miércoles, 21 de febrero de 2024

Partiendo la Palabra Señor ¿Qué quieres que haga? (II) (Hch 22,10)

 


 Vimos la sorprendente elección de San Pablo; sondeamos ahora algún aspecto como anunciador del Evangelio de Jesús. Pablo refleja de forma entrañable la fidelidad amorosa a Jesús, el Señor, al encontrar en El, la Vida por la que todo hombre suspira. Cuanto más se desvive Pablo por anunciar a Jesús, más crece su Amor a Él. Es tal su riqueza interior que nos parece oírle decir a Jesús: ¿Que he hecho para que me ames tanto? ¿Que he hecho para que hayas abierto en mis entrañas tu Fuente de Agua Viva que un día prometiste? (Jn 7,37-38).

   No, no termina Pablo de salir de su asombro; tampoco puede explicarse, apenas alcanza a decir: "Se fio de mí, me hizo capaz y me confió este ministerio (la Evangelización) a mí que antes fui un blasfemo, un perseguidor...etc."(1Tm 1,12-13).

 Los discípulos de Jesús tenemos algo o mucho de Pablo. Sin mérito alguno recibimos el Evangelio, que se hace Fuego en nuestras entrañas, como le pasó proféticamente a Jeremías (Jr 20,7-9). Entonces, desde Jesús que en nosotros vive lo anunciamos, y no como un compromiso sino porque cuanto más lo anunciamos más Vida albergamos en nuestras entrañas.

 ¿Te vas a perder este don?

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario