Antes de subir al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:
" Se me ha dado
todo poder...id por todo el mundo y haced discípulos míos, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo..."
La misión que Jesús nos confía es más divina que humana. El verbo hacer en
la Escritura está asociado al hecho de crear. Lo vemos por ejemplo cuando Dios
crea al hombre diciendo: " Hagamos al ser humano a nuestra imagen y
semejanza" (Gen 1,26). Asimismo, Jesús utiliza el verbo hacer al
llamar a Andrés y a Pedro: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres,
es decir, discípulos míos " (Mc 1,17).
Vemos pues que el Discipulado es una
creación del Hijo de Dios; por eso lo que Jesús confía ayer, hoy y siempre a
sus discípulos/as supera todo límite humano. Jesús ofrece a su Iglesia el gran
Tesoro del Evangelio para que lo anunciemos al mundo entero, a fin de que los
que lo acojan lleguen a ser como dice San Pablo "Una nueva creación en
Cristo" (2 Co 5, 17).
La Fuerza Creadora de Dios, reposa
en el Evangelio como dice Pablo (Rm 1,16) Fuerza que actúa en aquellos que
escuchando o rezando con el Libro Santo, guardan sus Palabras en su corazón,
como dice el mismo Jesús (Jn 14,23).
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles com
No hay comentarios:
Publicar un comentario