lunes, 19 de diciembre de 2022

Partiendo la Palabra Estremecidos ante Dios (Lc 1,29.)

 


Dice Dios:"¿En quién voy a fijarme...? En el humilde y abatido que se estremece ante mis palabras."(Is 66,2).

 Isaías nos habla de la Presencia de Dios en las Escrituras, Presencia que habita en nuestras entrañas provocando un estremecimiento más divino que humano al constatar como la lectura - escucha e incluso contemplación de la Palabra nos traslada junto a Él. Fue lo que le pasó a María ante el Ángel Gabriel; nos dice Lucas que se estremeció. Estremecimiento que nos recuerda al vivido por la esposa - imagen del alma - ante la cercanía del Esposo - Dios.

Fue tan fuerte la Presencia de su Amado de su alma que se estremeció por completo (T 5,4) Es este estremecimiento el que teje en quien lo siente, la túnica de la Fidelidad a Dios. Algo tan sublime surge está pregunta: ¿Qué he de hacer para que este estremecimiento alcance mis entrañas? Tengamos con la Palabra, sobre todo con el Evangelio una relación indisoluble; abracémonos pasionalmente a sus palabras que "son espíritu y vida" (Jn 6,63)   de forma que lleguen a ser algo así como "las células de tu alma" 

  

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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