miércoles, 12 de julio de 2023

Partiendo la Palabra Dios te habla al corazón (Os 2,16)

 


En el texto anterior sondeamos una promesa bellísima de Yahvé a Israel, vista su querencia, como la de los demás pueblos de la tierra, hacia la idolatría (Os 11,7).

 Ante tamaña debilidad unida al culto a la mentira, arraigada en el corazón del hombre por la seducción de Satanás, Dios, por amor - por su Gran Amor - se dijo a sí mismo: Frente a una seducción así tan dañina y destructiva, pongamos ante los ojos del hombre una seducción mucho mayor que le mueva hacia la Vida. Bien, pues yo mismo seduciré su corazón con mi Palabra para que se convierta de su conducta y viva (Ez 18,23). Lo pensó y lo hizo: "la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.".

 Los primeros cristianos tenían la certeza y también la experiencia de que al acoger la Palabra que se les predicaba, acogían la Gracia, la Fuerza de Dios que les permitía cambiar de vida.

 Oigamos este testimonio de Pablo respecto a su predicación en Tesalónica: "...no cesamos de dar gracias a Dios porque al recibir la Palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis, no como palabra de hombre sino cual es en verdad, como Palabra de Dios que trabaja en vosotros... (1 Ts 2,13). Que nadie os engañe: Este es nuestro Dios: Misericordioso y.…Divinamente Seductor.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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