sábado, 4 de mayo de 2024

Partiendo la Palabra Domingo VI de Pascua La alegría de ser tuyo, Señor (Jn 15, 9-17)

 


Del Evangelio de este Domingo, podemos resaltar la promesa de Jesús de participar con sus discípulos de su alegría, que lleva la marca de " las alegrías eternas ". Son eternas porque no están condicionadas por lo bien o mal que vayan nuestros planes o proyectos. Son unas alegrías que alcanzan una dimensión celeste y así nos parece cuando vemos que llama a sus discípulos, amigos, en contraposición a siervos. 

 Para comprender la incalculable grandeza de esta deferencia, tengamos en cuenta que la palabra amigo en la Sagrada Escritura significa: "Mi otro yo".  Y así lo vemos, por ejemplo, cuando Jesús dice de sí mismo que es la Luz del mundo (Jn 8,12) y confiere este mismo título-misión a sus discípulos al decirles: "Vosotros sois la Luz del mundo" (Mt 5,14). 

 Por si aún nos albergan dudas, observemos lo siguiente. Una vez resucitado, Jesús se aparece a sus discípulos en el Cenáculo y les dice: "... Como el Padre me envió, así os envío yo a vosotros..."(Jn 20,21-23).

  Salvando las distancias Jesús establece una identidad gloriosa entre Él, el Enviado del Padre (Jn 11,429)   y sus discípulos de todos los tiempos, enviados por Él al mundo. Es por eso que nos llama: Sus amigos ...es decir: "Mi otro Yo en el mundo".

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario