sábado, 30 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Fiesta Sagrada Familia (Lc 2,22-40) Ya puedo morir en Paz

 


El anciano Simeón recibió de Yahvé la promesa de que vería al Mesías, antes de morir y esperaba con ansias al que llamaban:  El Consuelo de Israel.  Este hombre guardó fielmente en su corazón la promesa recibida y por eso iba día tras día al Templo donde el Mesías tenía que ser presentado ante Dios al nacer. Uno de esos días vio a Jesús en brazos de su Madre que con José entró en el Templo.

 Jesús, no tenía una estrella en la frente, ni le brotaba un rayo de luz del pecho, pero Dios que no se deja ganar en amor y fidelidad le movió hacia Él. Alborozado lo tomó en sus brazos y proclamó: ¡Ahora mi Dios, ya puedes dejar a tu siervo morir en Paz...tengo a tu Hijo en mis brazos, conmigo!

 Después movido por el Espíritu Santo se dirigió a María y anunció la esencia de la Misión de la Iglesia al decirla: "Una espada te atravesará el alma” Si, una espada atravesó con saña el alma de María, también la de Juan, en el Calvario: La espada del odio del mundo, profetizado por Jesús: (Jn 15,18-19).

 Espada de odio que, abriendo una herida en las almas de los Discípulos de Jesús, libera el Fuego de Dios oculto en ellas: Es este Fuego el que nos mueve a predicar el Evangelio "a tiempo y a destiempo" (2 Tm 4,2) ...   el que nos empuja a cuidar a los necesitados, los enfermos, los desposeídos...etc. Si, la misión que Jesús confía a los suyos, no es una carga heroica, ¡¡¡es...!!  participar de su Fuego!! ...y entonces, como pirómanos de su causa, incendiamos las almas inertes.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 23 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra D. IV Adv. (Lc 1,26-38) María dijo Si

 

 Cuando el Ángel dijo a María que Dios la había elegido para ser la Madre de Jesús, sus entrañas ya estaban habitadas por El; por eso el Ángel la dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". María tenía ya a Dios en ella, porque, como dice San Agustín, ya antes había acogido su Palabra en su corazón, al escucharla en la sinagoga.

 Tengamos en cuenta que, en la espiritualidad bíblica, Palabra y Gracia son sinónimas. Probablemente, San Agustín vio, también en María, el cumplimiento de la profecía de este salmista: "Dios mío, me has abierto el oído; ...en lo más profundo de mi ser, me complazco en tu Palabra” (Sl 40,7-9). Al acoger así la Palabra de Dios, María fue libre para aparcar el proyecto de vida que había tejido esmeradamente con José; proyecto, sin duda de inmensa altura espiritual. Proyecto que dejó de lado, para hacer suyo el de Dios.

 María rompió sus fronteras, que siempre son limitadas, y se adentró en la...Inmensidad del Amor y Protección de Dios. Por eso es Madre de la Iglesia; porque también los discípulos de Jesús somos invitados por Él a abrazarnos a su Gran e Inmenso Proyecto: "Ser su Luz en el mundo" (Mt 5,14). Lo somos cuando llevamos, como María, la Palabra, el Evangelio en nuestras entrañas.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Los Pobres de Dios (II) (Mt 5,3...)

 

Vimos el lunes que Jesús llama a los nuevos Anawin: "Los Pobres de espíritu" y que son los que abren la puerta a todas las Bienaventuranzas (Mt 5,1-12). No son necesariamente pobres sociológicamente, sino aquellos a quienes el Salmista anuncia proféticamente como "los Pobres de Yahvé" (Sl 69,34). Entendemos esto de Pobres de Yahvé, es decir por elección, a la luz de los pastores que adoraron a Jesús, recién nacido. (Lc 2, 8...).

  Veamos los hechos. Estos hombres tenían sus ovejas, que defendían con violencia frente a posibles ladrones. Por eso nos dice Lucas que " vigilaban en la noche sus rebaños por turnos." Los pastores por su fama de ladrones - entre ellos - tenían prohibida la entrada en el Templo, y sin embargo vinieron a ser " los Anawines de Dios" porque ante el Anuncio del Ángel, pasaron de defender sus rebaños, repito con violencia si fuese el caso, a dejarlos en los montes, con el peligro de quedarse sin ellos, para ir al encuentro y adorar al Hijo de Dios.

