Cuando la Palabra Prende
Todo el que escucha al
Padre y aprende viene a mí, nos dice Jesús en el Evangelio de hoy.
La apreciación de Jesús
es esencial para alcanzar la fe. Él mismo aclara una y otra vez que el Evangelio
que sale de sus labios le ha sido anunciado previamente por su Padre (Jn
12,49).
Volviendo al Evangelio
de hoy, fijémonos en que Jesús al hecho de escuchar al Padre añade el
verbo aprender que significa prender profundamente. El Evangelio de Jesús tiene
que llegar a prenderse, acoplarse en el corazón como la semilla se introduce y
acopla entre los huecos del surco de la tierra para poder dar fruto.
San Pablo nos dirá que
la fe nace de la predicación del Evangelio (Rm 10,17). Evangelio que se escucha
con el corazón abierto como hizo Lidia y creyó en la predicación de Pablo
(Hch 16,14…). Escuchemos el Evangelio con el corazón abierto para
que se prenda en él, no con un corazón retorcido en el que la Palabra no prende
como dijo Jesús a los fariseos: "Tratáis de matarme porque mi Palabra no
prende en vosotros" (Jn 8,37b).
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario