sábado, 27 de enero de 2024

Partiendo la Palabra Dm IV T.O. (Mc 1,21-28) Endereza mis pasos hacia ti, Señor.

 


 Jesús predica en la Sinagoga de Cafarnaúm. Todos quedan impactados pues habla   con la autoridad de quién derrama sobre ellos la Vida y Espíritu propios de su Evangelio (Jn 6,63).

  De pronto unos demonios dicen por medio de uno de los judíos. ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús…? Estos demonios tienen sometida a la asamblea y Jesús socava sus dominios. Tienen a todos adormecidos; es un pueblo que “honra a Dios con sus labios, pero su corazón está lejos de Él " (Mt 15,8).

  Los demonios son maestros de la mentira (Jn 8,44) y Jesús con sus palabras les ha desenmascarado; por eso protestan. A la luz de este pasaje, entendemos la respuesta que Jesús dio a Pedro al negarse que le lavase los pies: " Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo" (Jn 13,8). 

  Como ya vimos, los demonios, no tenían nada que ver con Jesús. Jesús quiere que Pedro ...todos... sí tengan que ver con El. Es un lavar los pies como símbolo de que tendrán poder de aplastar con ellos la cabeza del Tentador, simbolizado por la serpiente. Por eso dijo a sus discípulos de todos los tiempos: "Os he dado poder para pisar serpientes y escorpiones...” (Lc 10,19)

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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