 A estos, que así actúan, se refiere Jesús cuando, respecto a lo necesario para vivir, dice a sus discípulos: "Bien sabe vuestro Padre Celestial que tenéis necesidad de todo ello.” (Mt 6...32).

 Los pastores, verdaderos Anawines y Pobres de espíritu, vinieron a ser entonces, "Ladrones de solemnidad" si, porque con su decisión, le robaron el corazón a Dios.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.con

 

lunes, 18 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Los Pobres de Dios (I) (Mt 5,3...)

 


Cuando Israel conquistó, con la Fuerza de Dios, la Tierra Prometida, Josué les apremió a que escogieran a quien querían servir: A los dioses de los pueblos vecinos, o a Yahvé que les había dado la victoria.

 Los israelitas respondieron: "Lejos de nosotros abandonar a Yahvé para servir a otros dioses" (Jos 24,16). Se formalizó entonces el Pacto de Siquem, por el que Israel proclamó su fidelidad a Dios por tanto bien que les había hecho, abriéndoles el paso en la conquista de Canaán.

 El caso es que los israelitas fueron infieles al pacto y Dios permitió que los asirios los venciesen y llevasen cautivos a Babilonia. Los asirios, viendo que Israel era un pueblo privilegiado con el que podían progresar económica, científica y culturalmente les ofrecieron otro pacto: Ser considerados como ciudadanos asirios con todos sus derechos, con una condición: Apostatar de Yahvé y servir a sus dioses.

 Sólo un diez por ciento de los israelitas, permanecieron fieles a Yahvé. El restante noventa por cien se despojaron de la protección de Yahvé, al considerar más ventajoso ponerse bajo la protección de dioses inanimados. De nada sirvió todo lo que Yahvé había hecho por ellos. Los que permanecieron fieles a Dios, repito solo un diez por ciento, se les llamó, los Anawin. Estos escogieron vivir bajo la tutela y protección de Dios. Estos Anawines son una profecía resplandeciente de aquellos a quienes Jesús llamó: " Pobres de espíritu" (Mt 5,3). Son los pobres de Dios, porque guardan el Evangelio en sus corazones.

 

Lo veremos el miércoles.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 16 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Dom. III de Adviento (Jn 1, 6-8.19-28) ¿Conoces a Jesús?

 

"En medio de vosotros está uno- Jesús- a quien no conocéis" proclama hoy Juan Bautista.

 Nos preguntamos si, en nuestro tiempo, le conocemos o ignoramos, pues nos pueden alcanzar estas palabras de Jesús: " Vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran perversas..." ( Jn 3,19..).

 Para saber si estas palabras tienen que ver con nosotros o no, mirémonos en el espejo del pueblo de Israel; en su actitud ante el Mesías. Oímos a Juan: "La Palabra era la Luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo…vino a los suyos y los suyos, no la recibieron. (Jn 1,9...).  He ahí el problema de siempre. Al igual que Israel podemos saber la Palabra de memoria, y como los fariseos   guardarla solo en la mente, cerrando así su paso al corazón que es donde decidimos o no, convertirnos a Dios. 

 Para los que la guardan solo en su mente tenemos que decir que... "El Evangelio es el Gran Desconocido de sus corazones “Adviento, Navidad... tiempo de convertirnos     verdaderamente a Dios.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra El estremecimiento del Alma (II). (Lc 1,28-29)

 


 Vimos que María vivió el estremecimiento del alma ante la Palabra de Dios. No se inmutó ante la aparición del Ángel, porque no era sino el mensajero de la Palabra que Dios le transmitía. Palabra que provocó el temblor amoroso de su alma, que es lo que agrada a Dios como vimos en el texto del lunes (Is 66, 2). María con el alma estremecida, fue al encuentro de su prima Isabel, y fue tal el estremecimiento que vivieron juntas que, hasta Juan Bautista, en las entrañas de su madre, saltó de alegría (Lc 1,41). Desde lo que podríamos llamar una Teofanía en su alma, María dio rienda suelta a la Belleza y Magnificencia   de su Fiesta interior con palabras, no humanas sino celestes, dado que manaban del Manantial de Vida de su seno: ¡Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador ...! (Lc 1,46-47...).


