jueves, 30 de junio de 2022

No jueces sino Luz de Dios

 


Jesús miro a la multitud y sintió compasión de la gente porque estaban como ovejas sin pastor (Mt 9,36…).

 Jesús no se limitó a compadecerse de los hombres, sino que entregó su vida para romper nuestros horizontes tan simples como sujetos al vaivén de las vanidades. Se dejó conducir al Calvario, crucificado venció con su Luz a las tinieblas.

 Nosotros a quien el Señor nos dice: " Vosotros sois la Luz del mundo" (Mt 5,14) asistimos a una etapa crítica de la humanidad marcada por guerras altamente destructivas, pandemias, sequías que provocan hambrunas...etc. En el colmo de su orgullo, el hombre, dejando a Dios de lado, se ha erigido como único discernidor entre el bien y el mal con secuelas que todos conocemos pero que preferimos silenciar. 

 Ante esta realidad, nuestra misión como discípulos de Jesús no es la de juzgar, ni meter miedos ancestrales. Jesús no nos llamó para ser jueces- acusadores de nuestros hermanos sino su Luz en medio de ellos. El hecho de obedecer a Jesús predicando y dando testimonio de su Santo Evangelio es el mejor servicio que podemos hacer al mundo. Quienes acogen las palabras de Jesús, se dejan juzgar por ellas. Es un juicio de compasión, de amor y misericordia...la de DIOS...que, como Padre, nos abraza con tal fuerza creadora que transforma nuestros corazones.

 Ojalá entendamos que Jesús nos envía al mundo con su Evangelio. No como jueces condenatorios sino como reflejos de su Luz.

 P. Antonio Pavia

 http://comunidadmariama.blogspot.com/

 

 

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