sábado, 18 de mayo de 2024

Partiendo la Palabra Pentecostés (Jn20,19-23) Señor, Tú eres mi Fuerza

 



Entre los dones del Espíritu Santo cuya fiesta celebramos hoy, creo que el de la Fuerza, reviste una importancia especial. Hablamos de la Fuerza que nos sostiene, como discípulos de Jesús, frente al mal y el odio del mundo. (Jn 15, 18...). La Fuerza del Espíritu Santo, conforta nuestra alma tal y como profetizó David numerosas veces como en (Sl 23, 2...); Sal 138,3...) etc. 

 Fijémonos en la experiencia de San Pablo. Al acoger la llamada de Jesús a anunciar el Evangelio como discípulo suyo, su relación con sus círculos más próximos, se resquebrajó dando lugar a toda clase de desprecios. Llegó un momento en el que, no pudiendo ya más, suplicó a Jesús que le ayudase.  Jesús simplemente le dijo: "Te basta con mi gracia ...que mi fuerza se hace presente en tu debilidad, (persecuciones)"… Pablo guardó con tal amor en su corazón esta promesa   de Jesús, que nos legó este incunable testimonio de la fidelidad de Jesús hacia él: "Me gloriaré en mis debilidades para que habite en mí la Fuerza de Cristo. Por eso me complazco en las persecuciones y angustias sufridas por Jesús, porque cuando estoy débil, es cuando soy fuerte. (2 Co 12,8-10).

 

P. Antonio Pavía 

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