lunes, 31 de julio de 2023

Partiendo la Palabra En tu Luz vemos la luz (Sl 36,10)

 

 

Sabemos que los buscadores de Dios - siempre los ha habido y los hay- encuentran en los Salmos ese resplandor diáfano que iluminando sus entrañas les abre a la Trascendencia. Hacemos nuestro el gozo de este salmista que le impulsa a gritar así a Dios: ¡En tu Luz vemos la luz! Juan nos dice: " Dios es Luz, en Él no hay tiniebla alguna " (1Jn 1,5).

 La pregunta aflora como una flecha: ¿Cómo llegamos a ver la Luz de Dios? No con los ojos de la cara sino, como dice San Agustín, con los del alma; y antes que él San Pablo escribió: "Que Dios Padre de Jesucristo, el Padre de la Gloria, os conceda espíritu de Sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente, iluminando los ojos de vuestro corazón..." (Ef 1,17-18).  

 Es cierto, Dios abre los ojos interiores de sus buscadores; de los que le buscan con todo el corazón y con toda su alma por eso cuando le encuentran es normal que: " le amen con todo su corazón con toda su alma y con todas sus fuerzas..." (Dt 6,4-6)

  

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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