 37). Es un episodio lleno de símbolos y significados. Lucas anota que “al oír Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno y, lleno del Espíritu Santo, exclamó a gran voz: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”.". El saludo que la anciana Isabel dirige a María hace eco de la expresión del rey David cuando acoge el Arca de la Alianza en Jerusalén (cf. 2Sam 6, 9), y María es la nueva Arca de la Alianza, que lleva consigo con alegría no las tablas de la ley, sino el consumador de la ley, Cristo el Señor.

María es exaltada sobre todo por su fe, por su abandono a la voluntad de Dios: “Y bienaventurada la que creyó en el cumplimiento de lo que el Señor le dijo”. Creyó, se puso a disposición de la Palabra; por esta obediencia se convirtió en la Virgen Madre.

María, ante las maravillas que Dios ha obrado en ella y respondiendo a la aclamación de su prima Isabel, eleva su canto de alabanza y acción de gracias diciendo: “Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi salvador”. Sí, María reconoce la mirada amorosa del Todopoderoso sobre ella, ese amor que sólo pide ser acogido: “porque miró la humildad de su sierva. Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones. El Todopoderoso ha hecho grandes cosas por mí y Santo es su nombre». Además, en este cántico se destaca la poderosa acción de Dios que "Ha mostrado el poder de su brazo, ha dispersado a los soberbios en los pensamientos de sus corazones, ha derribado de sus tronos a los poderosos, ha exaltado a los humildes; a los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos despidió vacíos”.

Cuando el amor de Dios se desborda en el corazón de un creyente, entonces toda la vida marcada por la gracia divina se transforma en un canto de alabanza y de acción de gracias, un himno de liberación y de alegría que no puede quedar desatendido ni confinado al hogar. La Virgen María canta en voz alta su amor por Dios. Su canto está lleno de belleza, de esperanza, de luz: revela lo que seremos, es decir, transformados íntegramente por la gracia de Cristo a su imagen y semejanza, para siempre.

La asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al cielo es un gran misterio, pero es sobre todo un misterio de esperanza y de alegría para todos nosotros: en María vemos la meta hacia la que todos los que saben vincular su vida a la de Jesús, que saben seguirlo como lo hizo María.

Esta fiesta, sin embargo, habla también de nuestro futuro, nos dice que también nosotros estaremos cerca de Jesús en la alegría de Dios y nos invita a tener valor, a creer que el poder de la Resurrección de Cristo, que es " primicias de aquellos que han muerto» (II Lectura), puede obrar también en nosotros y hacernos hombres y mujeres que cada día tratemos de vivir resucitados, llevando la luz del bien a las tinieblas del mal que hay en el mundo.

María, " arca de la alianza, mujer vestida de sol " (I Lectura), " primicias e imagen de la Iglesia, madre de Dios " (Prefacio), inmaculada en su concepción, inmaculada en su divina maternidad, la que no conociste la corrupción del sepulcro, que ha sido resucitado en cuerpo y alma a la gloria del cielo, donde la Reina resplandece a la diestra de su Hijo, Rey inmortal de los siglos, ayúdanos a vivir en este mundo constantemente vuelto hacia bienes eternos, para compartir, un día, su propia gloria. Amén.

 (Lucio Dabbraccio)

 

 

 

sábado, 13 de agosto de 2022

Domingo XX T.O.

 

El Fuego de Dios

 Jesús nos dice hoy que ha venido al mundo para dejar en el, su Fuego. Es el Fuego de su Espíritu que acrisola el corazón de todo aquel que lo acoge. Fuego que le hace ser digno de Dios (Sb 3, 5). Es el Fuego que habita en la Palabra y del que emana la Fuerza y la Gracia de Dios por medio de las cuales hombres y mujeres que no son mejores que los demás emprenden gozosos el camino del Discipulado. Sin embargo, este Fuego es dado por Jesús al mundo a cambio de su muerte ignominiosa, de ahí su espasmo doloroso:

"...y que angustia hasta que se cumpla...", angustia que revistió tintes dramáticos en el Huerto de los Olivos. (Lc 22, 39-44) 

 Este Fuego de Dios que nos ofrece Jesús no es una varita mágica que nos abre todas las puertas y nos libra de incomprensiones, sufrimientos, etc. es, como dije antes, la Fuerza y la Gracia de Dios que nos hace más fuertes en toda tribulación. Hablamos de la Fuerza y la Gracia que tejieron en Jesús, en cuanto hombre, su fidelidad al Padre y que la teje también en nosotros.

 

P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

miércoles, 10 de agosto de 2022

Nuestra Transfiguración

 


 Jesús se manifestó transfigurado junto con Moisés y Elías, también gloriosos, ante Pedro, Santiago y Juan. (Lc 9,28-36) Pedro, estremecido por la visión, propone a Jesús hacer tres tiendas; una para El y otras dos para Moisés y Elías dando a entender que ellos con contemplarles ya tenían bastante.

