Dice Isaías sobre
el Mesías: " …No apagará la mecha humeante …" (Is 42,3) Mechas mortecinas,
respecto a la fe, eran los pastores al recibir el Anuncio del nacimiento del
Hijo de Dios; sin embargo, al creer en la Palabra proclamada por el Ángel, su
mecha se convirtió en una hoguera. Tengamos en cuenta que los pastores tenían
fama de ladrones y por eso vigilaban por turnos sus ovejas en la noche (Lc 2,8)
Es por ello que tenían prohibida su entrada en el Templo. Cuando Dios le salió
al encuentro con la Fuerza de su Palabra, dejaron sus rebaños en el monte y a
toda prisa se encaminaron hacia Belén.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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