sábado, 16 de mayo de 2020

Domingo VI de Pascua



Jesús dice hoy a sus discípulos, de todos los tiempos, que el mundo no puede recibir el Espíritu de la Verdad y es así porque Satanás, su príncipe, es padre de la mentira (Jn 8,44). Me dejo iluminar por Carlo Acuti, adolescente italiano que subió al Padre en el 2006 y cuya causa de beatificación está muy avanzada. Uno de los legados más bellos, según mi parecer, que nos legó a todos los que buscamos a Dios es este: "Todos nacemos como originales pero muchos mueren como fotocopias". Creo que es esto lo que marca la diferencia entre los hijos de la Verdad y de la mentira. A quienes buscan a Dios con corazón firme el Espíritu de la Verdad les conduce e impulsa con tal fuerza hacia el Evangelio que este hace resplandecer en su alma el diseño original con el que vinieron al mundo.

Su bellísima singularidad es palpable a todos los que les rodean. Cada discípulo de Jesús manifiesta su propia originalidad... no están hechos en serie. Por su parte el príncipe de este mundo solo puede hacer personas- fotocopias opacas y grises como su propia existencia.

P. Antonio Pavia
comunidadmariamadreapostoles.com


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