lunes, 22 de julio de 2019

Ellos también pecan





Ministros de Dios para trasmitir el Evangelio, también pecan. Escribo para esas personas que NO teniendo base ni “conocimiento” del Evangelio, ponen en juego su fe y se apartan de la Iglesia por esta causa. 
      
La cuestión no es que un sacerdote peque, sino creer que no puede pecar ¡FALSO! De los “doce” (ahora son miles) que Jesús eligió, uno Le traicionó, otro Le negó y otro se condenó.

La ignorancia del “creyente” es el problema: Juzga la parte humana del sacerdote y a la vez, la Divinidad de su Consagración.  
       
Por pertenecer a Cristo, el maligno se ensaña con ellos para apartar a media humanidad Católica de la Iglesia; pero seamos inteligentes y distingamos al hombre de su Imposición de manos para administrar El Espíritu Santo -otra Persona de Dios- Quien perdona.

Sus pecados, por graves que fueren, no afectan a tu perdón (Misericordia de Dios). Ese Poder nada tiene que ver con lo humano y, solo ellos Lo pueden servir por mandato de Dios (Mt 16:19). Los Sacramentos de Consagración y Penitencia son para toda su vida, aún apartados de la Iglesia.  
Recemos por su santidad. “Muchos los llamados y pocos los escogidos” (Mt 22,14). No todos ellos van al cielo… 

No les juzguemos, las Leyes lo harán y qué Dios les perdone  en confesión. Judas apóstol se condenó, no por su traición sino por no creer en la Misericordia de Dios. No hagas lo mismo y pide perdón al Ministro de Dios: “Alter Christus, Ipse Christus (como Otro Cristo, como el Mismo Cristo”). 

   Emma Díez Lobo

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