miércoles, 17 de febrero de 2016

Queremos vivir con Jesús


                                                           
 ¿Cómo hacer? No es tan fácil, aunque todos lo deseemos. Hablo de sentirle cada día a nuestro lado y no vale pedírselo a Él, porque Él ya nos lo confirmó: “Estaré con vosotros hasta el final de los tiempos”, y no somos capaces de advertirle.

Cuántas veces hemos querido escuchar su voz como algunos Profetas y Santos, pero… Somos de “andar por casa” (normalitos) y está claro que eso no nos va a suceder. Hay que buscar otra manera ¡Pensemos!, se lo pedimos aaaaaaa:

¿Al Ángel Custodio?, me parece que no es su labor; nos protege por orden de Dios,  pero hablarnos… Pues, como que no nos va a decir ni media.

¿A los Santos de Dios? Tampoco, están muy ocupados con las peticiones de sus fieles y no digamos con las almas del purgatorio.  

¿A la Virgen? Pobre María, harta de decir que oremos con el corazón y ¡ni flores! siempre nos echa la bronca por lo mismo.  

A este paso, no encuentro a nadie que nos ayude… Pero no hay que desanimarse ¡Pensemos!

… Mira por dónde que desde que empecé a escribir, se agolpan en mi mente gentes y escenas comunes, almas que pasan por mi lado… Me digo, Éste es Dios “infiltrado” en mis hermanos: “Tuve necesidades y me ayudasteis” (Mt 25, 34-36). 

Pero qué tremendamente difícil es cuando un alma semejante a la de Dios, nos mira como enemigo. No, no es que lo sea, es que se ha dejado engañar por el mal y le ha atrapado… Recemos y escribamos para que vuelva.

Asunto resuelto.

  Emma Díez Lobo



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