Como todos los Salmos, también el 45 contiene profecías-promesas sobre los discípulos de Jesús increíbles... El salmista inicia así su poema: El que mora en el secreto de Dios, en su intimidad, aprende a refugiarse y a confiar en El. La Luz que irradian estas palabras, nos sobrecoge. Es como si Dios, "superándose" a si mismo accediera a revelarnos la relación que desea tener con los que acogen su elección y de esto nos habla también este otro Salmo: Bienaventurado tu elegido, tu predilecto que vive en tus atrios...es decir contigo (Sl 65,3…).
Le vemos junto a Jesús Resucitado a orillas del mar.
Jesús clavando su Amor en sus ojos le pregunta: ¿Me amas? Pedro, aún con el eco
de sus negaciones, vencido por tanta emoción, solo acierta a decirle: Jesús,
con tanto pecado dentro de mí, no puedo digerir que me ames tanto, así que solo
puedo decirte: He pecado tanto, que no puedo digerir tu pregunta, pero, doy voz
a mi alma y ella te responde así:
(2 Co 5,17) …Ánimo...tú y yo somos ese Pedro
que vuelve a nacer.
P Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario