miércoles, 20 de enero de 2021

CORAZÓN DE PIEDRA O DE CARNE

Un corazón de piedra no puede ser atravesado por la espada del Mal del mundo, su pétrea dureza hace que rebote; es lo que llamamos devolver mal por mal. Cuando Jesús dice a sus discípulos que no devuelvan mal por mal no les está imponiendo una carga inhumana, les está ofreciendo una promesa que sólo puede venir de Él en cuanto Hijo de Dios, y que había sido anunciada por los profetas: "Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne" (Ez 36,26).

 Un corazón de carne, como el de Jesús atravesado por una lanza, se deja atravesar por la espada del Mal... ¡Venciéndole! Un verdadero hijo de María… para empezar se mira en ella. Simeón le dijo proféticamente que una espada le atravesaría el alma… que en este contexto es sinónimo de corazón (Lc 2,35).

 Pues bien, María silenciosa al pie de la Cruz sintió como la espada del Odio del mundo hacia Jesús atravesaba su alma… como hemos dicho… su corazón. La espada no rebotó en él en forma de maldiciones e insultos… se había cumplido en ella la profecía de Ezequiel... y para nuestra sorpresa y gozo infinito también en el Discípulo Amado de cuya boca tampoco salió ninguna palabra vengativa.

 No nos engañemos… sólo al pie de la Cruz, Jesús cambia nuestro corazón de piedra en uno como el suyo y el de su Madre: de carne… el único que vence al Mal.

 P. Antonio Pavía

Comunidadmariamadreapostoles.com

 

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