María es Bienaventurada porque vivió el temblor del alma ante Dios- Palabra, que después se hizo carne en ella. Bienaventurados también los discípulos de Jesús porque al guardar su Evangelio amorosamente en sus entrañas, sienten tan inusitado temblor, que pueden decir cómo San Pablo: ¡Jesús vive en mí! (Gal 2,19- 20).

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariadreapostoles com

 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra El Alma estremecida (I) (Lc 1,28-29)

 


  No hay experiencia más bella y determinante que la de un alma estremecida ante la Presencia Amorosa de Dios.

 Si, como leemos en el Salmo (114,7), la misma tierra se estremece ante la Presencia de Dios, ¿cómo podríamos describir el temblor amoroso de un alma ante Dios cuando “partiéndole su Palabra "le revela confidencialmente su Misterio? (Lc 10,21-24).

  Entendemos esto mejor a la luz de un texto profético. Adelantamos que Israel se está planteando la construcción del Templo de Jerusalén. Dios, sin excluir esta construcción, nos da a entender que su deseo más vivo es habitar en aquellos que se estremecen ante su Palabra, porque sus almas perciben en Ella su Presencia convertidora.

 Es cierto que, a partir de la Encarnación de Jesús, su Presencia por antonomasia se da en la Eucaristía, pero la percibe con mucho más realismo, quien ya la ha percibido en sus Palabras porque son Vida y Espíritu (Jn 6,63).

  Leemos ahora el texto de Isaías: "Dice Dios... "¿En quién voy a posarme?, en el humilde y abatido que se estremece ante mis palabras? (Is 66,1-2). Profecía bellísima que vemos cumplida primeramente en María, y que es el sello de nuestra pertenencia a Jesús, nuestro Buen Pastor, como discípulos suyos. Recordemos la primera reacción de María ante el Anuncio del Ángel. Nos dice Lucas que " se estremeció", como leemos en el texto original. (Lc 1,28-29). 

 Seguimos el miércoles.

  P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com)  

 


sábado, 9 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Dom. II Adviento (Mc 1,1-8) Tú Rostro buscaré Señor

 

Detrás de mí, viene el que es más fuerte que yo, dice Juan Bautista, a sus oyentes. Es una exhortación siempre actual dado de que "el culto a la persona" está arraigado en nosotros. Los discípulos de Juan estaban tan embelesados con él que, por más que este negara repetidamente sus pretensiones mesiánicas, no daban su brazo a torcer.  Con su rechazo frontal a tamaña veleidad, Juan Bautista, se nos muestra profundamente honesto. Honesto con sus discípulos que enfervorizados le idolatraban atribuyéndole el título mesiánico y también   consigo mismo, en su misión de buen pastor, impidiendo que las ovejas que Dios le había confiado, se desviasen   por el camino de la mentira, madre de toda infidelidad a Dios.

Este peligro de infidelidad tanto de ovejas como de pastores es crónico. Hablamos de la tentación auto idólatra por parte de los pastores y de la idolatría de sus ovejas.

 En el fondo es caer en el engaño, el fraude de cambiar: "los Manantiales de Aguas Vivas”, por aljibes que solo almacenan aguas insanas. (Jr 2,13).  Hoy, Juan Bautista nos previene de este peligro-tentación, tanto a los pastores como a las ovejas.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

lunes, 4 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Jesús lloró por Jerusalén (Lc 19,41...) (I)

Nos quedamos sin palabras al ver a Jesús llorando sobre Jerusalén, que a pesar de albergar en su seno " El Templo de la Gloria de Dios " le rechazó; si, al Mesías, que "al menos de boquilla" con tantas ansias esperaban.

