La Sagrada Escritura
repite con frecuencia que ante el hombre se abren dos caminos, el que
conduce a la Vida y el que conduce a la Muerte (Dt 30,15-20) Es evidente que
todos queremos escoger el de la Vida pero para acertar en la elección
necesitamos tener la Sabiduría de Dios. Recordemos que Adán y Eva fueron
seducidos por la sabiduría del Tentador poniéndose así de espaldas a Dios (Gn
3,6..) Todo hombre conoce la seducción del Tentador que nos propone el camino
idóneo para lograr la felicidad, camino que con el paso de los años se parece
más a un abismo.
Ante esta perspectiva tan denigrante Dios que es
Misericordioso infundió su Sabiduría en el pueblo de Israel en cuyo seno se
encarnó Jesús Sabiduría del Padre. Acogiendo esta Sabiduría podemos enfrentar
mejor la mentira del Tentador que es Abismo, Mentira y Muerte estando así en
condiciones de escoger al Señor Jesús que es Camino, Verdad y Vida. Eso sí, Jesús
que solo acepta discípulos libres, no escogerá por ti; eres tú quien tiene que
escoger entre el Camino, la Verdad y la Vida...o el Abismo, la Mentira y la
Muerte.
P. Antonio Pavía
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