Vimos en el texto del lunes una profecía bellísima que enlazamos con esta promesa de Jesús: " Si alguno me ama guardará mi Palabra, y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él. (Jn 14,23).
Promesa, que tristemente es desconocida por muchos que frecuentan la Iglesia. Promesa de infinita belleza y profundidad que hace estallar el alma de júbilo. Promesa que movido por el Espíritu Santo fue proclamada por Isaías: " Dice Dios: " ¿Qué templo vais a edificarme? …
Dios se fija en ellos y prende en sus entrañas su Fuego en forma de un estremecimiento, más divino que humano. Además, al fijarse en ellos, Dios toma en sus manos sus penas y tristezas; es decir que tu vida golpeada, está en sus manos (Sl 10,14)
P. Antonio Pavía
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