sábado, 22 de febrero de 2014

Las “Buenafortunas celestiales” Lc. 6,2 -20

                             
 


Sííííííííííí ya sé, se llaman las Bienaventuranzas, pero yo lo digo así para que aquél que nada sepa ¡Qué los hay! Y han oído campanas sin saber dónde, lo entienda desde el principio. 
Jesús miró a sus discípulos y les dijo en alto (siempre a su estilo), para que después nos lo dijeran a nosotros, si no… ¿Cómo iba yo a escribirlo si no tengo 2014 años (pero casi, casi… jajaja) y no estaba allí? Pues eso, supongo que está claro:
“Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios”. ¡Hala! Todo el Reino “pa” ellos… Es como tocarles fijo “el gordo” dentro de un tiempo. Genial, se lo merecen.
“Bienaventurados los que tenéis hambre porque seréis hartos”. Yo, perdona mi Dios pero tampoco me gustaría ser una “mesa camilla celestial”… ¡Bueno Tú sabrás que es mejor, si ir rodando por el cielo o volar como una sílfide!
“Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis”. Esto sí que me gusta cantidad, porque tengo los ojos arrugados de tanto llorar, pero gracias Jesús, también me rio un poco cuando escribo. Es que el Espíritu Santo tiene un sentido del humor… 
“Dichosos seréis si os odian, si os insultan… Y proscriben vuestro nombre como infame por causa del Hijo del hombre”. ¡Esto me anima un montón! Por ti Jesús lo que haga falta ¡Ya sabes! Me da igual lo que me llamen y si me odian peor para ellos, porque el odio no deja vivir y se les pone una cara de berenjena en vinagre….
“¡Alegraos…! Porque vuestra recompensa será grade en el cielo (no aquí ¡ojo!). Así trataban sus padres a los profetas”. Jesús ¡Es que no se libra ni uno!!! Ya decía yo que ser CRISTIANO con mayúsculas, oír a los profetas  y seguirte era algo gordo, pero que muy muy gordo. 

Bien, entonces ¡Alégrate y vive tranquilo pases el hambre que pases, llores por lo que llores y sobre todo si te dan la espalda por Él! La recompensa será el AMOR como cuando estuviste enamorado por primera vez y eras tan feliz (bueno, algo parecido pero a lo bestia y sin “rupturas”).   

Emma Díez Lobo



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