viernes, 8 de enero de 2016

Nadie Le ha visto jamás




¡Pero cómo Le vamos a ver, si no es una persona…! 

 Empeñados en que tiene que ser un Señor amoroso. ¡Pues no! Es más amor que un señor, es el AMOR… ¡Ni a tiros nos entra!!!

Esta frase es “auténtica”, veréis: Cuando decimos “Subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre…” Nos imaginamos dos sillones, uno con Dios, de unos 70 años y barba; y en el otro, un Joven guapo de unos 33… ¡Pues qué no! Que Dios no se sienta y Jesús tampoco. Lo que quiere decir la frase es que Jesús y el AMOR INTELIGENTE “están pegados”; es sólo UNO (sin sillón).

Además, ya lo dijo Jesús: “A Dios nadie le ha visto jamás”, tampoco Él porque no tiene espejos (ni falta que le hace). Veamos: Jesús es la cara visible de Dios, difícil ¿eh? Pues no tanto: “Quien me ha visto a Mí, ha visto al Padre”.

¿Qué hizo Dios Encarnándose (haciéndose carne real con el nombre de Jeshua) por nosotros? Sacarnos de la muerte y llevarnos con Él. ¿Quién sino sólo Dios puede hacer algo así?

Por tanto, si no Le copiamos (un pelín) en AMOR por los hombres, no podremos ver nada de nada, sólo lo malo y al malísimo, que siempre está ahí fastidiando ¡Tiene un interés bestial!   
   
Así que, si queremos “ver” a Dios, pensemos en Jesús y en sus reglas salvadoras, son geniales. A Él ya no le vemos físicamente, pero está todo el tiempo con nosotros (lo dijo) y en las letras negras sobre papiros y papel: LOS EVANGELIOS.

Sólo así Le podremos ver…  


  Emma Díez Lobo

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