 Jesús, no sólo fue rechazado y humillado, sino que se lo quitaron de encima. A Él, la Palabra del Padre; a Él por quien todos suspiraban en sus rezos y lágrimas. Jesús, predicó el Evangelio testificando su autenticidad con milagros y sin embargo fue rechazado porque sus palabras eran luces que les hacían descubrir el templo idólatra de sus corazones.

 Al despreciable, cumplieron la profecía de Dios a Ezequiel: " Te rechazan a ti porque no quieren escucharme a mi " (Ez 3,7). Esta perversión del corazón provocó el llanto inconsolable de Jesús sobre la que llamaban: "La Ciudad Santa" Lloró y profetizó: " Vuestra Casa quedará desierta "(Lc 13,34-35).

 Desierto de la Presencia y de la Gloria de Dios quedó el Templo de Jerusalén aquel día en el que Jesús cargando con la Cruz se encaminó hacia el Calvario. Nadie reparó en ello, pero bien supo Él ese día, que la Gloria de su Padre abandonando el Templo se posó sobre El, y acampó en el Calvario. Fue allí donde nació la Iglesia, el Discipulado.

 

(Lo veremos el miércoles).

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 2 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Dom. I de Adviento Velad, orad y venceréis (Mc 13,33-37)

 


 El Adviento se abre con esta exhortación de Jesús: Velad, orad y vuestra victoria sobre el Tentador está garantizada. Él, se retiraba frecuentemente para rezar en soledad (Lc 5,16). Velaba y oraba porque, en cuanto hombre necesitaba recibir la Fuerza del Padre para cumplir la misión que le había encomendado. Lleno pues " del Padre " fruto de su "velar y orar “, le vemos celebrando la Eucaristía (La Ultima Cena) con los suyos. Lo cierto es que incluso en la Santa Cena, sus Apóstoles dieron rienda suelta a su inhumanidad ambiciones, al discutir quien era el mayor ... (Lc 22,24).

 Podemos imaginarnos   cómo fue después al Huerto de los Olivos: con un dolor y tristeza innombrables. Por si fuera poco, sus amigos Pedro, Santiago y Juan le dejan desamparado con sus angustias:  se duermen. Jesús lacerado hasta lo indecible vela y ora así al Padre: " Si es posible aparta de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Lucas nos dice que, ante tanto dolor y desvalimiento, el Padre le envió un ángel para confortarle. (Lc 22,39-44).

 El Padre confortó el alma quebrantada y malherida de su Hijo, como estaba profetizado.  (Sl 23,1-3). Velemos, oremos y Jesús confortará también nuestra alma pues esa profecía se cumple también en sus discípulos. Su Padre confortó su alma; Él confortará la nuestra. Velemos pues, oremos y venceremos.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra ¡Lávame Señor! (Sl 51) (II)

 

 ¡Recordemos el grito suplicante de David! ¡Lávame Señor, y quedaré más blanco que la nieve! ¿Qué respuesta podría dar Dios ante este hombre empecatado de arriba abajo?

  Sondeamos su respuesta, subrayando, que, en mayor o menor grado, todos somos David; nadie es inocente ante Dios como dice este salmista (Sl 143,2). La respuesta de Dios fue, es y será: La Encarnación de su Hijo. David pidió un imposible y.…dejemos hablar a Pablo: “... A Aquel, que tiene poder para realizar todas las cosas, incomparablemente mayor de lo que podemos pedir o pensar... (Ef 3,20).

 David pidió con lágrimas a Dios que revistiese su alma de una blancura fulgurante. Dios nos respondió a todos mostrando en la Transfiguración de su Hijo a Moisés y Elías - pecadores como todo hombre - envueltos en un resplandor glorioso.

 Leemos: "Mientras Jesús oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos eran de una blancura fulgurante. Con Él estaban Moisés y Elías resplandecientes también de gloria (Lc 9,28-31).

 Si, este es nuestro Dios, este es nuestro Padre....y con razón, podemos llamar a David: ¡El padre de la Mística!