 Dios que quiere para nosotros algo infinitamente mayor dijo desde lo alto: ¡Este es mi Hijo Amado...Escuchadle! He ahí el único mandato del Padre a lo largo del Evangelio. Lo analizamos a la luz de lo que nos dice Juan acerca de la Palabra: " La Palabra es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (Jn 1,9)

 Prestemos atención: La Luz Verdadera, la del Resplandor Eterno, el Esplendor Sagrado anunciado por el salmista (Sl 110,3) Por eso, guardar la Palabra, como María es el alfa y omega del Discipulado, de la Fe. Guardar la Palabra supone abrir nuestra alma al Resplandor de Dios, a su Irradiación Gloriosa que propicia nuestra Transfiguración como dice Pablo: "...el cual - Jesús - transfigurara nuestro cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo. (Fil 3,21)

 Por eso podemos decir que cuando muere un discípulo de Jesús, su alma estalla gloriosa, transfigurada…  ¡Alegrémonos! 

 

P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

lunes, 8 de agosto de 2022

En Presencia de Dios II

 


Como ya lo anuncié, hoy veremos el significado de la pureza de las manos y el corazón en la Escritura; pureza que nos sitúa en la Presencia de Dios. Los judíos suelen rezar con las palmas de sus manos elevadas a lo alto, hacia Dios. El problema aparece cuando sus manos, igual que las nuestras, están ensangrentadas por daños que hemos hecho a personas concretas de obra o de palabra con nuestra lengua: murmuración, difamación, calumnia. etc. como dice Isaías

(Is 1,15).

 De ahí la necesidad de limpiarnos de tanta sangre por medio del perdón de los pecados como dijo textualmente Jesús (Jn 20,23). Es un perdón que nos reconcilia con Dios y con los demás. Entonces Dios acoge nuestras manos y nuestro corazón en su presencia como dice el salmista: "... Sube hacia Dios el de manos limpias y puro corazón " (Sl 24,3-4)

 Otro Salmo, el 18 nos ofrece una catequesis sublime sobre esta pureza. El salmista habla de un fiel que brutalmente injuriado por personas concretas, no devuelve mal por mal y esto le lleva a una cercanía con Dios tan bella como estremecedora, y es que Dios vio sus manos limpias de sangre y le hizo justicia: "...Dios me devuelve según mi justicia, según la pureza de mis manos que tiene ante sus ojos " (Sl 18,25...)

 He ahí la respuesta de Dios al salmista:

¿Quién puede subir a la Presencia de Dios? (Sl 24)

 

P. Antonio Pavía

Comunidad María Madre de los Apóstoles

sábado, 6 de agosto de 2022

Ovejas y también Pastores.

 


 Varias son las Fuentes de Vida que brotan del Evangelio de este Domingo.

 Nos centramos en esta que Jesús nos ofrece y que hace referencia a aquellos que, siendo ovejas suyas, son también pastores por haberles confiado un rebaño al que pastorear con sabiduría, como había profetizado Jeremías (Jr 3,15). Dice Jesús hoy acerca de estos que siendo sus ovejas son también sus pastores: "Bienaventurados los siervos que al llegar el Señor los encuentra velando alimentado el rebaño que les confió -...les hará sentar a la mesa y acercándose les servirá..."-

 Jesús está haciendo presente la profecía del Salmo del Buen Pastor: "Tu preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; unges mi cabeza con perfume, mi copa rebosa..." (Sl 23, 4). Todos los discípulos de Jesús estamos llamados a ser sus queridos pastores.

 Encontramos esta misión en nuestras Parroquias, Movimientos, Grupos de Oración, Ministerio de Catequistas, Obras de Misericordia, etc. y cuando la enfermedad nos lo impida seguiremos siendo pastores con esa luz especial que irradian los que realmente buscaron a Dios a lo largo de su vida.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapotoles.com

 

lunes, 1 de agosto de 2022

En Presencia de Dios

 


 ¿Podemos, desde la dimensión del alma, vivir ya una cercanía con Dios? ¿Estar en su Presencia? El Salmo 24 nos habla de esta posibilidad. Su autor, inspirado por Dios, aun señalando la infinita distancia entre Dios Creador y nosotros criaturas suyas lanza esta pregunta: ¿Quién puede llegar hasta el recinto Santo de Dios? Responde él mismo afirmando que aquel que tiene su corazón puro y sus manos limpias y que preserva su alma de la vanidad alcanza a estar con Dios.

 Hoy hablaremos de la vanidad del alma; en el próximo texto, de la pureza de las manos y del corazón. El problema de los fariseos de todos los tiempos es que hacen buenas cosas: oración, ayuno, limosnas... etc. pero les mueve la vanidad del alma como les dice Jesús: " Todo lo que hacen es para que les vean los demás" (Mt 23,5) La necedad de estas personas es repugnante y ridícula.

 Toda una vida de sacrificios para ser esclavos de las alabanzas de los hombres. Bien que sueltan su lengua para que los de su entorno se enteren de sus buenas obras. Son unos pobres hombres hambrientos de aplausos (Mt 6,1-4...)

 Podemos llamar a esta soberbia, el cáncer del alma. Los que detestan estas vanidades, si saben lo que es estar junto a Dios.

 P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com