domingo, 4 de octubre de 2015

Serán los dos uno solo


Ahora que amo la arcilla,
el agua, el barro y tus sueños
con locura,
la emprendo sin miedo
ni cláusulas secretas.

Y si estas manos logran acariciar algo,
y si el amor convierte el barro en esperanza,
y si se hace el milagro de alumbrar la vida,
o si no acierto y fracaso,
o si no paso de copista...
seré fijo en tu taller
todos los días.

Amo el tiempo de los intentos,
la hora que nunca brilla
y este oficio
que sueña con dar forma y vida al barro.



Florentino Ulibarri





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