Sííííííííííí ya sé, se llaman
las Bienaventuranzas, pero yo lo
digo así para que aquél que nada sepa ¡Qué los hay! Y han oído campanas sin
saber dónde, lo entienda desde el principio.
Jesús miró a sus discípulos y
les dijo en alto (siempre a su estilo), para que después nos lo dijeran a
nosotros, si no… ¿Cómo iba yo a escribirlo si no tengo 2014 años (pero casi,
casi… jajaja) y no estaba allí? Pues eso, supongo que está claro:
“Bienaventurados
los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios”. ¡Hala!
Todo el Reino “pa” ellos… Es como tocarles fijo “el gordo” dentro de un tiempo.
Genial, se lo merecen.
“Bienaventurados
los que tenéis hambre porque seréis hartos”. Yo, perdona mi Dios
pero tampoco me gustaría ser una “mesa camilla celestial”… ¡Bueno Tú sabrás que
es mejor, si ir rodando por el cielo o volar como una sílfide!
“Bienaventurados
los que ahora lloráis, porque reiréis”. Esto sí que me gusta
cantidad, porque tengo los ojos arrugados de tanto llorar, pero gracias Jesús,
también me rio un poco cuando escribo. Es que el Espíritu Santo tiene un
sentido del humor…
“Dichosos
seréis si os odian, si os insultan… Y proscriben vuestro nombre como infame por
causa del Hijo del hombre”. ¡Esto me anima un montón! Por ti Jesús lo
que haga falta ¡Ya sabes! Me da igual lo que me llamen y si me odian peor para
ellos, porque el odio no deja vivir y se les pone una cara de berenjena en
vinagre….
“¡Alegraos…!
Porque vuestra recompensa será grade en el cielo (no aquí ¡ojo!). Así trataban
sus padres a los profetas”. Jesús ¡Es que no se libra ni uno!!! Ya
decía yo que ser CRISTIANO con mayúsculas, oír a los profetas y seguirte era algo gordo, pero que muy muy
gordo.
Bien, entonces ¡Alégrate y vive
tranquilo pases el hambre que pases, llores por lo que llores y sobre todo si
te dan la espalda por Él! La recompensa será el AMOR como cuando estuviste
enamorado por primera vez y eras tan feliz (bueno, algo parecido pero a lo
bestia y sin “rupturas”).
Emma Díez Lobo
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