lunes, 25 de marzo de 2024

Partiendo la Palabra Y Jesús... resplandeció en el Calvario (I). (Lc 23,44-47)

 


 Dios escogió a Israel, como propiedad personal, entre todos los pueblos del mundo. (Dt 7,6). Israel fue infiel a Dios una y mil veces, más aún así, Él mantuvo su elección, algo que nos   parece inaudito.

  Dicho esto, nos sorprende que un pueblo con un corazón tan voluble (Ez 16,30) fuese capaz de proclamar y cantar, con tanta altura y belleza mística, su relación con Dios, como por ejemplo después de cruzar ileso el Mar Rojo. Al llegar a la otra orilla, con el aliento de Dios aún en sus entrañas, este pueblo canta proféticamente la grandeza sin par de Jerusalén y su Templo, Morada Santa de Yahvé.

Veamos un extracto del poema:

"Conduces a tu pueblo y lo plantas en el monte de tu heredad... Santuario obra de tus manos" (Ex 15,17). Profecía como he dicho, acerca del Templo de Jerusalén, cuya Gloria se irradiaba sobre los que, en él, alababan a Dios (Sl 106,47b).

  La Gloria de Dios que resplandecía en el Templo de Jerusalén brilló y brilla hoy en toda su Plenitud a lo largo y ancho del mundo entero en... ¡¡El Calvario!!

 

Lo veremos el miércoles. 

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariammadreapostoles.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario