jueves, 1 de diciembre de 2022

A la abuelita chiquita

 


Se ha ido de la tierra esta mañana de noviembre, centenaria, guerrera en apellido y en la vida; leal, noble y prudente en su nombre de la Santa, Elvira.  

En aquel momento preciso, su espíritu venía a España para despedirse de alguien que les unía desde ancestrales tiempos. Miles de kilómetros desde México separaban sus cuerpos y sin embargo ni un segundo tardó en llegar al país de sus antiguas raíces.     

Volvía a ser joven, bella ¿33 años?, sí, es la juventud del alma y cuerpo transfigurado el que recorre los cielos sin distancias; es la libertad, al fin, de las cadenas de la tierra. No sufrirá más mi abuelita “chiquita”, de ojos vidriosos llenos de amor y ternura.    

Hoy es libre para siempre y no quiere ver llanto sino alegría, porque llegará “aquel día” en que todos nos uniremos de nuevo. La pena es humana, pues ¡Cuánto llenaba!, en cambio no para ella tan deseosa de volar hacia la paz.    

Elvira tenía ganas de irse con Dios, vivir su amor sin límite, recobrar su vida, abrazar a su familia que hacía tanto que no veía. Ya tenía inquietud por ese viaje maravilloso.  

Ahora nuestra abuelita vive en plenitud, sin carencias ni dolor. No, no iba sola hacia Dios, su ángel, María y los Santos de su devoción le escoltaron hasta Él. Hoy es mucho más feliz de lo que nunca pudo imaginar.

En mis oraciones por ti, hasta pronto “chiquita” y grande Elvira Guerrero de Valdés. R.I.P.

Emma D. L. San Blás Guerrero


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