domingo, 24 de mayo de 2015

Recibid el Espíritu Santo (Jn 20, 19-23)




La fuerza del Espíritu actúa en la historia
conduciéndola hacia la plena comunión,
promoviendo movimientos en pro de la justicia,
creando conciencia de solidaridad universal.

Tú hablas en el silencio, todas las lenguas te proclaman.

Todo espíritu abierto te puede entender en su lenguaje y en su vida.

La fuerza del Espíritu abierto actúa en los ambientes,
suscitando valores humanizadores,
aspiraciones a unas condiciones de vida dignas,
a unas relaciones humanas fraternales.

La fuerza del Espíritu actúa en la Iglesia,
impulsándola en su tarea evangelizadora,
haciéndola signo e instrumento del Reino,
desde la solidaridad con los empobrecidos. 



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