La alegría que viene de Dios.
Vemos este Evangelio a la luz de estas palabras de
Jesús: "Muchos son los llamados y pocos los elegidos" (Mt 22,14).
Entre los llamados por Jesús, solo son dignos de ser
elegidos, los que consideran su llamada como lo más importante de su vida: ser
su Luz en el mundo; o sea que no lo ven como una carga que hay que soportar
cada día (Mt 20,12) … estos dan pena.
Recordemos a San Agustín que encontró a Dios a una
cierta edad y que en el cómo de su alegría dijo como lamentándose: “¡Tarde te
amé Belleza infinita, tarde te amé...Supe Señor que estabas en mi alma y tú
estabas fuera...Con tu Luz cambiaste mi ceguera en resplandor...!
Nos fijamos en María de Betania la que"
arrodillada a los pies de Jesús, escuchaba su Palabra" (Lc 10,39). Supo
llena de amor, que su Alegría brotaba de escuchar a Jesús, antes que hacer las
demás cosas; beber gozosa, como profetizó Isaías, el Agua Viva de la Fuente del
Salvador. (Is 12,3) Si, María escuchaba a Jesús y Él le correspondía
partiéndole la Palabra. Resumiendo: Muchos son los llamados, pero pocos los
que, como esta mujer, “eligen la elección de Jesús". De hecho, Jesús dijo
a su hermana: " María eligió la mejor parte".
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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