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

lunes, 27 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra ¡Lávame Señor! (I) (Sl 51)

 


 

El Salmo 51 nos revela nítidamente lo que es un corazón quebrantado y arrepentido ante Dios. En él vemos a David descargando en las manos misericordiosas de Dios, los pecados que más le duelen y humillan: su adulterio y posterior asesinato del marido de su amante (2 Sam 11.1-17).

  El arrepentimiento sincero de David, arrancó a Dios un torrente de Ternura desde sus entrañas.  ¿Por qué?,

  Veámoslo:  David no esgrimió ninguna excusa ni atenuante ante sus pecados, antes bien, suplicó así a Dios: “Lávame a fondo de mi culpa, purifícame de mi pecado, reconozco mi delito " David sabe que las entrañas de Dios, están entrelazadas con las fibras de su misericordia. Porque lo sabe y lo cree, tiene la audacia para implorarle: ¡Lávame, quedaré más blanco que la nieve! Sabe que es un pecador repugnante. Él se ve así...Dios le ve como hijo suyo, que desea cruzar el abismo que les separa.

 Quiere pasar, de la carga insoportable de su culpa, hacia los brazos paternos y maternos de Dios. Busca en Él su perdón, que no es un simple trámite sino la rehabilitación como hijo suyo. Lávame, seré más blanco que la nieve…Esto, ¿tiene que ver con nosotros?    

 Lo veremos el miércoles.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 25 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra Dom. XXXIV T. Ord. Jesús, ¡Compadécete de mí!

 


Jesús nos habla hoy de nuestra mirada compasiva ante las necesidades y carencias del otro: hambre, dolencias, penurias económicas...etc. Es la mirada que mueve nuestros pasos hacia su encuentro. Mirada compasiva como, por ejemplo, la de Santa Teresa de Calcuta, quien al ver moribundos en la calle no se cuestionaba si llegaron a tal postración a causa de una vida desordenada... Los recogía, aseaba, acostaba en una cama para que muriesen dignamente.

 Pensemos sobrecogidos en la mirada compasiva de Jesús ante una multitud, imagen de toda la humanidad. Le dolía el alma vernos “como ovejas sin pastor " (Mt 9, 36...). Así fue y así sigue siendo, al vernos despojados de toda dignidad, por dejar que Satanás la arrancase de nuestras entrañas; y es que la Dignidad está entrelazada con el Amor a la Verdad mientras que Satanás es " el padre de la mentira", como dice Jesús (Jn 8,44). Mentira que nos lleva a deambular entre abismos, aunque nademos en oro o títulos.

 Inmensamente Compasiva fue la mirada de Jesús desde la Cruz hacia sus verdugos que a todos nos representan. Tan dulcemente compasiva que gritó al Padre:

¡Perdónales, no saben lo que hacen!

Resucitado nos dio   ¡Su Santo Evangelio! Sus palabras son nuestra Dignidad. ¡Anunciémoslo sin descanso! 

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra Yo os daré descanso (II) (Mt 11,28-30)

 


Continuamos con la Catequesis: "Yo daré descanso a vuestras almas." Sondeamos esta gratificante promesa de Jesús a la luz del Salmo 23 en el que su autor desde su propia experiencia nos brinda esta confidencia: "El Señor es mi pastor, en verdes praderas me hace recostar..." San Agustín nos dice que las verdes praderas en las que Jesús nos recuesta son sus propias Palabras. En la Última Cena vemos a Juan recostado en el pecho de Jesús, (Jn 13, 23-25).  Es un dato importantísimo, que va mucho más allá del sentimentalismo. Juan se está recostando, como oveja, en el pecho de su Buen Pastor, cuyo corazón está rebosante de la Palabra del Padre. Juan, estaba bebiendo de los "Manantiales de Aguas vivas "(Jr 2,13) que fluían del corazón de Jesús.

 He ahí la razón, también el secreto y la Fuerza por la cual, los discípulos de Jesús vencemos el mal que se nos hace. (Mt 6,38-39...).

