martes, 14 de abril de 2020

El impulso de nuestro espíritu.



Pedimos a Isaías que nos acompañe con estas palabras de Vida que Dios le dio para los que le buscan: " Mi alma te ansia de noche y mi espíritu en mi interior madruga por ti" (Is 26,9) Palabras que me mueven a decir... Bendito el hombre que desde el amor a la Palabra ha entrenado su propio espíritu hasta suscitar en él sus impulsos hacia Dios... sí, bendito porque en los momentos duros y sangrantes de la vida. En los que la oscuridad intenta atrapar sus luces interiores éstas se sobrepondrán majestuosamente sobre aquella. 

Bendito y mil veces Bendito porque le pase lo que le pase, nada ni nadie… ni siquiera el Príncipe del Mal. Tendrá poder para anular los impulsos de su espíritu hacia su Padre, Dios. Una cosa más, Dios no es un contable, es Padre y como tal espera si es necesario hasta el último momento, a que cultivemos y entrenemos nuestro espíritu... hasta que se impulse hacia Él.


P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com

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