lunes, 5 de diciembre de 2022

Tiempos a destiempo

 


Todo sería diferente si por las venas de las generaciones de hoy corriera sangre del pasado, pero lo olvidan por no vividas; no hay reglas protectoras y se enmarañan con el “progresismo” demagogo, las conspiraciones, el orden mundial o los inventos del más allá...   

Todo sucede cuando a Dios se Le desplaza... Vamos a una velocidad increíble de desorden y ateísmo ¡Ignorantes destructores de paces que resucitáis guerras!

Tiempos que a nosotros llegan a destiempo, somos los mayores, los que sabemos hacia donde se dirigen las sediciosas ideas y leyes contrarias a la razón.    

Bien lo sabemos, pero ya pasaron las décadas de creer que no moríamos, de movilizarnos por todo, de alterarnos más allá del sofá.         

Estamos terminando los capítulos de nuestro libro, y desgraciadamente la sabiduría que encierran sus hojas se esconde entre las líneas que pocos leen ¡Con lo valiosa que es! Pues como si no... 

Nos han relegado junto con la historia... Y veo cómo el mal se aprovecha adueñándose de almas ignorantes recorriendo los cuatro puntos de la tierra, pero aún será más grave.      

¿Qué nos queda? La Fe, llevar el dolor con templanza, rezar y que nos recen “aquel día”; que la paz de espíritu nos inunde para no llorar por tanto que nos quedó por vivir, decir o hacer.      

Sí, nos hemos vuelto “invisibles” para casi todos menos para Dios, pero somos los más importantes porque ya nos mira de cerca (qué “Tucto”).

¡Ay de los que se van sin ser llamados y sin Dios!

      

      Emma Diez Lobo

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