  Recostados, como ovejas suyas, sobre el pecho de Jesús, sus Aguas Vivas, saltan hacia nuestras entrañas (Jn 6,37-38). El Santo Evangelio, que su Padre, le susurró al oído (Jn 12,49-50) fue la Roca sobre la que se apoyó y que le posibilitó tomar uno a uno nuestros pecados, con su veneno mortífero, clavándolos   en la Cruz.

¡¡¡Bienaventurados los que se dejan amar y liberar así por el Señor Jesús!!!.

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 20 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra "Yo os daré descanso" (I) (Mt 11,20-30)

 

San Pablo conoce a fondo el desgaste físico y anímico que supone ser testigo de Jesús, anunciar su Evangelio en un mundo que como profetizó, odiaría a sus discípulos, lo mismo que le odiaron a Él. (J15,18-20). Nuestro amigo sabía muy bien lo que le esperaba al ponerse al lado de Jesús.

  Conocemos algo de sus sufrimientos por sus cartas, y puestos a escoger alguna de sus penalidades, me inclino por el testimonio que nos brinda en su segunda carta a Timoteo, su compañero de misión, a quien anima a no avergonzarse de los padecimientos y desprecios que caen sobre él a causa de, como he señalado, ser y vivir cono discípulo de Jesús.

 Le escuchamos:

"No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí su prisionero, antes bien, comparte conmigo mis sufrimientos a causa del Evangelio. (2Tm 1, 8...). Entendamos bien; Pablo no está ensalzando el sufrimiento en si, como hacían los que seguían la corriente filosófica del estoicismo.

 La mirada que el Apóstol quiere...compartir con Timoteo, es por encima de todo celeste. Podemos decir que Jesús le había enseñado a descansar en Él, que en su día dijo: "Venid a mí los que estáis fatigados, agobiados... encontraréis descanso para vuestras almas. (Mt 11,28-30) Con estas palabras Jesús nos dijo a todos: Descansad en mí, como yo descanso en mi Padre; en las verdes praderas que son sus Palabras (Sl 23,1...)

 

Seguimos el miércoles

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 18 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra Dom. XXXIII T. Ord (Mt 25,14 - 30) Jesús, se fía de mí.

 


Son frecuentes en la Escritura los pasajes que nos hablan de los bienes de Dios, que fluyen hacia nosotros   por medio de sus Palabras de Vida (Jn 1, 1...) Bienes por los que somos Templos de Dios (1 Co 3,16).

  El Evangelio de hoy nos dice que un propietario (Dios) concedió sus bienes a sus siervos, se fio de ellos, para que los   negociasen y se marchó. Un breve comentario sobre el que recibió un talento, imagen de los bienes de Dios. Este, con sus rezos y cumplimientos ya está satisfecho, no quiere problemas con el Evangelio de Jesús.

 Por su parte, los que negocian con los talentos- bienes recibidos, son los que escuchan la Palabra a los pies de Jesús, no con la intención de "sabérsela" sino con el deseo de obedecer a Dios que les habla, que les da sus bienes. Así escuchaba María la hermana de Marta, a Jesús. (Lc 10,38...).

 El que así escucha a Jesús, ciertamente es consciente de su debilidad, pero acoge amorosamente el Evangelio para recibir la Fuerza de Dios contenida en sus palabras (Rm 1,16) Conforme escuchan, día tras día a  Jesús, que les "parte la Palabra", su alma va creciendo y son testigos de su cambio; testigos de que "para Dios no hay nada imposible. (Lc 1, 37) Por eso... ¡también tú puedes llegar a ser!: Discípulo Amado de Jesús! 

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra El Buen Pastor (II) (Jn 6,63)

 

Vimos el lunes que Jesús se presentó como el Buen Pastor profetizado sobre todo en el Salmo 23. Él da su vida por sus ovejas y las apacienta con Palabras de Vida Eterna: su Evangelio (Jn 6,68).

  Efectivamente, Jesús haciéndose el último de todos, debajo incluso de Barrabás, dio su vida por el mundo entero. Abrimos nuestras entrañas intentando captar algo del Infinito Amor que resplandeció sobre Pedro, una de sus " ovejas perdidas".  Jn 21,18...).

