miércoles, 20 de diciembre de 2023

Partiendo la Palabra Los Pobres de Dios (II) (Mt 5,3...)

 

Vimos el lunes que Jesús llama a los nuevos Anawin: "Los Pobres de espíritu" y que son los que abren la puerta a todas las Bienaventuranzas (Mt 5,1-12). No son necesariamente pobres sociológicamente, sino aquellos a quienes el Salmista anuncia proféticamente como "los Pobres de Yahvé" (Sl 69,34). Entendemos esto de Pobres de Yahvé, es decir por elección, a la luz de los pastores que adoraron a Jesús, recién nacido. (Lc 2, 8...).

  Veamos los hechos. Estos hombres tenían sus ovejas, que defendían con violencia frente a posibles ladrones. Por eso nos dice Lucas que " vigilaban en la noche sus rebaños por turnos." Los pastores por su fama de ladrones - entre ellos - tenían prohibida la entrada en el Templo, y sin embargo vinieron a ser " los Anawines de Dios" porque ante el Anuncio del Ángel, pasaron de defender sus rebaños, repito con violencia si fuese el caso, a dejarlos en los montes, con el peligro de quedarse sin ellos, para ir al encuentro y adorar al Hijo de Dios.

 A estos, que así actúan, se refiere Jesús cuando, respecto a lo necesario para vivir, dice a sus discípulos: "Bien sabe vuestro Padre Celestial que tenéis necesidad de todo ello.” (Mt 6...32).

 Los pastores, verdaderos Anawines y Pobres de espíritu, vinieron a ser entonces, "Ladrones de solemnidad" si, porque con su decisión, le robaron el corazón a Dios.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.con

 

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