  Tenemos a los dos frente a frente; Jesús le pregunta tres veces: ¿Me amas? Pedro, alcanzado por un Amor que rompe sus esquemas, apenas acierta a decir: Señor, tú sabes que te amo. Nuestro amigo, vencido ante el Misterio del Amor desconocido se queda sin habla ante la propuesta de Jesús:  Apacienta mis ovejas. Está atónito, fuera de sí. Sabe bien que Jesús con su invitación de apacentar sus ovejas, le está confiriendo el título de Buen Pastor: la profecía del pastoreo proclamada en el Salmo 23.

 Pedro, el pescador que enfrentó mil cansancios, no tiene palabras. Solo le queda mirar a Jesús, amarle, asentir con la cabeza, sostenerse en El ...y llorar; llorar no como noches atrás dolido por sus negaciones sino porque ha sido alcanzado por el Amor de aquel a quien Tomas llamó: ¡Señor mío y Dios mío! (Jn 20,28).

 Todos nosotros, que hemos pasado por las mismas negaciones de Pedro pasamos también por el mismo encuentro Glorioso (cada cual tiene el suyo) en el que Jesús nos dice: ¿Me amas ?: Apacienta mis ovejas.  Esto se llama: ¡Discipulado en vistas a Evangelizar...a Apacentar las ovejas de Jesús!

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

lunes, 13 de noviembre de 2023

Partiendo la Palabra Jesús, tu Buen Pastor (Jn 6,63)

 



 Fijamos nuestros ojos y nuestros oídos en estas Palabras de Vida que Dios inspiró a David. "El Señor es mi pastor nada me falta, en prados de hierba fresca me apacienta..." (Sl 23).

  Partimos con las manos del alma esta profecía gloriosa acerca de Jesús, nuestro Buen Pastor, señalando que San Agustín nos dice que esa "fresca hierba” con las que Jesús nos apacienta son las Escrituras.

 Recordemos la proclamación que Pedro hizo de Él: "Tú tienes Palabras de Vida Eterna " (Jn 6,68). Si, podría haber confirmado Jesús, Yo soy el Buen Pastor anunciado por los profetas (Ez 34, 11-16...) He sido enviado por mi Padre, para dar mi vida por vosotros para que tengáis mi Vida en abundancia (Jn 10,10-11) Es la Vida en abundancia ante la que se doblega la muerte.

 Miremos a San Pablo. Antes de conocer a Jesús, su vida, encadenada a la gloria del mundo se reducía a ser un reconocido fariseo, doctor y buen observante de la ley... etc. (Fil 3,5-6) Su pobre gloria se reducía al "currículum" que ostentaba. Cuando acogió amorosamente a Jesús, rompió su curriculum en mil pedazos, para hacerse con la perla preciosa que dio valor eterno a su ser. (Mt 13,45-46) De ahí su bellísima confesión de fe: "Para mí la Vida es Jesús" (Fil 1,21).

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Dom. XXXII T. Ord. (Mt 25, 1-13) Para ti es mi lámpara Señor.

 


Todos tenemos en nuestro interior lo que podemos llamar: "El Aliento de Dios; el Alma". Que nuestra alma crezca hasta que alcance su plenitud, como nos han dicho no pocos Santos, depende de cómo la cuidemos. Jesús nos habla hoy de unas vírgenes, que representan el alma.

Unas son sabias y otras necias.

 Las necias, lo son, porque sus portadores, nunca dieron valor a la riqueza que tenían en sí: estaban llamados a participar de la Gloria de Dios (Jn 17, 22) pero en su necedad se dejaron deslumbrar por las vanidades del mundo, que al final, serán sus mortajas perennes.

 Las vírgenes sabias están bellísimamente descritas así, en el Cantar de los Cantares: "En mi lecho, por las noches, he buscado el Amor de mi alma. Lo busqué y no lo hallé. Me levantaré, recorreré la ciudad... Pregunté a los guardias: ¿Habéis visto al Amor de mi alma? Apenas los dejé atrás, encontré al Amor de mi alma, le abracé y no lo soltaré..." (Ct 3, 1-4a).

 Alma sabía o alma necia: Tu escoges.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com